Sostiene Juan Luis Cebrián que no tiene muy claro cuánto dinero se embolsó en 2011. "Yo no recuerdo haber ganado 13 millones de euros. Lo que yo he ganado en esta empresa está en la web de la CNMV y declarado a Hacienda". Ese año, el Grupo Prisa perdió 451 millones de euros y su deuda aumentó en 308, hasta los 3.245 millones. Jordi Évole le preguntó si, en esa coyuntura, consideraba que su salario, de siete cifras, era razonable: “Yo no he venido aquí a hablar de mis contradicciones (…). Las resuelvo con mi psiquiatra, mi psicólogo y, antes, con mi confesor”, contestó.
El presidente de Prisa concedió una entrevista a Salvados pocos días después de publicar sus memorias y Évole aprovechó la ocasión para preguntarle por algunos de los temas más controvertidos que le rodean. Pero el entrevistado, entre responder con franqueza y echar balones fuera, optó por lo segundo en varias de las cuestiones. En otras, directamente, ofreció contestaciones que no se ajustan exactamente a la verdad. Hubo polémica, sí, pero pocas revelaciones.
En un momento de la charla, el presentador del programa preguntó a su interlocutor acerca de la influencia que tienen en el grupo los bancos a los que debe dinero. Cebrián aseguró que estas entidades nunca han condicionado la línea editorial de sus medios ni las decisiones su Consejo de Administración -con su voto, se entiende-, donde no están presentes. Esto último es cierto, dado que estas entidades renunciaron a formar parte de este órgano cuando se convirtieron en accionistas del grupo.
Ahora bien, su peso en la compañía no es "pequeño", como manifestó Cebrián. Según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Banco Santander cuenta actualmente con el 4,65% de las acciones, Caixabank, con el 9% y HSBC, con el 9,5%. El porcentaje aumenta considerablemente si se suma la participación de los fondos buitre Amber Capital (19,18%) y BH Stores IV (3,8%); y el porcentaje del capital que todavía posee Nicolás Berggruen (Liberty), que asciende al 3,1%.
"No he tenido ninguna relación, ni colateralmente, con los papeles de Panamá", aseguró Cebrián.
El tema de la influencia de los acreedores de Prisa en el devenir del grupo no quedó ahí. Hubo un momento en el que Évole le animó a opinar sobre la ausencia de la noticia del indulto de Alfredo Sáenz en la portada de El País del 22 de noviembre de 2011. "Cuando (...) no aparece es porque el director entendió que no era importante para la primera página", respondió Cebrián. A partir de ahí, la tensión fue en aumento:
J.É.:¿Crees que no es importante que un gobierno indulte a un vicepresidente de un banco tan importante como Santander?
J.L.C.: Yo creo que era un caso muy particular y creo... es que no me acuerdo qué otras noticias había.
J.É.: 'El ejército de Egipto se atrinchera en el poder pese al clamor de la calle'.
J.L.C.: Desde luego, me parece mucho más importante esa noticia que la del indulto ése...
J.É.: 'TV3 cierra 2 de sus 6 canales por los recortes de la Generalitat'.
J.L.C.: También me parece más relevante.
J.É.: Dos canales que si preguntamos en España yo creo que no saben ni cuáles son.
J.L.C.: No lo sé, pero te vuelvo a decir: ésa fue una decisión del director con su equipo.
J.É: Pregunto tu opinión.
J.L.C.: (Alza el tono de voz) Si estaba bien o mal que fuera en primera página, no tengo ni puñetera idea.
¿Sin censura en El País?
Cebrián aseguró -e insistió- durante la entrevista que ningún accionista había condicionado nunca la línea editorial de los medios de comunicación. No obstante, existen algunos episodios recientes al respecto que resultan, cuanto menos, controvertidos. El Comité de Redacción de El País denunció en junio de 2015 la censura de informaciones que relataban las condiciones de semi-esclavitud a las que se somete a los trabajadores extranjeros que han sido contratados para construir los estadios donde se disputará el Mundial de Catar.
