Llegó inesperadamente a la dirección de ABC en medio de un ERE traumático para sus subordinados. Hacer viable y modernizar el diario han sido sus principales afanes en estos tres años y medio. Asegura haberlo conseguido y anuncia que espera seguir trabajando en esta época tenebrosa para los diarios impresos. Bieito Rubido accede gustoso a conversar largo y tendido con Vozpópuli en un despacho decorado con la sobriedad y la simbología del rotativo que comanda. Es un periodista que, contra lo habitual en este oficio, habla con humildad. Tiene un aire de bonachón que es solo eso, el aire, porque cuando te confías de repente se revuelve y te hinca un colmillo afiladísimo. Ahí le sale esa mordacidad tan gallega que deja entrever un buen humor que a veces aparenta seriedad. Huye de prejuicios y apriorismos con respuestas directas. Pareciera que la austeridad que propugna para los gastos la aplica también a la conversación. Pero también se trata de una máscara, porque de súbito cita de memoria a autores clásicos e invita a charlar largamente. No acepta lecciones de nadie. Quizás porque la lección de los principios monárquicos la tiene bien aprendida.
-¿Es ABC una rémora para el grupo Vocento?
-En absoluto. ABC es una de las joyas de Vocento. Es más que un periódico, es una institución en la prensa. Vocento es el grupo que tiene más cabeceras y necesita una en la capital de España.
-ABC ha tenido una grave caída de lectores según el EGM. Dos cosas al respecto. ¿Cuántos lectores tiene ahora el periódico? ¿Y cómo es esa medición del EGM que parece arrojar datos contradictorios?
-El EGM está bajo sospecha desde hace muchísimos años. En ABC a día de hoy no la reconocemos como herramienta fiable. Hay tres periódicos que aparecen en el EGM por encima de nosotros en audiencia pero que venden miles de ejemplares menos en el quiosco. Hay un caso como el de La Vanguardia, que está vendiendo 47.000 ejemplares en quiosco, cuando nosotros estamos vendiendo más de 100.000 ejemplares. Está claro que no se compadece la venta objetiva, medida y autentificada por la OJD con los datos del EGM. El EGM nunca le dio buenos datos a ABC. El lector de ABC es normalmente de una extracción social más alta, de alto nivel de poder adquisitivo, un lector que es más difícil de encuestar, por muchos motivos. ABC arrastra históricamente una dificultad de valoración en el EGM. Dicho lo cual, cuando fui director de La Voz de Galicia el EGM nos dio 750.000 lectores. Vamos, venían a leernos hasta los muertos de nuestra zona. Trabajé en Antena 3 radio y recuerdo que a una emisora nos daba 42.000 oyentes en una comarca donde no vivían ni 30.000. Esas cosas pasan en el EGM. Es un instrumento lleno de debilidades en su metodología.
-¿Y cuántos lectores tiene ahora ABC?
-Superamos con mucho el millón de lectores en difusión. Estoy seguro por muchas cosas. En primer lugar porque la media de lectura de un periódico en España está en cuatro personas por ejemplar. Nosotros tenemos mecanismos de medición en la web que así lo indican. Todo eso lo saben las agencias de publicidad, que no han abandonado a ABC. Somos el periódico que menos cae en inversión publicitaria. Quienes sí saben dónde tienen que gastarse el dinero saben también dónde hay audiencias y qué perfiles de audiencia.
-El periódico arrastra pérdidas continuadas y millonarias. ¿Cómo están las cuentas?
