Destinos

Los secretos mejor guardados de Huelva

La mayoría de los ‘forasteros’ admiramos sus playazas kilométricas, nos declaramos auténticos fans de los jamones de bellota o de la estupenda gamba blanca del lugar, y conocemos, aunque sea en la distancia, el Parque Nacional de Doñana. Muchos también saben que es la cuna del fandango, que los británicos instalados en las minas de Río Tinto crearon aquí el primer equipo de fútbol de España o que Moguer y Palos de la Frontera son dos de las localidades de esta provincia que merecen una buena visita. Pero para los que no tenemos el carnet de ‘choqueros’ suele ser un completo desconocido el resto del listado de atractivos onubenses. Y resulta que es de los largos. Estos son sólo algunos de los secretos mejor guardados de Huelva, aunque os avisamos que quedan muchos más.

  • Castillo de Aracena (flickr | José Losada - imagen con licencia CC BY 2.0).

Teatro y danza en Niebla

En la histórica localidad de Niebla, la misma que tuvo como vecinos a tartessos, romanos, visigodos o musulmanes y que llegó a ser capital de un reino Taifa independiente, se celebra desde hace 31 años un festival de teatro y danza que ha tenido como últimos invitados a Charo López, Rafael Álvarez El Brujo, Aída Gómez o Eva la Yerbabuena. Esta ha sido su 31 edición y así, casi sin hacer ruido, ha conseguido establecerse como uno de los más atractivos de la escena española. Pero aparte de su cartel, lo atractivo del festival son las tablas sobre las que se representa, las del Castillo de los Guzmanes, una fortaleza de origen romano que conserva elementos del antiguo alcázar arabe aunque su planta actual es más reciente, del siglo XV. Para disfrutar de esta villa milenaria a la que rodean dos kilómetros de una muralla que tuvo su origen en la época romana, nada mejor que subir a los torreones del castillo de Niebla, desde donde hay unas vistas  espectaculares del río Tinto y de la ciudad.

El cotizado gurumelo paymoguero

Hace ya unos años que los expertos gourmets empezaron a fijarse en la amanita ponderosa, más conocida como gurumelo, un original hongo que aunque también puede darse algunas zonas del sur de Extremadura y de Sevilla, tiene su paraíso en los pueblos del Andévalo. Uno de ellos es Paymogo, donde llevan ya doce años organizando la Feria Gastronómica Transfronteriza del Gurumelo unos días antes de que comience la primavera. Lo sirven de decenas de forma diferentes: a la plancha acompañado de aceite y ajo, en revueltos y ensaladas, como ingrediente estrella de distintos guisos... Si no lo habéis probado aún, os advertimos que suele conquistar al personal. Y ya si estáis en esta localidad vecina de Portugal no podéis dejar de daros una vuelta por la iglesia-castillo de Santa María Magdalena, las ermitas de San Sebastián y de la Santa Cruz o el antiguo almacén de granos del pueblo, ahora reconvertido en Biblioteca Pública. Un pueblo onubense donde todo huele a auténtico.

Alájar

Dicen que los secretos turísticos son difíciles de guardar, y por eso la Sierra de Aracena está dejando de ser una desconocida. Pero además de Jabugo y del pueblo blanco que bautiza esta sierra o de su espectacular Gruta de las Maravillas -cuentan que es la primera cueva turística de España porque abrió sus puertas para los visitantes hace ya más de un siglo- hay más de una veintena de pueblos blancos, separados apenas 5 kilómetros entre ellos, que forman una ruta sin desperdicio. Entre ellos, Alájar es uno de nuestros preferidos: situado en el centro del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, un manto verde rodea el laberinto de calles empredradas sobre las que se levantan centenares de casas blancas tejadas. Allí se encuentra la iglesia, a los pies de la Peña de Arias Montano, declarada Bien de Interés Cultural, desde la que tendréis una panorámica de cine. Cuentan que la peña lleva ese nombre porque a ella se retiraba a meditar Benito Arias Montano, un influyente intelectual de su época que asesoró a Felipe II.

Parque Natural Marismas del Odiel

En la confluencia de las desembocaduras del Tinto y el Odiel, el encuentro de aguas dulces y saladas ha creado un espacio con decenas de paisajes diferentes que no podéis perderos: encontraréis lagunas y salinas, islas, playas, bosques, brazos de agua... Y también centenares de aves como los cormoranes, los flamencos o los somormujos. Declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, un lugar muy especial de este paraje es la Isla de Enmedio, que alberga una de las mayores colonias de cría europea de espátulas. Un tesoro natural desconocido para muchos que tiene la costumbre de dar sorpresas de las buenas.

La fiesta de la castaña en Fuenteheridos

Aunque casi siempre asociamos la Costa de la Luz a verano y mar, el interior de la provincia tiene su aquel, y tanto el otoño como el invierno son buenas épocas para explorarlo. En Fuenteheridos, además de la visita turística que pasa por el mirador de la Era de la Carrera, la Fuente de los Doce Caños, la Plaza del Coso o la iglesia del Espírtu Santo, una buena forma de disfrutar de otro tipo de turismo es asistiendo a la Fiesta de la Castaña, que se celebra la primera semana de diciembre, cuando finaliza la recolección. Un mercado de productos artesanos, degustaciones de migas con chorizo, el tradicional tostao de castañas, concursos de postres de castaña y la fiesta nocturna de rigor son algunas de las actividades que no faltan en ninguna de las ediciones de esta fiesta.

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