Déjate guiar y esfuérzate por hablar su idioma
Es decir, que aquellos que sufren preguntando a la gente local van a sufrir, pero si eres capaz de alejarte del cliché de “solo los tontos preguntan”, darás un paso hacia el conocimiento con mejor puntería. En los restaurantes déjate aconsejar; en los bares intima con los locales y pregunta qué ver o qué sitios están más de moda; renuncia a alguno de tus planes para cambiarlo por alguna sugerencia de alguien interesante que has conocido en el lugar. Hacer amigos es el mejor consejo que se puede dar a nadie, pero cuando más a alguien que no está en su país. Quizá la amistad dure siempre y puedas volver allí siempre que quieras.
Cuida al personal que te atiende
No seas de los que dejan tiradas las toallas en cualquier parte, el lavabo y la ducha llena de pelos, las sábanas hechas un burruño en el suelo, comida y bebida tirada por ahí y las maletas por cualquier lado. Es indispensable llevarse bien con quienes te hacen la cama, te limpian o te sirven de vez en cuando en la habitación. Cuando lo necesitas (que puede ser antes de lo que piensas), te ayudarán seguro, sobre todo si has dejado caer alguna propina de vez en cuando o algún detalle como mensajes de agradecimiento.
Conócete a tí mismo
Este lema inscrito en el templo de Apolo en Delfos es la mejor medicina para evitar disgustos. Tienes que admitir que no lo sabes todo y que en cada país las costumbres son diferentes. Adáptate. Reconoce tus límites y no arriesgues ¿Qué opinas de los españoles que viajen donde viajen siempre buscan el restaurante español, la paella o la tortilla de patatas? Sí, lamentable, porque para eso, uno se queda en casa (que es donde están las mejores tortillas, por ejemplo). Además, los fiascos culinarios perpetrados en nombre de la paella fuera de España son proverbiales.
Camina por donde haya gente
Escaparte a zonas aisladas, complicadas o sin gente puede sonar romántico pero es un riesgo que puede estropearte el viaje si no tienes claro que la recomendación te viene de buenas manos. Adentrarse solo en la favela de Brasil, ir al Bronx en Nueva York sin un plan determinado, colocarse en el punto de las Cataratas Victoria en el que casi nunca hay nadie... Por algo será...
Investiga tu destino
Ahora no tienes excusa, porque hay un montón de blogs con buena información y de primera mano. También tienes apps especializadas en viajes. Te pueden dar ideas, apoyar las que tú quieres hacer, puedes entrar en contacto con gente local y quedar con ellos antes de ir. Te harás una idea mucho más acertada del lugar y de sus habitantes, de sus costumbres... Meterás la pata mucho menos.
Cuida tu dinero
En el hotel, solo en cajas de seguridad y si no es posible... Siempre contigo.