Con el cambio de hora llevado a cabo el pasado fin de semana y camino del solsticio de invierno, la noche se echa encima cada vez con mayor celeridad. Por ello, la conducción en condiciones de baja visibilidad lumínica se vuelve algo muy habitual en estos próximos meses, con muchas más horas a oscuras al cabo de un día. Desde siempre, los fabricantes han trabajo a fondo en desarrollar sistemas que permiten ver mejor en la oscuridad, sistemas que buscan sobre todo ofrecer la máxima seguridad en la conducción.
Audi es una de ellas y, en los últimos años, ha experimentado una notable evolución en sus sistemas de iluminación. Así, en 1994 lanzaba la segunda generación de faros de xenón en el Audi A8, en 2003 estrenaba los faros adaptativos, en 2004 las luces LED de circulación diurna en el mismo modelo, en 2008 los faros completos LED en el R8 y, en 2010, estrenaba el sistema conectividad entre los faros y los datos de navegación.
Ahora, finalizando 2013, la marca alemana pondrá en el mercado un sistema de iluminación de alta precisión mediante LEDs controlados individualmente, una nueva tecnología que llegará al mercado en la nueva generación del A8, confirmando su posición de liderazgo en tecnologías de iluminación aplicadas al automóvil.
Además de una mejor visión, los nuevos faros se adaptan por sí solos a las condiciones de cada situación
La tecnología Matrix LED de Audi divide las luces LED en un numeroso conjunto de pequeños diodos individuales que funcionan junto a lentes o reflectores conectados en serie. Gestionados por una unidad de control, cada uno de estos diodos se activa, desactiva o atenúa de forma individual de acuerdo con la situación. Esto significa que proporcionan siempre una iluminación de alta precisión y abarcan el máximo campo de visión posible.
En el nuevo Audi A8, cada faro está compuesto por 25 diodos dispuestos en grupos de cinco por cada reflector. Los faros Matrix LED producen una calidad de luz que se caracteriza por un brillo cristalino especial. Cuando la cámara de vídeo instalada en el Audi A8 detecta vehículos aproximándose en sentido contrario, los nuevos faros atenúan las secciones pertinentes de las luces largas para evitar el deslumbramiento. El sistema funciona de tal manera que hace descender la potencia de iluminación que directamente deslumbraría a los vehículos que se aproximan de frente o los que circulan por delante, pero sigue proyectando el haz de luz larga con toda su potencia sobre todas las demás zonas.
Cuanto más se aproxima un vehículo, más diodos se atenúan o se desactivan por completo. Cuando no hay más tráfico circulando en sentido contrario, las luces largas alcanzan de nuevo su máxima potencia, incluyendo aquellas secciones de diodos que previamente se habían desactivado. Y al llegar las curvas, los diodos emisores de luz realizan la función de luz de giro, antes incluso de que el conductor gire el volante gracias a los datos de ruta suministrados por el sistema de navegación.
Pero además de vehículos, el sistema ofrece una función de seguridad hacia los peatones basado en marcadores o balizas, combinado con el asistente de visión nocturna opcional para identificar a los peatones. Cuando se detecta a una persona en la zona crítica por delante del vehículo, unos LEDs individuales proyectan tres destellos luminosos en rápida sucesión, alertando así tanto al peatón como al conductor.