La ministra principal de Escocia, la nacionalista Nicola Sturgeon, afirmó este miércoles que "las próximas elecciones generales del Reino Unido serán un referéndum de facto”, en una comparecencia tras el dictamen del Tribunal Supremo británico en contra de la celebración de un plebiscito de independencia no pactado. Ante la negativa del Gobierno británico a consensuar una consulta por la independencia de Escocia, la ministra principal, en un acto de su Partido Nacional Escocés (SNP), presentó la próxima votación en el calendario, las elecciones generales, como un “referéndum de facto” para los nacionalistas.
Para ello, Sturgeon ha pedido a la ejecutiva de su partido que convoque un congreso especial del SNP en el nuevo año para abordar cómo las próximas generales, previstas para finales de 2024 o comienzos de 2025, pueden convertirse en ese plebiscito que desean. La política nacionalista confesó sentirse “decepcionada” ante el juicio emitido por la más alta instancia judicial del Reino Unido, a la vez que afirmó que “respeta la resolución” de que el Parlamento de Escocia carece de prerrogativas para legislar sobre un referéndum dentro de su actual marco legal.
La corte británica consideró de forma unánime que “ante la ausencia de cualquier modificación en las materias reservadas” que estipula la Ley sobre Escocia de 1998 ("Scotland Act"), donde están recogidas las relaciones entre Escocia y Reino Unido, “el Parlamento escocés no tiene poder para legislar para un referéndum”. “El Tribunal Supremo sólo interpreta la ley”, dijo Sturgeon sin culpar a los jueces, ya que, prosiguió, “esto es asunto de los legisladores británicos”: “La Unión ya no puede ser descrita como voluntaria, nunca más''.
Pese a ello, la ministra principal de Escocia volvió a tender la mano “a conseguir un acuerdo, para que se ajuste a la legalidad y se respete también el derecho de los escoceses”. "El mandato para un referéndum en el Parlamento escocés es innegable", subrayó. El Parlamento escocés tiene una representación proindependencia mayoritaria tras las pasadas elecciones regionales en mayo de 2021, con un Gobierno de coalición entre el SNP y los Verdes, también independentistas. Los sondeos muestran una sociedad dividida e indecisa: un 49 % votaría ahora a favor de la independencia y un 51 % en contra en un hipotético referéndum, que el Gobierno regional ambicionaba organizar el 19 de octubre de 2023.