El coste que pagará Vodafone por dejar de emitir el fútbol en su televisión de pago podría ser elevado. La compañía reconoce que aproximadamente 400.000 de los clientes de este servicio tienen contratado este deporte, lo que equivale al 25% del total. Entre las acciones que ha anunciado para tratar de retener a este público se encuentra la de ofrecer gratis los partidos que conservará para la próxima temporada, que serán ocho de Primera División, los de Segunda y la Copa del Rey. Ahora bien, en su plataforma no se verá El Partidazo -que suele incluir al Real Madrid o al F.C. Barcelona- ni la Liga de Campeones, dos reclamos fundamentales para los aficionados.
La empresa comandada en España por Antonio Coimbra anunció recientemente su decisión de renunciar a comprar el fútbol, ante la dificultad que supone rentabilizar esta millonaria inversión. Ciertamente, su precio ha aumentado progresivamente desde que las telecos comenzaron a utilizarlo como uno de los productos estrella de sus ofertas convergentes, lo que ha beneficiado a los clubes, pero también ha creado una burbuja de precios que ha repercutido en los operadores.
Pese a esto, este deporte es el gran producto premium de la televisión de pago, lo que podría costarle caro a Vodafone. Basta con ver el listado con las emisiones más vistas durante los pasados abril y mayo en estas plataformas –cuando se deciden las principales competiciones futbolísticas- para cerciorarse de su importancia.
Esos meses, 48 de los 50 programas más vistos fueron partidos y contenidos relacionados con el fútbol. Los otros dos, fueron carreras de Fórmula 1, que también renunció a emitir Vodafone.
Su estrategia para evitar perder clientes como consecuencia de su renuncia a emitir El Partidazo y la Liga de Campeones pasará por ofrecer gratis el resto de los partidos –y a 5 euros mensuales a los nuevos clientes- y por reforzar sus contenidos de ficción, donde contará con los canales de cine y series de Movistar y con HBO o AXN Now en exclusiva. Ahora bien, fuentes de sus competidores inciden en la importancia de tener todo el fútbol y recuerdan el daño que sufrió Movistar en la última parte de 2015, cuando no emitió la Liga de Campeones ante su negativa a pagar a Jaume Roures –propietario entonces de sus derechos audiovisuales- la cantidad que le reclamaba. Entonces, perdió 70.000 clientes, mientras que Vodafone ganó 87.000 y Orange, 62.000.
Desde Vodafone afirman que siempre hay espacio para rectificar esta decisión. En ese caso, podrían comprar el fútbol a Movistar, dado que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) le obliga a compartir con el resto de los operadores una parte de sus contenidos premium, en la que se encuentran estos partidos.
Pérdida de líneas móviles de Vodafone
El negocio de la multinacional británica en España ha ofrecido algunas señales de debilidad significativas durante los últimos tiempos. Según datos de la CNMC, entre abril de 2017 y el mismo mes de 2018 registró una pérdida de 199.595 líneas móviles, frente a las 384.175 que ganó Movistar y las 969.727 de MásMóvil. Orange las redujo en 74.489.
En banda ancha móvil, perdió 95.450 líneas, frente a las 920.384 que ganó Movistar, las 75.127 de MásMóvil y las 306.461 de Orange. En internet fijo ganó 95.788 líneas y logró mejores resultados que Orange (-16.357) y Movistar (32.931), aunque peores que Euskaltel (113.554) y MásMóvil (468.773).
Su televisión de pago contaba a finales de 2017 con 1,4 millones de clientes y ocupaba la segunda posición entre los operadores, por detrás de Movistar (3,8 millones). A partir de ahora, habrá que ver el coste que paga, en número de abonados, con la decisión de retirar de su plataforma de televisión una buena parte de los partidos más atractivos. También el efecto sobre su cuenta de resultados.
Cabe recordar que Movistar desembolsará 1.300 millones de euros por retransmitir la Liga y la Champions League durante cada una de las próximas tres temporadas. Orange ha llegado a un acuerdo con la telco presidida por José María Álvarez Pallete para incluir estos contenidos en sus plataformas, pero no así Vodafone, que ha puesto en cuestión la viabilidad de este negocio.