Tras la toma de Kabul y del palacio presidencial por parte de los talibanes, Afganistán llegó el pasado lunes de forma precipitada al "fin de la guerra", según anunció el portavoz de la oficina política de los insurgentes en Qatar, Mohamed Naim. A lo largo de toda esta semana, el mundo entero ha estado atento de la evolución de la situación en el país, especialmente del aeropuerto, donde se han visto imágenes terroríficas, fruto del caos y de la desesperación.
Tal y como han hecho otros países, desde el gobierno español se ha iniciado un plan de evacuación de los españoles residentes en el país asiático. Para ello, se han movilizado dos aviones A400M del Ejército del Aire y un tercero, medicalizado, será enviado a lo largo de esta semana. El lunes por la noche partió el primero de ellos desde Madrid hasta Dubái y el martes por la tarde el segundo. Desde Dubái, se espera poder evacuar a todos. También se pretende sacar del país a aquellos afganos que en algún momento han colaborado con España en acciones militares o diplomáticas. El primero de los aviones ya ha aterrizado en Madrid, con 53 personas.
Después de 20 años de gobierno tutelado por los Estados Unidos, los talibanes iniciaron este agosto un plan de reconquista del país para recuperar el control del mismo. El rápido avance de las tropas insurgentes ha provocado la propagación del miedo y el estallido del caos en todo el país. El objetivo final era la toma de Kabul; tras conseguirlo este domingo 15 de agosto, el presidente, Ashraf Ghani, tuvo que abandonar el país para evitar lo que habría sido un "desastre", asumiendo de esta manera la derrota, aunque también ha cuestionado la legitimidad de los talibanes.