Pese a haber desaparecido ya, The Office es todavía, tanto en su versión estadounidense como británica, la primera opción cuando hablamos de series en el lugar de trabajo. Seguro que sentado al lado tuyo tienes a un friqui seminazi como Dwight Schrute, que parece asesinar gatitos en su tiempo libre (por mucho que al final sea un buen tipo). O te ves obligado a mirar con el rabillo del ojo a Pam Beesley, la mejor vecinita de al lado salida de la factoría de vecinas de al lado, tu mejor y más inalcanzable amiga. Y no hablamos de tu jefe, Michael Scott, un señor tan necesitado de tu atención como incapaz de dirigir cualquier cosa que no sea ordenar sus Micromachines. ¿Qué no pasas por el aro? Todavía te queda Don Draper, aunque éste parece que ya no va a volver mucho por su despacho.
Tomárselo con humor con The Big Bang Theory
Es un tópico, pero la multipremiada serie interpretada por Jim Parsons y compañía sigue siendo lo más parecido a un blockbuster en versión serie televisiva. Con su trío protagonista haciéndose ya con un millón de dólares por capítulo de cara a los próximos tres años (tras una dura negociación que ha durado todo el verano), la serie sigue siendo la favorita de la audiencia norteamericana.
Y si hay que volver al tajo, quizá nos venga bien una comedia ligera sobre un grupo de tipos muy seguros de sí mismos en todo lo referido a su actividad, pero que virtualmente desconocen esa aplicación llamada “asertividad” y otras fobias sociales. Silicon Valley de HBO y Mike Judge es otra alternativa, algo más agresiva pero sin duda más refrescante.
Policías polis
Para subirnos la moral lo mejor es pensar que somos tipos duros, de esos capaces de despachar a su jefe con un chiste y a los malos de un balazo igual que los que vemos en la tele. Como lo de Chuck Norris está ya muy pasado (y Chuck Norris no trabaja, salvo que una patada giratoria diga lo contrario) vamos a centrarnos en la figura del comisario Gordon, que con el tiempo se convertirá en uno de los pocos aliados del mismísimo Batman.
Gotham, adaptación del universo de los cómics DC ambientada en la ciudad homónima, es uno de los lanzamientos estrella de la temporada: no tiene tipos que se quitan la camiseta sin mayores explicaciones como Arrow, pero sí parece aportar la necesaria dosis de oscuridad sexy para el otoño que se nos viene encima. Y sobre todo, muchos hombres en gabardina tratando de restaurar la ley en una ciudad repleta de callejones sin salida, a la espera de un buen caballero oscuro que solucione las cosas.
Hospital General
Septiembre marca el retorno de la mayoría de las series presentadas en los upfronts, ya sean novedades o retornos más o menos sonados. Aquí nos quedaremos con Red Band Society de Fox, no por orgullo patrio (se trata de la adaptación de la célebre Pulseras Rojas, de Albert Espinosa y Pau Freixas) sino porque nos recuerda que otros no son tan afortunados como para permitirse volver, y aun así ven las cosas con mejor humor que nosotros. Y porque no nos engañemos: en cuanto a series ambientadas en un lugar de trabajo, las de médicos están en el top de la lista…
https://youtube.com/watch?v=JPEI4CnAC4c
¿Abogado? A-bo-ga-dooo
The Good Wife parece haber encontrado su definitiva consagración en los Emmy. No porque haya ganado muchos premios, aunque al menos su protagonista, la recientemente atractiva Julianna Margulies, se ha llevado su presa a casa. Más bien porque nos ha recordado, tras una temporada veraniega llena de sinsabores, que la mejora cualitativa de la serie, temporada tras temporada, es un hecho que debería auparla a la categoría de artículo de lujo.
Al cuerno con todo
Y si sólo te queda desear irte a otro sitio y lugar, y no te consuela pensar que la destrucción del mundo tal y como lo conoces es peor que volver al trabajo (al fin y al cabo, en The Walking Dead lo están pasando peor que tú), qué mejor opción que huir de todo y tirarte de cabeza en la Tardis del Doctor Who, que acaba de regresar estrenando duodécimo doctor, Peter Capaldi, para vivir nuevas aventuras con cierta flema británica.
Porque volver al trabajo hay que volver, pero no hay por qué perder la compostura terrícola al hacerse un Jerry Maguire. Y si eres más bien negado con la informática, espera a ver el salpicadero de este tipo…