Irlanda ha dado el "sí" al tratado europeo de estabilidad fiscal de la UE en el referéndum de este jueves con un 60,3% de votos, según ha informado la Comisión del Referéndum. Según los datos oficiales dados a conocer este viernes, los votos negativos alcanzaron el 39,7%.
Antes de conocer los resultados definitivos, el primer ministro irlandés, Enda Kenny, se confesó "muy esperanzado" con el resultado y confió en que la consulta ofrezca un "fuerte apoyo" al pacto fiscal europeo, que en todo caso no precisa del apoyo del electorado irlandés para entrar en vigor pues será suficiente con la aprobación de doce miembros de la UE.
Los irlandeses votaron sobre la ratificación del Pacto de estabilidad presupuestaria de la Unión Europea (UE) entre una lluvia persistente. Más de tres millones de irlandeses estaban convocados aunque la participación fue bastante baja, de alrededor del 50%.
Temor a la abstención
Durante la campaña los sondeos habían otorgado la victoria a los defensores de la ratificación del tratado europeo por temor a un "no" al euro, pero una alta abstención podría dar un impulso inesperado a los detractores del texto comunitario, representados por grupos de izquierda. El recuento de los sufragios, no obstante, no comenzará hasta las 8.00 horas del viernes y el resultado definitivo se espera para media tarde.
"Voté 'no' cuando se nos consultó sobre la entrada en el euro, pero ahora voto 'sí', porque la moneda única está en peligro y tenemos que permanecer en Europa. Estamos demasiado expuestos a la crisis internacional como para abandonar el barco", dijo a Efe Deirdre Kilroy, una abogada de 38 años, a las puertas del colegio electoral Saint Mary's de Fairview, en el norte de Dublín.
Los planes del Gobierno
Este año el objetivo del Gobierno irlandés es ahorrar 4.200 millones de euros para cumplir con un rescate internacional cuantificado en 85.000 millones de euros. "El Gobierno -dice Mary Murphy- debe echar el freno, volver a plantearse cuál es el mejor plan de acción para salir de la crisis y, si es necesario, regresar a Bruselas para renegociar el tratado, porque las medidas de austeridad no están funcionando". Su marido Martin, de 49 años y empleado de una naviera, confiesa sin embargo que, aunque le hubiese gustado "dar un tirón de orejas al Gobierno", es mejor "estar dentro (de la UE) que fuera".
El pacto de estabilidad a votación, un texto que prevé imponer estrictas políticas presupuestarias a los Gobiernos, solo precisa del apoyo de doce países miembros de la UE para entrar en vigor, por lo que, por esta vez, el referéndum irlandés no es vinculante. Sin embargo, el Ejecutivo de Dublín de coalición entre conservadores y laboristas ha advertido de que su rechazo dañaría su posición en la zona euro y podría provocar el descarrilamiento del rescate de la UE y el FMI a este país.