El proceso de venta de Mediapro sigue en marcha, aunque a un ritmo mucho más lento de lo esperado. El responsable del grupo, Jaume Roures, ha asegurado recientemente que la operación está prácticamente cerrada, sólo pendiente de la resolución de unos trámites legales. No obstante, los socios de Roures temen que su desenlace se demore durante algunas semanas más como consecuencia de la “lentitud” en la toma de decisiones del potencial comprador, el fondo chino Orient Hontai.
Fuentes conocedoras de las conversaciones han detallado a Vozpópuli que las previsiones iniciales apuntaban a que la venta se realizaría antes del verano, cuando comenzó a negociarse en exclusiva con Orient Hontai, después de que el fondo británico Pamplona Capital Investment –propiedad del multimillonario ruso Alexander Knaster- quedara descartado. Sin embargo, la dificultad para analizar todos los activos de la compañía –presente en los cinco continentes- y para poner de acuerdo a los representantes legales de las diferentes partes implicadas han retrasado considerablemente el cierre de la operación.
A estos factores se une la tardanza de los inversores chinos en responder a las peticiones que reciben por parte de los potenciales vendedores. Entre otras cosas, por la farragosa burocracia del país asiático, que ha demorado la realización de los últimos 'flecos', han precisado los mismos informantes.
Los dueños de Mediapro dan por seguro que la operación provocará el cambio de manos de más de la mitad de las acciones. En concreto, de entre el 53 y el 55%. A día de hoy, es segura la marcha de Torreal (23%) y de Televisa (19%), así como la permanencia de Jaume Roures y de su mano derecha Tatxto Benet, que conservarán su participación, de algo menos del 12% cada uno.
Una gran parte de los negocios del grupo se encuentra fuera de España, aunque algunas de sus actividades en el mercado doméstico podrían verse afectadas por la crisis de Cataluña. Principalmente, las que tiene que ver con la gestión de derechos deportivos.
El gran negocio del fútbol
No hay que olvidar que Mediapro cuenta actualmente con los derechos de nacionales e internacionales de la liga española de fútbol y con los de la UEFA Champions League en este país. En el caso de que la situación política en Cataluña empeorara y el F.C. Barcelona se viera afectado por una declaración de independencia, estos productos audiovisuales –con un valor multimillonario- podrían devaluarse, lo que impactaría sobre el negocio de Roures y sus socios.
Sea como fuere, las fuentes con las que ha consultado este periódico descartan que Orient Hontai haya transmitido su preocupación al respecto a los vendedores.
Esta entidad fue fundada en 2014 y, hasta el momento, ha realizado inversiones por aproximadamente 1.800 millones de euros en los sectores de la telefonía móvil, el marketing y los videojuegos. Su entrada en Imagina supondría su primera gran operación en Europa, donde el negocio audiovisual se enfrenta a cambios importantes en los próximos años. Entre ellos, el que está motivado por elcambio tecnológico que vive el sector.
En la carrera por la compra de Mediapro se ha impuesto a aproximadamente una decena de interesados. Cabe señalar que el holding empresarial de Roures obtuvo en 2016 los mejores resultados de su historia, con unos ingresos de 1.536 millones de euros (1.510 en 2015) y un resultado operativo EBITDA de 162 millones (130 el ejercicio anterior). En 2017, prevé superar la barrera de los 1.600 millones de facturación.