-Somos ahora mismo, en 2013, el periódico que mejor resultado va a dar en la capital de España. Vamos a perder bastante menos que El Mundo o El País. Pero además efectivamente ABC tenía una estructura muy grande. Tengo aquí la evolución desde 2008 en la cuenta del Ebitda. En 2008 ABC perdió 43 millones, en 2009, que es cuando se hizo el ERE, perdió 56 millones, en 2010 pasó a perder 21, en 2011 perdió 17, en 2012 perdió 11 y en 2013 apenas va a perder dos. Y ya tenemos la previsión de que el año que viene ganaremos entre dos y cuatro millones de euros, dependiendo de cómo se comporte la publicidad. Somos el único periódico de la capital de España que hemos evolucionado desde abajo hacia arriba. Porque hicimos un ERE mucho antes que nuestros competidores, porque la plantilla ha hecho un sacrificio reduciéndose un 10% primero y un 5% después su salario, porque, como tú puedes comprobar mirando por esta ventana, ahí había una rotativa que se vendió al Banco Popular, porque nuestros colaboradores han sufrido hasta un 40% de rebaja en sus pagos por las colaboraciones y porque los directores anteriores tenían chófer y guardaespaldas y el actual se va en un taxi. Hubo uno que tenía cinco secretarias y el actual tiene una.
-O sea, una política de austeridad…
-Y, muy importante, una política de concebir un periódico moderno. ABC es un periódico muy moderno tanto en la configuración como en la filosofía de trabajo de su redacción. Hoy por hoy, teniendo 110 años, para mí el periódico más moderno de Madrid es ABC.
-Hablamos de ERE, de reducciones de sueldo, de bajas incentivadas… ¿Cómo reacciona la plantilla ante todo eso?
-Mal, todas las plantillas reaccionan mal…
"La plantilla de ABC hoy, con 170 redactores, es más eficiente que antes, con 400"
-¿Ha habido mucha contestación interna?
-A mí me tocó una segunda parte del ERE, la primera fue muy violenta. Los ERE siempre son muy traumáticos. En los periódicos tienen una amplificación enorme. Y evidentemente en todos los ERE hay alguno de los afectados que te guarda rencor. Pero el rencor genera cáncer. No se lo recomiendo a nadie. Me echaron en una ocasión y no guardo rencor a nadie, todo lo contrario. Decía Plutarco que si no tienes enemigos no has hecho justicia ni dices la verdad. Nosotros probablemente en algunos casos nos hemos podido equivocar. Había que hacer viable el periódico y eso se hacía prescindiendo de gente en una plantilla que hoy, con 170 redactores, es más eficiente que antes, con 400.
-¿Los fichajes de David Gistau y Emilia Landaluce han sido una maniobra para debilitar a El Mundo además de para favorecer a ABC?
-En absoluto. No hacemos nada pensando en la competencia en la política de personal. Hay que estar atentos en cuanto a los contenidos. En los dos casos había más ganas por parte de Gistau y Landaluce de venirse a ABC que al revés. Gistau quería estar en la casa de los grandes escritores en periódicos, donde escribió Azorín, donde escribió Camba, donde escribieron Fernández Flórez, Gómez de la Serna, Ruano… Él quería estar en esa nómina histórica donde también escribió Campmany. Y en el caso de Emilia ella vio una oportunidad de hacer una información más reposada, más glamurosa, más contrastada y con mejor tono.
"Gistau quería estar en la casa de los grandes escritores en periódicos, donde escribieron Azorín, Camba, Fernández Flórez, Gómez de la Serna, Ruano..."