Curiosamente, los hechos tuvieron lugar en un momento en el que Prisa negociaba la entrada en su accionariado de una empresa presidida por Ghanim Alhodaifi Al-Kuwari, un sultán de ese país que prometió invertir 75 millones de euros en el grupo (finalmente fueron 64 millones), dentro de un proceso de ampliación de capital. Unas semanas antes de que el Comité aireara este episodio, El País publicó una entrevista con el ministro de Deportes catarí, Salah Bin Ghanem Bin Nasser Al Ali, en la que no se le preguntaba por las condiciones laborales de dichos trabajadores, ni por la corrupción de la FIFA.
En septiembre de ese año, el Comité de Redacción exigió explicaciones al director del periódico, Antonio Caño, después de que dos periodistas denunciaran la censura que sufrieron a la hora de informar sobre la relación entre Soraya Sáenz de Santamaría (a quien se atribuye un papel negociador importante en la refinanciación de la deuda de Prisa) y Telefónica (accionista del grupo -13%-) a través de su marido, Iván Rosa Vallejo.
Papeles de Panamá
Durante la conversación, Cebrián negó tener ningún vínculo con los Papeles de Panamá, pese a que el nombre de su mujer figura en los documentos filtrados desde el despacho de Mossack Fonseca; y pese a que la propia Teresa Aranda reconoció que su relación con este escándalo se explica en los negocios del presidente de Prisa. "No he tenido ninguna relación, ni colateralmente, con los papeles de Panamá" (…) Hasta donde yo sé mi exmujer tampoco ha tenido relación con los papeles. Es una calumnia difundida por La Sexta y por Carolina Bescansa", incidió.
¿Por qué, entonces, se le vinculó a este escándalo? Aquí salió a la palestra la existencia de una especie de conspiación contra Cebrián: "A mí me han hecho espía de la KGB, militante activo del Partido Comunista, me han acusado de participar en la Revolución de los Claveles portuguesa, me han acusado de tantas cosas que...", aseveró.
"La mediocridad política de Pedro Sánchez se ha puesto en relieve en todo este proceso, me parece lamentable que los problemas de su partido los trate de rebotar a medios”, afirmó.
A juicio del presidente ejecutivo de Prisa, el tema de Panamá fue utilizado por algunos medios de comunicación para intentar perjudicar su imagen y, con ello, la del propio Grupo Prisa. Ahora bien, llama la atención que la demanda que interpuso a El Confidencial por airear este vínculo se fundamente en un acto de competencia desleal, cuando la editora de El País habló, en un primer momento, de que con estas publicaciones se había realizado un ataque al buen hombre y la honorabilidad del grupo y de su presidente.
Amigos y enemigos en el PSOE
También habló Cebrián del PSOE y de la relación que ha mantenido con Prisa durante años. A este respecto, reconoció su amistad con Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque defendió la independencia de El País: "Como éramos la única voz de la izquierda, eso llevó a que se identificara el electorado socialista con el lectorado de El País", pero era un periódico "independiente".
El pasado verano, Pérez Rubalcaba fue contratado por el diario para formar parte de su Consejo Editorial. Es decir, el órgano encargado de fijar la opinión del diario sobre los temas de actualidad.
No faltaron en la entrevista las referencias a Pedro Sánchez, un político que hace unas semanas acusó a El País en Salvados de torpedear sus intereses y precipitar su caída: "La mediocridad política de Pedro Sánchez se ha puesto en relieve en todo este proceso, me parece lamentable que los problemas de su partido los trate de rebotar a medios”. Dicho esto, reconoció que en el duro editorial que le dedicó el diario pocas horas antes de su dimisión, “podrían haberse ahorrado algunos adjetivos”.
Eso sí, la culpa se la atribuyó a Antonio Caño y a su equipo. Él no hizo nada. No tuvo nada que ver.