Los programas 'de arrastre' tienen una considerable importancia para las televisiones, puesto que permiten engrosar el dato de audiencia de las franjas de la parrilla que tienen un interés estratégico para estas empresas, como aquellas en las que se ofrecen los informativos o el prime-time. Mediaset cuenta con el noticiario más visto de la TDT, el que conduce Pedro Piqueras, que se emite de lunes a viernes alrededor de las 21.00 horas. Es innegable que una parte de su éxito de audiencia se debe al elevado share que recibe de Pasapalabra, el concurso que le antecede. El problema es que este espacio de entretenimiento se encuentra en apuros por un pleito que está pendiente de resolución en el Tribunal Supremo.
Según detalla un reciente auto del Alto Tribunal -adelantado por Expansión-, Telecinco podría tener que retirar de su parrilla Pasapalabra y abonar una indemnización a ITV Global Entertainment si la justicia sentencia que no es propietaria de su nombre, de su formato y de los derechos de 'El Rosco', es decir, de la prueba más conocida de este concurso, en la que los participantes optan a conseguir un bote que en varias ocasiones ha alcanzado las seis cifras.
Si Pasapalabra se retirara de la parrilla y se cumpliera esta lógica, el dato de audiencia del noticiario de Piqueras podría verse afectado
El Tribunal Supremo ha inadmitido la mayor parte del recurso de casación interpuesto por Mediaset en 2016, tras conocer la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid, que daba la razón a ITV. Ahora bien, la compañía comandada por Paolo Vasile confía en que, en su sentencia, el Alto Tribunal acepte su argumento, que incide en que ITV no tiene la capacidad de explotación por sí misma del formato de Pasapalabra, dado que no tiene un canal de televisión en España en el que emitir el programa.
También considera que no debería pagar la indemnización de 7 millones de euros a la que le condenó la Audiencia Provincial, ya que, en su primera denuncia, ITV no reclamó el pago del único 'royalty' que tiene derecho a percibir y, por tanto, el Tribunal Supremo no podría realizar una imposición que no ha sido demandada por el denunciante.
Programa de arrastre
El asunto ha ocasionado expectación dentro del sector de la televisión comercial, dado que Pasapalabra es uno de los puntales de la programación de Telecinco y, dado que 'El Rosco' -su momento de máxima audiencia- se juega en sus minutos finales, deja una audiencia alta al programa que le sucede, como es el noticiario presentado por Pedro Piqueras.
Este informativo es el más visto de la TDT en número de espectadores y el líder de su franja. El pasado marzo, congregó a 2,58 millones de televidentes diarios y logró un share medio del 15,9%, frente al 14,6% de Antena 3, el 10,6% de La 1 y el 9,3% de La Sexta.
Desde Mediaset, afirman que resulta injusto tener únicamente en cuenta el 'arrastre' que Pedro Piqueras consigue con Pasapalabra y no valorar el contenido del informativo. Ahora bien, existe un episodio relativamente reciente en la televisión que deja clara la importancia de los espacios que anteceden a los informativos.
Es el relativo a la decisión de Antena 3 de dejar de programar Los Simpsons antes del telediario de las 15.00 horas. En concreto, se aplicó en octubre de 2017, cuando se decidió sustituir la serie de animación por el concurso La Ruleta de la Suerte, que tradicionalmente había conseguido una buena audiencia en su anterior franja y que fue ubicado a las 14.00 horas, antes del noticiario. El mes anterior, septiembre, la cadena de Atresmedia lo había cerrado con el 12,3% de cuota de pantalla. En octubre de ese año, obtuvo el 14,7%, mientras que en noviembre, el 15,3%.
El éxito de este concurso -unido al descalabro del TD-1 de La 1 tras el cambio de Gobierno- ha ayudado de forma decisiva a que su noticiario del mediodía sea el más visto a esa hora.
Si Pasapalabra se retirara de la parrilla y se cumpliera esta lógica, el dato de audiencia del noticiario de Piqueras podría verse afectado. Ahora bien, todo está pendiente de una sentencia del Tribunal Supremo que pondrá fin a una larga batalla judicial que durará una década.