El líder saharaui Brahim Ghali, de 71 años, nació como español en la ciudad de Esmara (África Occidental Española), aunque ha entregado toda su vida a la causa saharaui. El secretario general del Frente Polisario y presidente de la autodenominada República Árabe Saharaui Democrática se curtió en sus primeros años en las tropas nómadas coloniales de España en la década de los 60 antes de fundar el Movimiento Nacional de Liberación Saharaui. En 1973 fue uno de los fundadores del Frente Polisario, el movimiento que llevar luchando desde ese momento por autodeterminación del Sáhara Occidental de la soberanía marroquí.
Tras la proclamación del primer gobierno de la república Árabe Saharaui Democrática, proclamada en Bir Lehlu el 27 de enero de ese año, Ghali fue designado ministro de Defensa y se mantuvo en el puesto hasta 1989, cuando fue elegido Comandante en Jede de la Segunda Región Militar. Entre 1999 y 2008 fue designado representante en España del Frente Polisario, después fue nombrado embajador saharaui en Argelia hasta diciembre de 2015. Desde el 9 de julio de 2016 es presidente de la República Árabe Saharaui y secretario general del Frente Polisario tras el fallecimiento del anterior líder, Mohamed Abdelaziz.
Tras toda una vida de militancia, el nombre de Ghali ha cobrado un inesperado protagonismo en los medios españoles debido a su ingreso en un hospital de Logroño para ser tratado de coronavirus. Como líder saharaui, Gali es el enemigo número uno del Reino de Marruecos, que considera el territorio que el Frente Polisario trato de dominar como propio.
La tormenta perfecta se desató tras la filtración de la revista Jeune Afrique de que el líder del Frente Polisario había entrado en España con nombre y nacionalidad falsa para ser tratado por coronavirus el pasado abril. Marruecos ha pedido explicaciones a España desde entonces de manera insistente.
Ante las peticiones marroquíes, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha asegurado que Ghali fue admitido por razones estrictamente humanitarias. A pesar de ello, la decisión del Gobierno de España ha desatado una crisis diplomática con Marruecos a la que el reino alauí ha respondido con un descontrol deliberado de sus fronteras que ha derivado en un tránsito constante de personas desde territorio marroquí hacia Ceuta.
La crisis es de tal magnitud que a la ciudad autónoma han llegado este lunes más de 6.000 personas desde Marruecos, entre ellos niños y familias.
Causas pendientes
La figura de Ghali es muy controvertida. Sus partidarios le consideran un héroe de la causa saharaui, aunque la Justicia española le reclama por causas penales pendientes. La Asociación de Víctimas del Terrorismo de Canarias reclamó su detención inmediata tras conocerse que estaba en España por ser el responsable de los ametrallamientos, asesinatos, secuestros masivos y desapariciones de tripulaciones en alta mar de marineros canarios entre 1973 y 1986.
Ghali, ministro de la República Árabe Saharaui Democrática, fue el instigador de ataques contra pesqueros canarios como el 'Junquito' o 'Nades', que causaron la muerte del contramaestre Guillermo Batista Figueroa y el marinero José López, además del secuestro de embarcaciones como 'Saa', 'Las Palomas' o 'Garmo Mar'.
La Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) ha aprovechado la estancia de Ghali en España para presentar una nueva querella contra él, que ya ha sido admitida este martes a trámite por el juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional.
Al igual que ocurriera con otra querella previa de un activista saharaui hace dos semanas, el juez Santiago Pedraz reabre la causa que Ghali ha resultado ser la persona que entró en el país bajo la identidad falsa de Mohamed Bembatouche. Indica además que se debe aclarar ahora si el líder del Frente Polisario ha incurrido en la comisión de los delitos de entrada ilegal, identidad falsa y falsedad documental.
Según consta, el líder del Frente Polisario se negó a firmar el recibí de la citación señalando que necesitaba varios días para consultar con personas de su confianza y solicitó además que fuera entregada a un doctor argelino que le acompaña en su estancia hospitalaria. Las pesquisas policiales concluyen que es probable que para mediados de este mes de mayo su recuperación de las dolencias derivadas del coronavirus sea definitiva.
La reapertura de estas diligencias deriva del escrito presentado por esta asociación en abril, después de que Ghali entrara en el país, y Pedraz apunta ahora que se le notificará al mismo la querella una vez declare el 1 de junio ante él como investigado o cuando reciba el alta hospitalaria.
El líder saharaui también fue imputado en 2016 por el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, tras ser acusado de delitos de genocidio, asesinato, torturas y desapariciones cometidos presuntamente contra la población saharaui disidente refugiada en los campamentos de Tinduf (Argelia). Gali evitó viajar a España desde ese momento para evitar comparecer ante los tribunales.
En el auto de este martes, Pedraz recuerda que, si bien las diligencias se abrieron contra este líder y otros en 2017, en octubre de 2020 el que fuera titular del Juzgado central de Instrucción número 5 José de la Mata --hoy en Eurojust-- acordó el sobreseimiento provisional de las actuaciones hasta que se recibiera cumplimentada una Comisión Rogatoria por parte de Argelia sobre los querellados. Y relata que es ahora, cuando se ha identificado a uno, Ghali, es cuando se puede reabrir.