-En esa línea de apostar por la escritura hay un caso muy reciente, una apuesta suya al poner a hacer la crónica deportiva a un columnista del periódico que es Hughes…
-En estos momentos de sobreoferta de contenidos solo vas a triunfar por la diferenciación. A los medios de comunicación en el futuro va a funcionarles la marca, en cuanto a que los lectores se identifiquen con ella. ¿Con qué queremos nosotros que se identifique nuestro lector? En primer lugar, cuando publicamos algo es cierto. Puede meterse la pata una vez, pero la norma general es que en ABC se contrasta mucho la información. Preferimos no publicar una información a publicarla sin contrastarla, precipitadamente, con una ansiedad que a algunos colegas les genera problemas muy serios. Además, la jurisprudencia está empezando a cambiar y, o cuentas la verdad, o tienes esos problemas. En segundo lugar, está la calidad de la escritura. Queremos que en ABC se escriba mejor que en otros periódicos. Y, finalmente, tienes que diferenciarte. Es decir, una crónica del Real Madrid escrita al uso habitual la publican todos. ¿Qué hace ABC? Una vieja tradición. No es la primera vez que ABC tiene a columnistas escribiendo de deportes. Lorenzo López Sancho, que después terminó siendo crítico de teatro, hizo durante muchos años la crónica del Real Madrid. Es el autor de frases tan geniales como “la mejor defensa es un buen ataque”. Esa expresión se escribió por primera vez en ABC. Fue López Sancho tras hablar con Di Stefano. Le preguntó que cómo defendería mejor y él respondió que “atacando”. Otra expresión que se utilizó por primera vez en ABC es “la serpiente multicolor”, a propósito de la vuelta ciclista. Hubo una larguísima tradición de cronistas deportivos con gran calidad literaria. En el caso de Hughes, es un tipo de enorme calidad. Al pobre le gusta llamarse por su nombre, que es Paco Santas, pero se le ha quedado Hughes como a Azorín le quedó Azorín.
-Hace poco usted dijo que los periódicos están “dando palos de ciego” respecto a su futuro… ¿Digital, papel o ambos?
-Creo que respecto al futuro, que es incierto por naturaleza, solo puedes hacer previsiones en temas muy obvios. Pero lo que digo es que todos los grandes expertos del mundo entero que están abordando esta cuestión no tienen una idea clara de qué hacer. Y pongo el ejemplo de Jeff Bezos, que al comprarse el Washington Post reconoció que no sabía lo que iba a hacer y que iba a ensayar. En un encuentro reciente en España reconocía que tampoco sabía muy bien. Va a hacer prueba y error. Lo que sí creo es que a los periódicos de papel les quedan muchos años de vida. Y lo que sí tenemos que hacer es combinar inteligentemente los distintos soportes. El papel todavía tiene muchos años de vida y de momento es el primer foco de ingreso de nuestra compañía y de nuestros competidores. Y los soportes digitales que es una gran oportunidad para pagos por suscripción. Piense usted que el 60% de nuestros gastos son comprar papel, imprimir papel y llevar ese papel a los quioscos. Y nos queda un 40% para pagar plantillas, colaboradores, marketing…
"Tengo en mi móvil fotos de gente joven que va por la calle leyendo el ABC y gente mayor con El País y El Mundo"
-¿Qué hace ahora ABC para atraer a un lector más joven?
-ABC tiene muchísimos lectores jóvenes. Eso es una afirmación, si me permites y lo digo en general, que es propia de gente que no reflexiona sobre este tema. Tengo aquí, en mi móvil, fotos de gente joven que veo por la calle leyendo el ABC. Y de gente mayor con El País y El Mundo. Esto es como si alguien plantea que el Corriere della Sera, que tiene 170 años, ya no tiene lectores porque se murieron todos. O que el Times de Londres ya no tiene lectores. Es una simpleza. La sociedad española se divide en dos mitades básicamente, el centro derecha y el centro izquierda. Y en el espectro del centro derecha hay, por tanto, un mercado de lectores muy importante para ABC.
-¿Y en ese espectro hay mercado o espacio para tantos periódicos como hay ahora?
-Yo creo que no. Deberían quedar en Madrid dos o tres periódicos en total. Evidentemente, lo sensato sería un periódico de centro derecha y otro de centro izquierda. Yo no sé los otros, pero desde luego ABC sí va a seguir existiendo en los próximos años. Te emplazo a que comamos dentro de diez años y, aunque probablemente yo ya no sea el director, veremos que ABC existe. No se puede decir lo mismo de otros.
"Las fusiones tienen que hacerse para generar valor, pensando en los lectores y hay fusiones pensadas por algunos para salvar su culo"
-¿Habrá fusiones?
