Destinos

Con estas cuevas… ¡que viva la Prehistoria!

“¿Alojarme en una cueva?”, “¿Sin ventanas?”, “¡¿Estás loco?!” ¡Espera! No te adelantes y mira esta selección que te hemos hecho. Borra esa imagen que tienes en la cabeza de Atapuerca porque fijo, fijo, alguna va a estar en la lista de tus próximas escapadas. Ya sabes, quedarte en una cueva es una apuesta segura; no importa la estación del año en la que nos encontremos ahí fuera porque la conservación dentro de estos alojamientos tan originales y tan históricos a su vez, será perfecta.

  • Casas Cueva La Tala.

No queremos que vivas las cuevas como lo hicieron nuestros antepasados; nos costó mucho salir de ellas y tampoco somos Bear Grylls, El último Superviviente. Queremos que lo hagas a cuerpo de rey y que no te falte ni un detalle mientras disfrutes de tu descanso. Para poder alojarte en casas tipo cuevas te tendrás que desplazar por la zona sur de España, donde son más típicas estas “edificaciones” que se aprovechaban del terreno escarpado. Eso no quiere decir que no las haya en el resto de España, pero no es lo habitual. Por suerte de muchos, algunas de estas viviendas se han rehabilitado y no les falta el más mínimo detalle, lo que nos permite pasar un fin de semana o unos días de descanso en un entorno totalmente diferente y aislados del mundo.

Las cuevas del Abuelo José

Situados en la zona de Guadix, en Granada, se encuentra este complejo tan especial delicadamente construido para el descanso de sus huéspedes. Hombre y naturaleza aunaron fuerzas para dar lugar a estas estancias hechas con materiales de cal y arcilla, entre muros gruesos capaces de aislaros de temperatura y ruidos.

No sólo podrás disfrutar de un alojamiento diez, sino que tendrás la oportunidad de darte un relajante remojón con contrastes de aguas en sus baños árabes acompañados de masajes para que volváis a vuestra rutina con cuerpo y mente nuevos. El lujo también es posible en el interior de la roca.

Casas Cueva La Tala

De un estilo mucho más rústico y también situadas en Granada, las cuevas de La Tala proporcionan calma e intimidad para sus habitantes. Se trata de un complejo donde cada vivienda no es igual a la anterior, cada una tiene su propia esencia y su propia personalidad. Se compone de estancias de distintas categorías desde suites a sencillas pero siempre conservando ese toque rural. Algunas, para sus clientes más exigentes cuentan con jacuzzi en su interior e, incluso, una zona exterior de zona privativa con barbacoa. Todos sus huéspedes pueden disfrutar de zonas comunes en las que disponen de piscina, pista de pádel y diferentes juegos y espacios amplios donde poder darse un buen paseo.

Bardeneras

Si os apetece viajar por el norte, Valtierra, en Navarra, es una opción perfecta. Auténticas casas bajo tierra a las que no les falta de nada. Son espaciosas y están decoradas con un toque moderno que contrasta con el entorno en el que se encuentran. Sólo te darás cuenta que estás bajo tierra por sus paredes rugosas labradas en la propia montaña, sus techos abovedados y por la ausencia de ventanas según te vas adentrando; pero no las echarás nada de menos. Todo el complejo se encuentra en el interior de la montaña, ¡hasta el bar!

Al- Axara

Querrás ir a Jorquera, en Albacete, sólo para poder disfrutar de lo que es el romanticismo bajo tierra. Puede que suene un poco extraño pero, cuando veas las estancias, sabrás lo que significa esta expresión. Estas cuevas son perfectas para una escapada de dos. Sus interiores tampoco os dejarán indiferentes, si os animáis a acercaros porque se componen de contrastes con muebles con historia rehabilitados con encanto y toques de modernismo que hacen a las veces de separación entre estancias. Además, en ciertos momentos, gracias a las pinturas que no sobrecargan para nada las habitaciones, parecerá que habéis sido transportados a las “Mil y una noches”.

¿Sabías que a demás estas casas reducen su impacto en la naturaleza? No sólo aprovecha la orografía como forma de construcción sino que se han estudiando los materiales para potenciar el uso de los elementos de la naturaleza como el sol en detrimento de otros como la calefacción; aunque también disponen.

Casa-nueva Río Chícamo

En Abanilla, Murcia, te puedes encontrar con este complejo que data de finales de 1800  y que era propiedad de antiguos agricultores. Todo el hospedaje ha sido totalmente rehabilitado; tanto es así que la antigua bodega ha sido reconvertida en un mini-bar donde podréis tomaros algo relajadamente. Incluso, dispondréis de un cómodo cenador para disfrutar de las vistas de la zona. Uno los fuertes de este alojamiento, además de su magnífica piscina exterior, es la tranquilidad que proporciona a sus residentes, ya que se encuentra en una zona aislada aunque con acceso asfaltado, para que vuestros traslados sean lo más cómodos posibles.

Si todavía no has experimentado lo que es dormir en roca pura, no desaproveches la oportunidad de sorprender a tus amigos o a esa persona especial, seguro que dará que hablar.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli