El Gobierno de Portugal ha anunciado este jueves el inicio del proceso de privatización de la sociedad pública Correos de Portugal (CTT) en cumplimiento con los compromisos exigidos en el rescate financiero internacional. El Consejo de Ministros ha aprobado el comienzo formal de la venta de todas las acciones del Estado en la empresa, de las que un máximo de un 5% se presentarán en una oferta separada a trabajadores.
El Ejecutivo conservador ha optado por no poner plazos a la operación ni fijar una suma prevista, pero espera recibir antes de fin de año las propuestas de compra, según el secretario de Finanzas, Manuel Rodrigues. La venta será "flexible", por lo que la sociedad podrá ser adquirida por unas o varias empresas, ha precisado el secretario en la rueda de prensa posterior a la reunión ministerial. El proceso será "competitivo" y en él se tendrá en cuenta el "encaje financiero", así como el proyecto estratégico para el futuro de la empresa, ha añadido.
El Estado establecerá como condición a los compradores que no podrán desprenderse de las acciones en cinco años para garantizar la estabilidad de la empresa. El secretario de Transportes, Sérgio Montero, ya había anunciado que la operación estaba prevista para el final del tercer trimestre o inicio del cuarto de este año.
Huelgas contra la privatización
Los sindicatos de trabajadores de la empresa han contestado con varias huelgas este año a los planes de privatización y han criticado un proceso de reestructuración que supuso el cierre de más de un centenar de oficinas. La empresa de correos CTT Correos de Portugal cuenta con unos 13.000 trabajadores y cerca de 800 oficinas en el país, y obtuvo en 2012 unos beneficios de 38 millones de euros.
La venta forma parte del programa de privatizaciones incluido en el plan de ajustes que el país aceptó a cambio de un crédito internacional de 78.000 millones de euros concedido por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Hasta la fecha, Portugal ha vendido sus acciones y activos en las eléctricas EDP y REN, así como en la gestora de aeropuertos ANA, y ha recibido en total cerca de 4.500 millones de euros con estas operaciones. También está abierto el proceso de venta de la aerolínea TAP y siguen pendientes otros como los de la división especializada en mercancías de Trenes de Portugal y la compañía pública de suministro de agua.
Portugal pretende lograr unos ingresos totales de 5.500 millones de euros con el conjunto de su programa de privatizaciones, según prevé el programa del rescate.