-Las fusiones siempre tienen que tener como objeto generar valor. Y las fusiones que algunos planteaban no generaban ningún valor. Un estudio dice que el 70% de las fusiones suponían un gran fiasco. Entonces, la fusión sí en caso de que genere valor. La fusión de ABC con un periódico A podría generar valor, pero la fusión con un periódico A1 no va a generar valor sino al contrario porque nuestros lectores nos abandonarían. Algunas fusiones están pensadas por algunos para salvar su culo, pero no para generar valor. Para generar valor tienes que ir al perfil de tus lectores. No puedes ir a una fusión para salvar el desastre económico de alguien.
-¿Es ABC un periódico de partido?
-No. Es un periódico de valores y de principios. ABC defiende unos determinados valores. Es más, a ABC lo definen los valores que defiende. ABC defiende la unidad de España, la libertad en todos sus amplios rostros, de pensamiento, de expresión, de movimiento, economía libre de mercado… Defendemos el orden constitucional, el estado de las autonomías, la familia, la Iglesia católica, la Monarquía… Quienes coinciden con nosotros en esa defensa tienen nuestro apoyo. Pero defendemos ideas, no a personas. No somos de partido. Ni apoyamos coyunturas personales de determinadas personas, ni apoyamos a personas con comportamientos irregulares, ni apoyamos a un partido concreto. Evidentemente, tenemos más coincidencia con un partido que con otros. Hay partidos que creen más en la economía liberal y otros más en el intervencionismo. Pero eso es algo normal en una sociedad libre y democrática. Lo que no acabo de entender es por qué cuando El País apoyaba ciegamente a Felipe González era un periódico extraordinario y cuando no tan ciegamente, con alguna queja, apoyaba a Zapatero también era extraordinario. Y a los demás parece que se nos niega la posibilidad de posicionarnos en la defensa de una coyuntura concreta de España. Nosotros al Gobierno actual le hemos apoyado en su impulso reformista, porque creemos en ello. Pero, por ejemplo, hemos sido muy críticos con el Gobierno tanto en temas de política antiterrorista como en el tema de Cataluña, donde le reclamamos una actitud más decidida. Son nuestros principios y le pedimos que se moje. Ahora, por ejemplo, en la reforma educativa. ¡Pero si es un clamor que este país necesita una reforma educativa!
"¿Pero quién es el señor de 'El País' para decirme lo que tengo que preguntar? ¿Qué es eso de que siempre pregunten los mismos? ¿Qué es eso de pactar las preguntas?"
-Se ha hablado mucho de la posición de ABC en el caso Bárcenas. Y más aun sobre una pregunta en una rueda de prensa, cuando un periodista de ABC le preguntó a Rajoy sobre el asunto de Bárcenas. En twitter, por ejemplo, se aseguraba que la pregunta estaba pactada entre el Gobierno y ABC. ¿Qué pasó exactamente?
-Niego radicalmente que hayamos pactado nada con el Gobierno. Yo no me dedico a llamar por la mañana para pactar una pregunta. Lo que reivindico es la libertad de ABC para hacer su periodismo y no estar en manos de dos personas que tenían absolutamente copadas y monopolizadas las ruedas de prensa en Moncloa. A eso me negué radicalmente. Y eso es profundamente antidemocrático y un atentado a la libertad de expresión. Me llama la atención que la Asociación de la Prensa de Madrid todavía hoy no ha dado amparo a Mariano Calleja. Pero pasará como una de las páginas más negras de la APM. Porque lo que hay que dar es libertad y que cada uno pregunte lo que quiera. Yo no voy a hacerle la rueda de prensa al diario El País ni a El Mundo porque a mis lectores no les interesa y no tienen la misma sensibilidad. Yo tengo que hacer, en libertad y en democracia, el periodismo que yo quiera. Como usted hace el periodismo que usted quiera y su jefe, Jesús Cacho, hace el periodismo que él quiera. ¡Faltaría más! ¿Pero quién es el señor de El País para decir lo que tengo que preguntar? Es un atentado a la libertad de expresión. Nosotros, en el caso Bárcenas, entre defender al señor Bárcenas e instrumentalizarlo, como hacen otros periódicos, o tener por lo menos una duda razonable del comportamiento del presidente del Gobierno, evidentemente estamos con el presidente del Gobierno. El que está en la cárcel, el de los 50 millones de euros y el que parece que no tenía una conducta muy plausible es el señor Bárcenas. La prueba evidente es que nos premiaron los lectores. Justo a partir de la polémica del 15 de julio crecimos diez mil lectores en los quioscos. No admito superioridad moral ni lecciones de periodismo o democracia por parte de ningún colega de Madrid. Y al contrario: nosotros vamos a seguir pidiendo que haya igualdad de oportunidades. ¿Qué es eso de que siempre pregunten los mismos? ¿Qué es eso de pactar las preguntas? En la Casa Blanca no se pactan.
