El Senado italiano ha aprobado este miércoles de manera definitiva los Presupuestos Generales del Estado para el año 2017, paso intermedio que facilita la confirmación de la renuncia del primer ministro italiano, Matteo Renzi, tras el fracaso de la reforma constitucional.
La aprobación de los presupuestos, denominados en Italia Ley de Estabilidad, se ha producido a través de una maniobra política para evitar la discusión en la Cámara de Diputados y la posible validación de enmiendas que ha consistido en una moción de confianza en el Senado, superada por 173 votos a favor y 108 en contra.
Los presupuestos presentados por Renzi aumentan hasta el 2,3% del PIB el objetivo de déficit de Italia para el próximo ejercicio, frente al 1,8% contemplado anteriormente. Además, incluyen 4.500 millones que serán destinados para los damnificados.
La falta de adecuación en los objetivos de déficit llevó en un principio a la Comisión Europea a pedir explicaciones al Gobierno italiano. Según el borrador de presupuestos que envió a la Comisión Europea, su déficit estructural será del 0,5%, mientras que lo acordado es un superávit del 0,6%.
Está previsto que Renzi salga del Palacio Chigi y acuda nuevamente al palacio del Quirinal de Roma, donde le espera el jefe del Estado, Sergio Mattarella, que aceptará su dimisión oficialmente, algo que ya estaba previsto desde que lo anunciara el pasado lunes de madrugada cuando se cristalizó la derrota del referéndum.
Las llaves de la gobernabilidad están en este momento en manos del presidente Mattarella, quien deberá decidir cómo resolver la crisis política que sacude a Italia. Los medios italianos apuntan a que se nombrará un nuevo primer ministro que encabezará un gobierno técnico para guiar Italia hasta unas elecciones anticipadas, a la espera de que se reforme la ley electoral. Entre los nombres que suenan como candidatos para este papel están el actual ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, o el presidente del Senado, Pietro Grasso.
Es probable que a partir de esta misma tarde se abra el proceso de consultas para la formación de un nuevo Gobierno. De hecho, los medios italianos ponen de relieve que Mattarella ha anulado su agenda de encuentros con asociaciones de voluntariado y su presencia en el estreno de 'Madama Butterfly' en el Teatro de la Scala, previstos para hoy en Milán.
Los medios italianos apuntan a que ya esta semana comenzarían a desfilar por la sede de la Jefatura del Estado, el presidente emérito de Italia, Giorgio Napolitano, los presidentes de las dos Cámaras parlamentarias, Laura Boldrini y Pietro Grasso, así como los principales líderes de los grupos parlamentarios.
Elecciones anticipadas
La opción de que Mattarella convoque de forma inmediata elecciones anticipadas ha ido perdiendo fuerza. Sobre todo, después de que el Tribunal Constitucional italiano haya comunicado que revisará la ley electoral el próximo 24 de enero. La sesión judicial estará destinada a examinar los puntos cruciales de la ley para darles o no legitimidad.
La ley aprobada por Renzi es la Italicum, que comprende un nuevo sistema de listas cerradas y un premio para la mayoría más votada del 15 por ciento adicional --en ningún caso podrá superar el 55 por ciento de los escaños--, así como una posible segunda vuelta en el caso de que ninguna coalición electoral consiga el 37 por ciento de los votos en la primera ronda.
También pone un umbral del 4,5 por ciento de los votos para entrar en el Parlamento a los partidos políticos que se presenten en coalición con otros grupos y del 8 por ciento a los que acudan en solitario.
El retraso de la decisión del tribunal hasta esa fecha deja poco margen para que haya unas elecciones en febrero del próximo año, como apuntaban algunas informaciones, aunque el ministro del Interior, Angelino Alfano, ha asegurado tras hablar con Renzi que febrero sigue siendo una opción.