Marine Le Pen cederá este sábado el liderazgo de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN, en francés), aunque el mando del partido permanecerá en su órbita cercana: su mano derecha, el joven eurodiputado Jordan Bardella, y el alcalde de Perpiñán (expareja de Le Pen), Louis Aliot, se disputan su sucesión.
La contienda se definirá en el marco del XVIII congreso de la RN, celebrado en la Maison de la Mutualité (un centro de conferencias del distrito quinto de París), donde Le Pen tendrá ocasión de despedirse y de hacer balance de una gestión en la que refundó el partido (2018, cuando el Frente Nacional adoptó su nuevo nombre) y logró llevarlo en 2022 a los mejores resultados electorales de su historia.
De hecho, la líder ultranacionalista deja el bastón de mando para concentrarse en su labor de líder parlamentaria después de que, en las legislativas del pasado junio, la RN consiguiera la inédita cifra de 89 diputados.
"Entre bastidores, la que va a llevar las riendas por un tiempo todavía es Marine Le Pen", explica a EFE la analista política Nonna Mayer, de la universidad Sciences Po.
Pero, aunque la finalista de las presidenciales de 2017 y 2022 no se vaya lejos, a partir de mañana será la primera vez que la formación, en su medio siglo de trayectoria, no tenga a un Le Pen al frente.
Es un cambio "no menor", apunta Mayer, pero que podría servir para atraer a sus filas a nuevos votantes aún desconfiados de un apellido que, pese al proceso de "desdiabolización" impulsado por la hija, aún remitía al pasado de radicalismo nostálgico y de antisemitismo encarnado por su padre, Jean-Marie Le Pen, uno de los cofundadores del FN y durante décadas su rostro más emblemático.
La juventud contra la vieja guardia
El cambio de liderazgo no implicará grandes cambios en las ideas que defiende la RN -centradas en el concepto nacionalista y etnocentrista de la "preferencia" o "prioridad" nacional-, pero el partido sí decide entre dos modelos diferentes: uno que representa la juventud y la modernidad, encarnado en Bardella (de tan solo 27 años), y otro más cercano a la vieja guardia del partido, con Aliot.
El ascenso de Bardella, favorecido por Marine Le Pen, ha sido meteórico desde su afiliación al partido a los 16 años.
Nacido en los suburbios parisinos del departamento de Saint-Denis en el seno de una familia inmigrante de origen italiana, Le Pen le designó cabeza de lista para las elecciones europeas en 2019, cuando aún no había cumplido 24 años.
RN ganó esos comicios en Francia y Bardella se convirtió en el segundo eurodiputado más joven.
De buena presencia y con talento para manejarse ante los medios, Bardella se ha convertido en mano derecha de Le Pen y es, además, pareja de una de sus sobrinas.
"Bardella tiene mayores posibilidades de ganar", aventura Mayer, en vista de que el joven aspirante representa mejor a las nuevas generaciones del RN, las que "no han conocido más que al Frente Nacional 'desdiabolizado' de Marine Le Pen".
"Si miras el electorado del RN, especialmente estas últimas elecciones, fue muy claro. Fueron los jóvenes, entre los menores de 35 años, donde Marine Le Pen logró sus mejores resultados", razonó.
Aliot, por su parte, pone sobre la mesa la experiencia de su carrera política y sus 30 años de militancia. Desde 2020 está al mando del Ayuntamiento de Perpiñán, la ciudad más populosa de las gobernadas por la ultraderecha.
También le unen lazos personales a Marine Le Pen, ya que ambos fueron pareja durante una década y, al menos de cara al público, su relación continúa siendo buena.
Gestos como la reciente entrega de la medalla de la ciudad de Perpiñán a Beate y Serge Klarsfeld, el matrimonio conocido como "los cazadores de nazis", le han hecho aparecer como más abierto.
"Muestra bien que él siempre ha querido luchar contra el antisemitismo en el Frente Nacional y después en la Agrupación Nacional", detalla Mayer, mientras que a Bardella lo ve más propenso a flirtear con otros grupos de ultraderecha y más fiel al credo original del FN.
Este congreso llega, además, en un momento de fuerte polémica para RN después de que una supuesta increpación racista de uno de sus diputados (Grégoire de Fournas) llevase a la interrupción de la sesión de la Asamblea Nacional el jueves y causase un fuerte revuelo político.
