La situación del diario El Mundo resulta cada vez más preocupante. Sus ventas han caído este otoño a un ritmo superior al 20%, la crisis financiera que viven sus dueños italianos de RCS Mediagroup se ha agudizado y los despidos que ha ejecutado la empresa en Madrid, Sevilla y Valencia han provocado un incremento considerable del malestar que reina en su plantilla desde hace unos meses. Lejos de templar gaitas, la empresa ha trasladado el mensaje de que próximamente podrían producirse más salidas del diario si la situación de su matriz no mejora. Y esto es algo que, a corto plazo, no parece muy probable.
Los resultados que presentó Unidad Editorial al final del tercer trimestre no fueron especialmente malos. O, al menos, no se desviaron excesivamente de sus previsiones, según precisan fuentes de la empresa. Declaró pérdidas de 2,3 millones de euros, pero fueron 21,5 millones inferiores a las del año pasado, entre otras cosas, por la mejora del mercado publicitario. No obstante, la situación patrimonial de sus dueños no mejora y eso ha causado una gran preocupación en los bancos con los que mantiene su deuda, que han exigido que cumpla los compromisos que contrajo en el momento en que formalizó las condiciones de su crédito. Eso ha provocado un aumento del nerviosismo en su filial española, donde se teme que, si en Italia se produce un terremoto, el temblor se deje notar en Unedisa.
Los periodistas se amotinaron contra su director, David Jiménez, el miércoles, lo que provocó el cierre de la edición del periódico con dos horas de retraso
Algo que no ha ayudado a aplacar esta inquietud es que en los últimos días se hayan producido 13 despidos en El Mundo. La empresa los ha atribuido a la merma de los ingresos por publicidad que han sufrido estas ediciones regionales y a las presiones que ha recibido desde Italia para ajustar su gasto en personal.
Varias fuentes de la redacción madrileña del diario han explicado a Vozpópuli que el miércoles se vivió una de las situaciones "de más tensión de la historia del periódico", después de que Unedisa comunicara su despido a los periodistas Guillermo Sánchez y Alberto Prieto. Tras conocer la noticia, sus compañeros "se amotinaron" y exigieron explicaciones al director, David Jiménez, que, durante una asamblea, aseguró que desde Italia habían pedido a Unidad Editorial que se deshiciera de 20 trabajadores de El Mundo para compensar las otras tantas incorporaciones que ha registrado desde la pasada primavera.
Las palabras de Jiménez no convencieron a su equipo, que convocó una concentración -celebrada este jueves- en protesta por las 13 salidas forzosas de la empresa. Paralelamente, los trabajadores de la delegación de Andalucía han anunciado que irán a la huelga y el Comité de Empresa ha expresado su intención de realizar un paro de una hora para esa jornada en el resto de las redacciones de España.
El nuevo plan estratégico de la empresa
En medio de esta situación de incertidumbre, lo que está claro es que diciembre será un mes clave para determinar el futuro a corto y medio plazo de la matriz italiana de Unidad Editorial, pues su nueva consejera delegada, Laura Cioli, deberá presentar a la banca (Banca IMI, Intesa Sanpaolo, Centrobanca, BNP Paribas y Unicredit, entre otras) el plan estratégico que marcará el rumbo de RCS durante los próximos 3 años. La ejecutiva también presidirá una reunión del Consejo de Administración en la que se espera que plantee a los socios una polémica ampliación de capital de 200 millones de euros.
Esta medida no resultará muy popular entre los accionistas significativos, pero se verá obligada a proponerla después de que la compañía que dirige haya violado varios de los puntos del contrato que rubricó con su banca acreedora hace unos años. En concreto, no ha recaudado con la venta de activos todo que le pidieron (250 millones de euros), ni ha reducido su deuda por debajo de los 440 millones de euros (actualmente, es de alrededor de 500). Tampoco ha conseguido que la relación entre su deuda neta y su beneficio de explotación sea de un máximo de 4,5 veces.
Resulta imposible adivinar cómo recibirá el Consejo de RCS el planteamiento de esta ampliación de capital, que será la segunda en tres años. Pero se puede prever que su aprobación, si es que la hubiera, no será fácil. Cabe recordar que, cuando se dio luz verde a la de 2013, Seguros Generali, Benetton y Diego Della Valle se negaron a participar. Este último, dueño de la marca de moda Tod's y presidente del equipo de fútbol ACF Fiorentina, fue especialmente vehemente en la defensa de su postura e incluso mantuvo algún desencuentro público con la familia Agnelli.