-ABC es ante todo un periódico monárquico. Y hay una pregunta que he hecho a los demás directores. ¿Hay alguna presión de la Casa del Rey?
-Ninguna, de verdad. Jamás hubo una llamada desde la Casa del Rey ni a mí ni a ningún directivo de Vocento. Nosotros defendemos la institución de la Corona porque creemos que juega un papel de arbitraje en una sociedad bastante convulsa y con problemas territoriales. La Monarquía nos parece muy útil en la sociedad española y la mayoría de los países europeos más avanzados son monarquías. La defendemos porque está en el ADN de esta casa. Pero no defendemos, como te decía antes, actitudes personales.
-¿Por ejemplo en el caso Urdangarín?
-Ya dijo el Rey que nadie está al margen de la ley. Si los tribunales le condenan, condenado. Pero ya están teniendo una condena previa de banquillo. La infanta Cristina está teniendo un problema de indefensión frente a otros ciudadanos. Cuando sistemáticamente Hacienda y el fiscal dicen que no ven delito, aparece la sombra de sospecha de que es porque se trata de la Infanta. A lo mejor si fuera Maricarmen Rodríguez, empresaria de Almería, pasaría lo mismo. Nosotros defendemos la Corona, la figura del rey Juan Carlos y la figura del príncipe Felipe, que tiene una categoría gigantesca y la va a demostrar. Ahora, si hay comportamientos irregulares en el entorno de la Familia Real, vamos a criticarlos. Hay gente que me dice que cuando lee algo de Urdangarín en ABC se lo cree, pero cuando lo lee en otro sitio tiene dudas.
-Vamos con Cataluña. ¿Es real que la prensa catalana está demasiado subvencionada?
-En Cataluña hay un régimen de subvención muy potente a la prensa. Cuando llegó el tripartito al poder aparecieron grandes cantidades de adquisición de ejemplares… La consejería de Sanidad compraba veintitantos mil ejemplares al día a un periódico de Barcelona. Usted puede encontrar periódicos catalanes gratuitos en muchas partes de España. Nosotros decidimos que íbamos a quitar todas esas ventas falsas.
-Ventas que se hacen para inflar la difusión…
-En España la prensa local y regional está muy subvencionada por parte de algunos gobiernos autonómicos. Y eso es muy negativo.
-Supongo, por lo que dice, que no es muy partidario de que la prensa nacional reciba subvenciones…
-La nacional tiene muy difícil lo de las subvenciones porque el Gobierno central no tiene nunca esa política. Esto funciona más en diputaciones, ayuntamientos… Es algo con lo que habría que acabar. Es cierto que debe haber políticas activas que ayuden porque los medios son estratégicos por su importancia en las sociedades democráticas. Pero deberían ser ayudas muy objetivables, transparentes, incluso con un programa de ayudas aprobado en el Parlamento, con ayudas al fomento de la lectura, a la formación en nuevas tecnologías, etcétera. Pero eso de que la consejería de no sé qué otorgue millones de euros…
-El caso de La Vanguardia es muy llamativo. Es un periódico que ha defendido cuestiones muy similares a ABC respecto a la forma del Estado. Y su dueño, el Conde de Godó, es un grande de España. ¿Se entiende que tenga ahora una línea editorial tan cercana al independentismo?
