El grupo Intereconomía vive uno de los peores momentos de su historia. Tras el cierre de la edición impresa de La Gaceta, conocido este jueves, la empresa presidida por Julio Ariza va a presentar dos expedientes de regulación de empleo (ERE). Uno afectará los trabajadores del diario, de los que la mayoría serán despedidos, aunque otros se quedarán para trabajar en la edición digital. Otro está destinado a los empleados del canal de televisión, que acaban de concluir una huelga de diez días. Fuentes oficiales de la compañía explican a Vozpópuli que, en contra de algunas informaciones que apuntan a un cierre, la intención es continuar con el negocio. De hecho, en enero vuelve la emisión de la programación habitual de Intereconomía TV, incluidos los espacios El Gato al agua, Punto Pelota, Queremos opinar, además de los informativos de la cadena.
Los dirigentes de la compañía han tomado estas decisiones drásticas dado que la situación es límite. A la mayoría de los empleados se les deben en estos momentos seis nónimas. O incluso más, si se tienen en cuenta la paga extra y la nómina del mes en curso, a punto de acabar. De hecho, en el caso de la televisión, se trata de un expediente abierto a todos los trabajadores, explican fuentes de Intereconomía. De hecho, así lo habían solicitado antes de ponerse en huelga. El ERE de Intereconomía TV será presentado ante las autoridades pertinentes el próximo lunes. Tras los paros de los últimos diez días y teniendo en cuenta los impagos, se espera que muchos empleados se apunten, según fuentes de los propios trabajadores.
El expediente de regulación de empleo de La Gaceta se presenta en la Administración mañana mismo, viernes. Se trata de "un expediente de extinción por el cierre de la edición impresa", según fuentes de la empresa. Es de suponer, por tanto, que la mayoría de empleados que hasta ahora trabajaban en el diario serán despedidos. Aunque, eso sí, algunos se quedarán para seguir trabajando en la edición digital. Fuentes de los empleados aseguran a Vozpópuli que de momento solo saben que la empresa les ha dado vacaciones durante los próximos días y que mañana se celebra una reunión entre sus representantes y los de la compañía.
De todas las unidades de negocio, la que mejor funciona es la radio, donde finalmente los representantes de la dirección y de los empleados han llegado a un acuerdo para que las emisiones continúen como en los últimos tiempos. Los empleados de la radio han cobrado ya algunos de los sueldos que las empresa les adeuda. Quizás la prueba más evidente de la difícil situación que atraviesa el grupo presidido por Julio Ariza sea el sorprendente y fulminante despido del exitoso periodista Josep Pedrerol.