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'El Mundo' fía su futuro al cobro en internet mientras 'El País' pospone su lanzamiento

El rotativo dirigido por Pedro J. ofrece aplicaciones para iPhone y un vespertino para tablets como paso previo al 'paywall'. Pese a las promociones, el devenir de Unidad Editorial depende más de qué ocurra en la Bolsa de Milán. El rotativo de Prisa suspende sine die una apuesta similar. Los dos pierden lectores en papel a pasos agigantados. 

Con profusión y sin descanso, el diario El Mundo lleva unos cuantos días anunciando su "cambio de piel". Varias aplicaciones para iPhone y Android, un 'smartphone' de regalo por suscribirse a Orbyt y, desde este lunes por la tarde, una edición vespertina bautizada como El Mundo de la Tarde para las tabletas. Toda esta muda de piel es la antesala de la verdadera novedad del diario de Unidad Editorial: el cobro por parte de los contenidos en internet. El director del rotativo, Pedro J. Ramírez, ha hecho campaña en los últimos tiempos a este respecto. Y se resiste a hablar de paywall, aunque es lo que realmente presentará en breve a sus lectores. Por el contrario, El País sigue posponiendo dar este paso aunque lo anunció meses atrás en sus páginas

La gran duda en el caso de El Mundo es saber cuánto cobrará finalmente a sus lectores por navegar por su página. Será una cantidad simbólica que dependerá del número de noticias visitadas. El mercado no permite grandes exigencias al lector. Sin ir más lejos, el vespertino mencionado es gratis para los abonados a Orbyt y cuesta 4,99 euros a los no abonados. Y, como oferta de lanzamiento, es gratuito para todos los lectores en su primera semana de andadura. Este lunes el director de El Mundo anunciaba así en su cuenta de Twitter el nacimiento: "Momento histórico. Acabamos de publicar el primer ejemplar de EM de la Tarde. Descargadlo en iPad, decidme qué os parece". Un mensaje que provocó el consiguiente revuelo, con críticas y elogios por doquier. 

Incertidumbre

Promociones aparte, el caso es que el rotativo sigue pendiente de qué ocurre con los propietarios italianos de Rizolli Corriere Della Sera Mediagroup (RCS), la empresa matriz que puede hacer con Unidad Editorial lo que le venga en gana. Hace unos días se rompió el acuerdo entre el grupo de accionistas que controlaba el 60% del grupo. Y ello genera una enorme incertidumbre para el futuro de la empresa. Todo depende de qué hagan con sus paquetes los principales accionistas hasta ahora asociados: Fiat (20,3% del capital), Mediobanca (14,17%), Fonsai (5,43%), Pirelli (5,42%), Intesa SP (5%), etcétera. Algunos de este grupo y otros accionistas que no estaban asociados, como Rotelli (16,6%), decidirán el futuro de RCS y, con ello, el de El Mundo. De momento, en la Bolsa de Milán RCS pasa por un período de inestabilidad acorde con el terremoto interno que vive la empresa. La posibilidad de que varios accionistas vendan al alemán Axel Springer es una amenaza porque cambiaría el reparto de poder. 

La situación es distinta en El País. El diario de Prisa anunció hace unos meses, vía editorial, que empezaría a cobrar por los contenidos en internet. Sin embargo, pasan los meses y los lectores siguen disfrutando grauitamente de todos los contenidos del rotativo. Las fuentes consultadas por Vozpópuli aseguran que el periódico dirigido por Javier Moreno seguirá sin cobrar en internet al menos durante unos meses. Cifran en medio año el tiempo en que El País seguirá siendo gratuito en la red. ¿Quizás el período necesario para observar cómo le va a su principal rival y, en caso de que le funcione, poder imitarle? En el pasado, ocurrió al revés. El Mundo apostó por todos los contenidos gratis y El País se arriesgó a cobrar a sus seguidores. El resultado fue que finalmente el rotativo de Prisa tuvo que ceder y volver a la gratuidad porque la mayoría de los lectores se fugaban al diario dirigido por Pedro J. Ramírez. 

Paneles de colores

Eso sí, algo se está cociendo en la redacción de El País, porque la empresa ha implantado un sistema que ya utilizó el diario Veinte Minutos. Consiste en colocar una serie de paneles en la redacción donde aparece una suerte de ranking de las noticias en función del número de lectores. Si no hay muchos lectores que pinchen y, por ello, la noticia cae en el ranking, desaparece de internet. Es una dictadura de los lectores en toda regla. Lo leído sube de posición y lo no leído desaparece. ¿Será una fórmula para estudiar qué prefieren los consumidores de la información y así ver por qué se les cobra en el futuro? Solo el tiempo lo dirá. 

Casi todo son dudas, por tanto. Menos las cifras de compradores de periódicos en papel. Esas siguen bajando sin descanso. Los últimos datos de la Oficina de la Justificación de la Difusión (OJD) son nuevamente demoledoras. El pasado septiembre El País perdió el 15% de sus lectores respecto al mismo mes del año pasado y El Mundo se dejó un 18%. Por eso van a cobrar en internet. Aunque no saben cómo ni cuándo ni cuánto. 

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