Más de medio año después de ser despedido como director del diario El Mundo, David Jiménez ha roto su silencio para defender a Pedro Simón, el periodista que publicó, sin contrastar, las polémicas afirmaciones del padre de la niña Nadia Nerea sobre los tratamientos y operaciones a los que nunca fue sometida. En un artículo incluido en su blog personal, Jiménez denuncia el linchamiento mediático que ha sufrido Simón y la emprende con dureza contra los medios de comunicación españoles, que en su mayoría carecen de credibilidad por “el plagio, el sectarismo, el mamoneo y la propaganda” en los que incurren casi a diario.
Jiménez critica la dureza con la que se han empleado varios medios de comunicación con Simón, pese a que pidió perdón por su error pocas horas después de que Hipertextual y El País desmontaran la historia del padre de Nadia. “Se nos pretende convencer de que el verdadero problema, la prueba definitiva de que hemos tocado fondo, es que un reportero cuyo trabajo ha sido alabado y constantemente premiado a lo largo de su carrera ha cometido un error por el que ha pedido perdón”, incide.
Y añade: “Más grave es que el periodismo español haya dejado de respetarse a sí mismo y, en consecuencia, el poder tampoco lo haga ya”.
En el artículo, Jiménez desgrana algunas de las actitudes más censurables de los medios de comunicación españoles, como la de los “caciques” que “han arruinado periódicos” mientras han acumulado “grandes fortunas personales” a la vez que “esquilmaban las redacciones”. O la de los periodistas de reconocido prestigio “que no tienen problema en irse de excursión en viajes pagados por empresas de las que informan o deberían informar”.
Periodismo de filtración
También la emprende contra los reporteros de investigación “que se alimentan informativamente de filtraciones interesadas, cuando no burdamente manipuladas, recibidas a cambio de un trato favorable a políticos y padrinos policiales”. En el texto, también hace referencia a una práctica habitual en determinados medios de comunicación: la del “chantaje”. “Ofrecen coberturas amables a cambio de publicidad y castigan con propaganda negativa a quienes no pagan”, asegura.
Cabe recordar que el próximo 30 de enero David Jiménez se verá las caras en los tribunales con los responsables de Unidad Editorial, dentro de un litigio derivado de su despido de El Mundo. El periodista incide en que su cese se debió su negativa a favorecer los intereses del presidente de Unidad Editorial Antonio Fernández Galiano, de determinados empresarios del Ibex 35 y de políticos afines.
En su artículo, hace una referencia velada a las relaciones con los poderes político y económico que mantienen actualmente determinados medios de comunicación, que han torpedeado su credibilidad: “La profesión que tiene como esencia contar las cosas se ha convertido desde hace tiempo en guardián de sus propios secretos inconfesables”. Aun así, “se nos pretende convencer de que el verdadero problema, la prueba definitiva de que hemos tocado fondo, es que un reportero cuyo trabajo ha sido alabado y constantemente premiado a lo largo de su carrera ha cometido un error por el que ha pedido perdón”, expone.