La Unión Europea ha exigido este martes "diálogo" y "claridad" a Australia tras el acuerdo militar y tecnológico sellado con Estados Unidos y Reino Unido, a espaldas del bloque europeo, y que supondrá la ruptura de un contrato comercial con Francia para desarrollar submarinos.
Así lo ha reclamado el presidente del Consejo, Charles Michel, después de mantener un encuentro "franco" y "directo" con el primer ministro australiano, Scott Morrison, al respecto la alianza conocida como AUKUS.
"La claridad es necesaria entre amigos. El diálogo es clave para construir relaciones fuertes. Permaneceremos en contacto estrecho", ha señalado el ex primer ministro belga en un mensaje en sus redes sociales, tras el encuentro en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Fuentes comunitarias añaden que Michel ha aprovechado la reunión para reclamar a Australia que mantenga contactos con la UE y los Estados miembros para "construir confianza". Esta petición llega en plena crisis con París que ha llamado a consultas a los embajadores estadounidense y australiano tras lo que considera una "puñalada en la espalda".
Acuerdo comercial UE-Australia
Como telón de fondo están las negociaciones entre la UE y Australia para cerrar un acuerdo comercial, un diálogo abierto desde 2018 y que Francia ya está pidiendo aplazar al considerar que Canberra ha demostrado ser un socio poco fiable.
En su encuentro con Morrison, el dirigente comunitario ha recordado que en la reunión del G7 celebrada en el mes de junio en Cornualles los socios pactaron mantener el contacto sobre cuestiones de interés común. En este punto, las fuentes recalcan que la región Indo-Pacífica es de "importancia estratégica" para la UE y sus intereses confluyen con los del país oceánico.
El Gobierno galo no ha escatimado críticas contra la alianza tripartita, principalmente por ser el mayor damnificado del pacto, al haber cancelado Australia un contrato millonario para suministrar submarinos.
La polémica sobre este pacto entre estadounidenses, británicos y australianos está marcando la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York. A nivel europeo, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha cerrado filas con Francia y ha pedido explicaciones a las potencias de habla inglesa. "Hay muchas preguntas abiertas que deben ser respondidas", afirmó, tras tachar de "inaceptable" el trato a Francia.
En una reunión informal de ministros de Exteriores en Nueva York, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha señalado que los Veintisiete han mostrado su solidaridad con París y ha dejado claro que la crisis "afecta a toda la UE en su conjunto".