Las negociaciones por los derechos audiovisuales de la Eurocopa 2016 de fútbol han derivado en un culebrón del que todavía no se ha escrito el último capítulo, pese a que resta poco más de un mes para que comience el torneo. La agencia encargada de la venta de los partidos, CAA Eleven, comenzó a tantear a los operadores españoles hace más de un año y medio y les trasladó su intención de obtener 70 millones de euros en este país a través de las televisiones de pago y las de TDT. Pero la menor confianza en que la selección española vuelva a proclamarse campeona y, sobre todo, el pesimismo sobre la posibilidad de rentabilizar esa inversión en las cuatro semanas que dura la competición hicieron que ninguna de las ofertas se acercara a esa cantidad. A poco más de un mes de que se juegue el partido inaugural, la UEFA ha trasladado a Atresmedia y Mediaset que está dispuesta a cerrar la operación en 35 millones de euros y que su intención es la de resolver este asunto de forma inminente. "Si se cierra esta semana, mejor", reconocen fuentes implicadas en la negociación.
En este momento, Atresmedia es la compañía mejor colocada para hacerse con los derechos del torneo y ofrecer los partidos en abierto, aunque fuentes de la empresa reconocen que su oferta no alcanza la cantidad exigida por el intermediario de la UEFA. De hacerse con el torneo, lo emitiría en régimen de co-exclusividad junto a un operador de pago que pagaría alrededor de 10 millones de euros por una parte del campeonato. De momento, tampoco se sabe quién será el beneficiario, aunque fuentes de la negociación sitúan a BeIn Sports como el principal candidato para hacerse con la adjudicación.
La intención de la UEFA es cerrar el tema de los derechos de la Eurocopa en España de forma inminente
El operador que retransmitió la Eurocopa 2012 en España fue Mediaset, que pagó 40 millones de euros por el paquete que incluía todos los encuentros de la fase de grupos y las eliminatorias. Durante meses, ha sido quien más fuerte ha apostado por el torneo que se iniciará el próximo junio, pero decidió retirar su oferta hace unas semanas ante la falta de transparencia de CAA Eleven durante las negociaciones. "En el último año, todo lo que han dicho no era verdad". Ahora, hemos "pedido una subasta pública para que no nos engañen ni suban el precio", pero se han negado. "No veo por qué no se puede comprar un derecho de este tipo a la luz del foco", precisó su consejero delegado, Paolo Vasile, hace tres semanas.
Según ha podido saber Vozpópuli a través de los mismos informantes, pocos días después de que el ejecutivo italiano pronunciara estas palabras, la agencia de la UEFA se puso en contacto con Mediaset España para tratar de persuadir a sus representantes de que volvieran a pujar por el torneo. Desde la compañía niegan que en este momento mantengan una oferta firme por el campeonato, pero no descartan volver a la puja si la máxima institución futbolística europea garantiza un proceso "limpio" y vende la competición a un precio que permita recuperar la inversión.
Salvo que el Gobierno realice una maniobra de última hora que no se espera, Radiotelevisión Española no se sumará a la puja por estos derechos deportivos, dentro de un 2016 en el que ya ha recibido una inyección presupuestaria extraordinaria de 50 millones de euros para poder emitir los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. "Nos mantienen informados sobre las negociaciones, pero ni mucho menos está previsto que nos sumemos a la puja", detallan fuentes oficiales de la corporación.
Esto quiere decir que la UEFA adjudicará la Euro 2016 a Atresmedia o a Mediaset dentro del único país del continente donde aún no se sabe qué televisión retransmitirá la competición, que por primera vez se disputará entre 24 equipos.
Un proceso que ha pasado por varias fases
Si bien el fútbol es considerado como el producto estrella dentro de la televisión de pago -en el último mes, 23 de sus 25 emisiones más vistas en abril en estas plataformas fueron partidos de Liga y Copa de Europa-, no ocurre lo mismo en los canales en abierto, que durante los últimos años han rebajado progresivamente su interés en este producto ante su dificultad para rentabilizarlo. El caso más sonado fue quizá el partido entre Bielorrusia y España que se jugó en Minsk en octubre de 2012, que no se pudo ver en directo en España porque ninguna empresa quiso pagar el millón de euros que solicitaba la productora alemana Sport Five por su retransmisión.
Sin embargo, ha habido varios ejemplos simplares recientemente, y no sólo con la Eurocopa, sino también con temas como la subasta del partido en abierto para las temporadas 2016/2017, 2017/2018 y 2018/2019, que ha quedado desierta y obligará a Javier Tebas a volver a realizarla a finales de mayo, según ha declarado hace unas horas.
Mediaset retiró su oferta hace unas semanas por la "falta de transparencia" de la UEFA, aunque no descarta volver a presentarla
Con la Euro 2016, CAA Eleven se ha enfrentado a una doble dificultad: por un lado, las pocas expectativas de los operadores españoles acerca de poder obtener beneficios con la compra del torneo y, por otro, las altas exigencias de la UEFA, que pretendía obtener 70 millones de euros en un mercado que desde el inicio de la crisis económica se ha contraído en un 50% en lo que respecta a los ingresos publicitarios.
Su estrategia pasó en un primer momento por intentar adjudicar a uno o a varios operadores en abierto el lote con todos los partidos del campeonato. Pero, al comprobar que las ofertas recibidas estaban muy por debajo de sus expectativas, cambió de tercio e inició conversaciones para tratar de forjar alianzas entre las plataformas de pago y las cadenas privadas con el objetivo de que realizaran la inversión entre ambas partes. El problema que estas empresas no se pusieron de acuerdo, puesto que todos los interesados exigían ofrecer los partidos de España en exclusiva.
Actualmente, su pretensión es vender "de forma urgente" el torneo en régimen de co-exclusividad a una televisión privada y a una de pago. La primera afrontaría la mayor parte de la inversión y se quedaría con todo el torneo, mientras que la segunda podría retransmitir tan sólo una parte, considerada "de especial interés", por la que pagaría una cantidad que, salvo sorpresa, no superará los 10 millones de euros, según explican fuentes de la negociación.