Reúnete en una casa
Igual que quedas para ver un partido de fútbol o un evento deportivo X, convoca a tus amigos. Preferiblemente en casa -si no es la tuya, mejor, que luego hay que limpiar-, ya que dudamos que en algún bar accedan a programarlo como hacen con un Barça-Madrid, por ejemplo. Si podéis acomodaros en sofás o incluso cojines a pie de suelo, mejor que en sillas. Ya sabéis que el programa se hace larguito y los traseros empiezan a doler a la larga. Además, si alguno se duerme, no corréis el riesgo de que se escalabre.
Prepara algo de picar
Dado que esta LX edición se celebra en Viena, podéis preparar platos típicos de la cocina vienesa para meteros en el ambiente. Algunos de los que encontraríais en cualquier carta de un beisl, es decir, en cualquier taberna típica de allí. Un wiener schnitzel: filete empanado, acompañado con una rodaja de limón y patatas y perejil, knödeln: patatas redondas y grandes o albóndigas de pan o schinkenfleckerln: pasta con jamón y queso horneado. Y para remojar todo esto, un grüner veltiner, considerado bebida nacional. Pero como os costará encontrarlo, podéis darle a otro tipo de vino o directamente, al tinto de verano con Casera para emular su weisse gespritzte.
Haz una porra
Aunque hay numerosas casas de apuestas online a través de las cuales hemos podido ir haciendo un sondeo de lo que la gente espera en cuanto a resultados, podéis hacer vuestras propias apuestas a nivel casero para darle emoción al asunto. Eso sí, si vais a beber, preferiblemente antes para evitar conflictos. Elaborad la porra en función del país que ganará, de las posiciones que obtendrá cada uno, según la puntuación o incluso preguntándoos en qué lugar quedará Edurne. Por favor, que la cantidad de dinero sea simbólica, no queremos que terminéis con vuestra amistad.
Si eres rata, crea un premio
Si perteneces a la cofradía del puño y eres de los que prefieren apostar garbanzos antes que desprenderte del cobre porque crees que si lo guardas, a la larga podrás hacer un gran viaje o cambiar de casa, invéntate un premio. Si ni por esas te convence, porque tienes que gastarte pasta en comprarlo, elabóralo tú mismo al más puro estilo Art Attack. Algo sencillito, como un cuadro -bueno, quizá calificarlo como cuadro es pasarse- de alguna de nuestras ganadoras eurovisivas. Como sólo hay dos, te será fácil escoger.
Evita las fotos
Quizá te vengas arriba si has decidido abandonarte a las mieles del vino, dado que has hecho un esfuerzo por sentirte imbuido en el ambiente vienés, claro, y empieces a inmortalizar el momento fotografiando a diestro y siniestro, incluso a hacerte un par de selfies. Tanto si has acertado con tus predicciones respecto al ganador como si no, es probable que te avergüences al día siguiente de haber colgado las imágenes en tus redes sociales sosteniendo orgulloso el cuadro de Salomé o Massiel elaborado por tu colega. Para ello, evita por todos los medios tomar fotos.