Internacional

Las víctimas de Hamás hablan en Madrid: "Quemaron a familias vivas y asesinaron a padres delante de sus hijos"

Una mujer se salvó de la masacre del festival por pasar 7 horas escondida en un cubo de basura. Piden a la Cruz Roja ayuda para encontrar a los secuestrados

  • Familiares de secuestrados de Hamás dan testimonio del ataque terrorista del 7 de octubre.

El 7 de octubre, en el kibutz Nahal Oz, los terroristas de Hamás obligaron a un niño de 14 años a pedir a sus vecinos judíos que salieran de los refugios, que el peligro había pasado. "Si no lo haces te mataremos", le dijeron. El chico obedeció y acto seguido fue tiroteado igualmente por los terroristas islamistas. Este es solo uno de los episodios del carrusel de los horrores de aquel fatídico día, el más sangriento en la comunidad judía desde la Shoa (más de 1.400 asesinados). Por primera vez, testigos directos de la tragedia hablan en España de aquellos momentos de terror, y piden ayuda al Gobierno para que colabore en la devolución de los secuestrados.

Los padres de Yulie Ben-Ami fueron secuestrados en el kibutz Beerí, uno de los más masacrados durante el ataque. "Tengo un apartamento con mi novio en esa comunidad. A las 6 y 20 de la mañana desperté por ruidos de bombas y a las 6 y media recibí un mensaje que los terroristas estaban entrando al kibutz. Había más de 100 de ellos dentro. Empezamos a escuchar gritos en árabe y disparos por todas parte", recuerda en un acto que ha tenido lugar con otras víctimas de Hamás en la primera sinagoga de Madrid, en Calle Balmes.

A las 7, Yulie preguntó a sus padres si estaban bien. Dijeron que los terroristas estaban intentando entrar en casa. A las 9 y media le avisaron de que ya estaban dentro, que estaban escondidos en el baño de la segunda planta y que estaban destrozándolo todo. Una hora después recibió una foto de su padre en pijama secuestrado en Gaza.

Mientras, Yulie y su novio estaban ocultos en un refugio, con las luces apagadas y sin decir nada por miedo. "Escuchamos gritos de niños afuera, de mujeres, muchos disparos durante todo el día. Cuando llegó el Ejército intentamos escapar bajo las balas de los terroristas. Vi cuerpos de gente de mi comunidad tirados en el suelo, coches quemados… Perdimos al 10 por ciento de mi comunidad en un solo día".

Una semana después, Yulie vio vi una foto de su madre en pijama y sin zapatos siendo llevada a un coche. "Mi mama está muy enferma necesita medicinas. No sabemos si las está recibiendo, ni cuanto va a poder sobrevivir sin ellas. Estamos rogando el apoyo de todo el mundo para que nos ayuden a rescatarlos sanos y salvo", lamenta entre lágrimas.

Iván Illaramendi, "una buena persona"

En el kibutz de Yulie vivía el español Iván Illaramenedi. De hecho, era amigo de la pareja de Yulie, Roberto Padrón Meyer, también presente en el acto. "Me enteré hace unos días de la situación en que está. Iván es una persona muy buena, me ha enseñado muchas cosas de la vida, de filosofía y cocina. Es una persona muy sabia, nunca le ha hecho daño a nadie. Es un alma muy noble y está pagando un precio que no debería".

Otro de los kibutz atacados fue Nahal Oz, donde reside la familia de Merav Mor Raviv. Su tío Abraham, de 78 años, fue secuestrado, al igual que su tía, de la misma edad. Da la casualidad de que Abraham fue activista por la paz en palestina, y ayudó a muchos niños de Gaza a recibir atención médica en Israel. También desapareció su prima de 54 y su hijo pequeño que debería haber celebrado su noveno cumpleaños este lunes.

De las 400 personas que viven en aquella comunidad judía, solo han sobrevivido 150. Merav asume que su familia fue llevad a Gaza al no haber rastro de ella. "Han secuestrado a personas de 9 meses a los 85 años. Quemaron casas con familias enteras dentro y asesinaron a padres delante de sus niños. Los terroristas trajeron un equipo de televisión para grabarlo todo y colgarlo en Facebook, están orgullosos de lo que hicieron".

Merav cuenta que conocía a muchos asistentes del festival por la paz que fue masacrado por Hamás. "Muchos de mis trabajadores estaban allí. Una chica consiguió sobrevivir porque se escondió en un cubo de basura durante 7 horas. Desde entonces está en shock, apenas habla y no sale a la calle".

"Los que se manifiestan contra Israel no saben lo que hemos vivido"

Yulie se ha referido a las movilizaciones propalestinas que recorren buena parte de Europa desde hace días, manifestaciones donde se han podido ver mensajes de apoyo a Hamás. "Todas estas personas que están en las calles haciendo estas protestas contra Israel no entienden lo que nosotros vivimos en el kibutz, no tienen ni idea de lo que hemos pasado. La forma en que asesinaron a los niños fue como el ISIS (Estado Islámico). En mi kibutz han disparado a un bebé de 9 meses, han matado a mujeres embarazadas... he perdido a gente a la que veía todos los días. Fui a cuatro funerales el mismo día y enterramos a 8 personas, una de ellas de mi familia".

A la falta de comprensión de algunos occidentales por su situación se suma el silencio de ONGs como la Cruz Roja. "Creo que todos los Gobiernos, incluyendo el español, tienen que hablar con la Cruz Roja y no permanecer en silencio", denuncia Naama Weinberg. Esta organización con personal en Gaza no ha hecho nada para conocer la situación de los secuestrados.

Naama recibió el primer mensaje de su tía llego a las 7:28 del 7 de octubre. El mensaje decía: "Por favor, rezad por nosotros". El siguiente anunciaba que estaban en el refugio y que escuchaban disparos por todas partes, "sonaban cerca muy cerca".

"A las 10:15 llegó el último mensaje de mi tío: 'ya están aquí, pedid ayuda'. A las 11:44, mi abuela de 90 años escribió: 'Ayuda, alguien está detrás de la casa, son muchos, ayuda'. Y dejaron de enviar mensajes". Muchos de ellos murieron. "Es frustrante ver cómo estás perdiendo a tu familia uno a uno y no puedes hacer nada". Entre los posibles supervivientes se encuentra su primo. "Hace pocos días fui a su apartamento y vi los dibujos de mis sobrinos en la nevera. Qué orgulloso estaba de ellos".

"No quiero imaginar por lo que está pasando. Pero no tengo duda de que esté donde esté, está brillando, incluso en el lugar más oscuro. Espero que venga a casa pronto para que pueda reunirse con sus hermanos.

Esto no es solo un asunto israelí, es de todo el mundo y todos tenemos que combatir alas organizaciones terroristas para que nuestro mundo sea un lugar seguro donde vivir".

Maayan Sigal-Koren es otra de las víctimas de Hamás que ha hablado en el acto en la Comunidad Judía, protegido por un fuerte dispositivo policial. La madre de Maayan fue secuestrada en Nir Yitzhak. Encontró la casa revuelta y las ventanas destruidas, pero sin señales de violencia física. "Mis hijos pequeños llevan dos semanas y media preguntándome que donde está la abuela y que por qué no pueden ir a casa a traerla". Califica lo ocurrido de crimen de guerra con todas las connotaciones éticas y diplomáticas. Estoy muy preocupada y angustiada y solo quiero ayuda para que mi familia regrese sana y salva".

El acto ha tenido lugar justo el día en que los islamistas anuncian que al menos 50 rehenes han muerto por los bombardeos de Israel.

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