-No conozco los motivos que mueven al propietario de La Vanguardia. Creo que se ha moderado en los últimos tiempos. Lo que sí creo es que se equivocan. Las guerras modernas están siendo y van a ser guerras económicas. A Cataluña nadie va a ir con tanques. Cuando los nacionalistas están pidiendo cosas que no están fundamentadas ni en la historia, ni en temas objetivos de balanzas fiscales, quieren una fractura tan excepcional que no pueden pretender que no haya consecuencias económicas también excepcionales. Por ejemplo, las entidades financieras catalanas, a las que se les ha ayudado tanto con dinero de todos los contribuyentes, las posiciones de la oligarquía catalana… Esto no es el año 34, cuando un general va a tirar unos cañonazos y decía que había que bombardear Barcelona cada cierto tiempo… No, no, esto es una guerra financiera. Y los nacionalistas la van a perder. Y de hecho la están perdiendo ya. Son los que más dificultades tienen para salir de la crisis. No tienen atractivo para el inversor y tienen una deuda gigantesca de 47.000 millones. Y su gran negocio, que son mercados regulados, también lo van a perder. Creo que el Conde de Godó y su equipo directivo tendrán que reflexionar qué quieren ser en los próximos años. Si lo que quieren ser es una arcadia feliz de pastores, pues muy bien, pero se equivocan.
-En Cataluña hay un organismo dependiente de la Generalitat, el CAC, que ha acusado a periodistas de fomentar el odio…
-Quienes lo fomentan son ellos. ¿Tú crees que una persona como Gabriel Albiac, que procede de la izquierda en la época dura del Partido Comunista en la clandestinidad y que ha recibido el premio Toledano entregado por el Gobierno de Israel, se le puede llamar nazi? Un hombre que ha escrito una de las mejores historias sobre los judíos, que es 'La sinagoga vacía'. A mí me mandó una carta el señor Homs en la que decía que me remitiría… Son muy aldeanos y creen que con esos organismos de campanario pueden cambiar las cosas. Esto es otro mundo.
-¿Qué diferencias hay entre dirigir un periódico en Madrid y otro en su tierra?
-Muy pocas. Eso es sorprendente. Ahora mismo estoy encantado. Soy muy afortunado. Que te designen tiene una parte de azar. Yo estoy hoy por hoy mejor en ABC que cuando dirigía La Voz de Galicia. En aquella época decía que el único que no me llamaba era Arafat y, por ello, en las páginas de internacional podíamos hacer lo que quisiéramos. (Risas) Pero cuanto más constreñido es el ambiente, cualquier consejero gallego presionaba más. Cuanto más amplio es el ámbito de discusión, te mueves con más comodidad. Pero en lo demás es muy parecido.
"En 2010 había en la redacción un ambiente de derrota y ahora, en 2013, es de victoria"
-¿Cuál es el balance de estos más de tres años al frente del periódico?
-Estoy muy contento porque hemos puesto las bases de un periodismo moderno. Nuestra forma de trabajar, nuestra redacción, nuestra política de recursos humanos son muy modernas. Hemos logrado las fusiones de las redacciones de papel e internet. Le hemos dado más protagonismo a los periodistas. Estamos intentando incorporar las mejores firmas porque quien escriba bien en el periodismo español debe hacerlo en la casa de la buena escritura, que es ABC. Y, muy importante, el ambiente. En 2010 había un ambiente de derrota y ahora, en 2013, es de victoria. La gente está muy contenta y sabe que podemos ganar. Hay un nivel de transparencia enorme, porque se debate absolutamente todo. Aquí se habla todo y todos saben las causas por las que se publican unas cosas u otras. Y esa transparencia hace que el periódico tenga, y me vas a permitir la inmodestia, un punto de honestidad mayor que otros.