En el sector audiovisual y de las telecomunicaciones es un secreto a voces. Juan Luis Cebrián ha perdido el pulso frente a César Alierta. Tras años de conversaciones, tiras y aflojas, acuerdos esfumados en el último momento, finalmente Telefónica comprará Digital Plus a Prisa por 725 millones de euros. Un precio que queda muy por debajo de los 1.200 que en su momento pedía el presidente ejecutivo del conglomerado mediático. Las urgencias del grupo, asediado por sus acreedores y con una deuda de 3.200 millones, han obligado al que fuera primer director de El País a desprenderse de la plataforma de pago por un precio muy inferior al que él pretendía.
La posible operación por la antigua Sogecable ha parecido cerrada en varias ocasiones durante el último lustro. Aunque el principal candidato a comprarla siempre ha sido Telefónica, hubo otros grupos mediáticos interesados. Las conversaciones entre Prisa y la teleco llevan en marcha años de forma intermitente. En ese contexto, en su momento Cebrián reclamaba la friolera de 1.200 millones de euros a su hipotético comprador. De hecho, en 2009 Prisa valoraba el total de Digital Plus en 2.350 millones. Hoy, si el 56% que posee el grupo mediático se vende por 725, la plataforma de pago está valorada en unos 1.290 millones. Es decir, en cinco años la propia compañía valora Canal Plus en prácticamente la mitad.
Prisa pedía 1.200 millones al principio, luego Telefónica estuvo a punto de pagar 900 y en el mercado se hablaba de 800, pero finalmente el trato se ha cerrado por 725
Según varias fuentes del sector, el precio de la plataforma de pago ha ido bajando paulatinamente con los años. La compañía presidida por Alierta estuvo dispuesta a pagar unos 900 millones en el pasado. Pero no, el tiempo ha podido con la posición negociadora de Cebrián. Su empeño en sacar más dinero en la operación ha provocado, paradójicamente, que haya logrado una cantidad menor. Abonan lo sucedido, sin duda, los problemas económicos de Prisa, con necesidad de vender activos para contentar a sus bancos y fondos acreedores. Además, las consecuencias de la crisis en el sector, la escasa penetración de la televisión de pago en España y la creciente pérdida de abonados frente a sus competidores han causado que Digital Plus ya no sea lo que fue, al igual que Prisa en poco se parece ya al imperio mediático que construyó Jesús de Polanco.
Dime de qué presumes...
Hace un par de meses parecía encaminarse el cierre de esta transacción tan esperada como poco sorprendente. Prisa dio quince días a los otros accionistas de la plataforma, Telefónica y Mediaset, para hacerse con el control. Ambas compañías, cada una con un 22% frente al 56% de Prisa, no ejercieron ese derecho de compra. Justo en esos días la agencia Bloomberg dio por hecho, y citando a fuentes de ambas empresas, que la teleco compraría Digital Plus al grupo mediático por 800 millones. Tal fue el enfado de la empresa de Alierta que hasta emitió un hecho relevante a la CNMV para desmentir este extremo.
El presidente ejecutivo del grupo mediático insiste en "continuar con el proceso de desinversiones" que facilite "la recompra de deuda"
Esfumada esa posibilidad, fuentes de Prisa insistían una y otra vez en que no querían precipitarse. Y, al cabo, lo más curioso es que Cebrián parece haber incurrido en la precipitación que él mismo negó solo hace unos días. Durante la junta de accionistas del holding de medios, celebrada diez días atrás, el presidente dijo que "continuaremos por lo demás, y a buen ritmo, con el proceso anunciado de desinversiones, sin que eso signifique que vayamos a incurrir en precipitación alguna, en defensa de la más alta valoración posible de los activos de los que vayamos a desprendernos y de las mejores condiciones para la recompra de deuda de la compañía".
¿Verdad o triquiñuela?
Cuando esta semana se conoció la oferta vinculante de Telefónica, el propio grupo Prisa informó, a través de El País y la Cadena Ser, sobre la convocatoria "de manera urgente" de un consejo de administración extraordinario para estudiar las diferentes ofertas. Y dichos medios del conglomerado hablaron, citando a fuentes del propio grupo, de la existencia de otras propuestas sobre la mesa para hacerse con la plataforma de pago. Una vez que ese consejo urgente se celebró y aprobó la oferta, crecen las voces en el sector que apuntan a que no existían tales ofertas que competían con la de Telefónica. Se trataría de una triquiñuela de Cebrián, la última posible, para encarecer la venta. Si fue tal cosa, de nada sirvió.
Pérdidas en 2013 y ventas en 2014
Además del pulso y los millones perdidos por Cebrián en el caso de Digital Plus, ya es evidente que 2014 es el año de las ventas para Prisa. Fruto, en buena medida, de los malos resultados del año anterior. En 2013, el conglomerado mediático facturó 2.726 millones de euros y tuvo un Ebitda consolidado de 296 millones, con un incremento del 2,3% en los ingresos y un descenso del 30,6% en el Ebitda respecto al año anterior. Algo que su presidente achaca "sobre todo a las dificultades generadas por el modelo de comercialización del fútbol". En total, unas pérdidas consolidadas de 649 millones.
A las ventas de una parte de Santillana, una parte de Mediaset y Digital Plus se sumará en breve la venta del 13% restante en la empresa de capital italiano
Dichos resultados y, sobre todo, el plan de refinanciación firmado con fondos buitre y bancos, obligan a Prisa a vender activos. Primero fue una parte de Santillana por 72 millones, luego llegó una parte de Mediaset por 121 millones, en tercer lugar ha llegado Digital Plus por 725. Y, como ya ha informado este diario, el desmantelamiento del grupo continuará en breve con la venta del 13% restante en el grupo de capital italiano por unos 450 millones más. Mucha liquidez para pagar las deudas. "Tras las operaciones realizadas y con los proyectos en curso, que incluyen como todos saben importantes desinversiones y amortización acelerada de deuda, Prisa se encontrará en una saneada posición que garantice su continuidad y crecimiento", argumentó Cebrián. Continuidad sí, pero Prisa ya nunca será lo que era.