Las de las mañanas
Los fines de semana abundaban en la mayoría de cadenas una programación para un público juvenil. Se caracterizaba por un episodio detrás de otro de diferentes series. Las cadenas que eran las absolutas reinas de este tipo de programación eran La 2 de Televisión Española y Antena 3. En La 2 nos despertábamos con una maratón de series para prepúberes y adolescentes sobre la vida diaria de alumnos de institutos americanos como Dawson Crece, Popular, Una chica explosiva o Las gemelas de Sweet Valley. Más tarde nos aventurábamos en el Medievo con Xena: la princesa guerra y en la antigua Grecia con Hércules.
Tampoco nos podemos olvidar de Blossom, que fue emitida en sus inicios en La 1 de Televisión Española en prime time con un enorme éxito, para luego ser repuesta en múltiples ocasiones en La 2. Algo parecido le ocurrió a Colegio Degrassi, que se dio a conocer por tratar temas polémicos por entonces como el sida y los embarazos no deseados.
En Antena 3 las mañanas de los fines de semana apostaban fuerte por El príncipe de Bel Air y Cosas de casa, dos series cómicas que lanzaron al estrellato a Will Smith y convirtieron a Steve Urkel en el empollón más adorable -e insoportable- de la televisión.
Las de las tardes
La sobremesa diaria empezó a poblarse de telenovelas a finales de los años 90, pero antes de su aparición las cadenas emitían series que enganchaban a una gran audiencia. En Telecinco supieron ver el éxito de las series para adolescentes con Melrose Place, emitida desde 1993 hasta el año 2000 en varios horarios, comenzando en el prime time, pero pasando rápidamente a la sobremesa. Para continuar con la idea de los conflictos en la adolescencia crearon unos años más tarde Al salir de clase, serie que aguantó en antena durante cuatro años. Para competir con Telecinco, en Antena 3 produjeron Nada es para siempre -que quería ser un Compañeros, pero a mediodía-.
Las series policíacas y de personajes sobrenaturales empezaron a ser muy seguidas; sólo hay que recordar Rex, un policía diferente, Walker, Ranger de Texas o Buffy, la cazavampiros. La serie sobre el defensor de la justicia y ex luchador de artes marciales Walker, Ranger de Texas creó una fama para Chuck Norris, que aún se mantiene en Internet con memes y gags que reflejan la capacidad de Norris de ser un cowboy invencible que da patadas de kárate mortales.
Las que conquistaban el prime time
Las noches en la televisión de los años 90 contribuyeron a que los españoles conocieran más sobre la medicina. A principios de los noventa la gran protagonista fue Farmacia de guardia, cuando finalizó, Médico de familia ocupó su lugar compitiendo con Urgencias -en la que George Clooney encarnó a uno de los doctores más populares y seguidos de la televisión-.
Desde Estados Unidos nos trajeron la sitcom por excelencia; Friends. Hace ya veinte años se comenzó a emitir la serie sobre la vida de un grupo de amigos que viven en Nueva York. La serie sentó el precedente de cómo hacer una comedia de calidad en 20 minutos y ha servido de imitación -o inspiración- a la mayoría de sitcoms que se emiten en la actualidad.
Telecinco apostaba fuerte por el prime time con series americanas como Ally McBeal, Embrujadas y Expediente X. Todas con un público diferente pero que daban como resultado audiencias masivas. A finales de los noventa apostaron fuerte por producciones propias como El comisario y Periodistas, series que reventaron los índices de audiencia e hicieron despegar la carrera de los actores y actrices más conocidos de la actualidad.
En Antena 3 prefirieron emitir entretenimiento de producción propia y acertaron. Compañeros, Manos a la obra y Los ladrones van a la oficina fueron algunos de los productos más populares y vistos de hace veinte años. Incluso buscaron repetir el éxito -y lo consiguieron- de Compañeros con una versión parecida, como fue Física o Química.