El futuro de Canal Sur ha centrado una parte del debate tras las elecciones andaluzas. Especialmente, desde que Vox lanzara la propuesta de cerrarlo, algo que resulta imposible en este momento, toda vez que este servicio público está blindado por el Estatuto de Autonomía (artículo 210) y su reforma implicaría un consenso que parece inalcanzable. El problema es que la renovación del Consejo de Administración también será complicada, dado que la ley obliga a que esté apoyada por una mayoría cualificada que no reúne ni el bloque de derechas ni el de izquierdas.
Canal Sur se constituyó hace tres décadas, con Manuel Chaves como presidente de la Junta de Andalucía y, desde entonces, ha estado controlada por el PSOE. Su último director fue Pablo Carrasco, quien dimitió en 2013 para, poco después, establecer su propia productora audiovisual. Entonces, tomó el mando, en calidad de subdirector, Joaquín Durán, quien todavía permanece en su puesto.
Durante este tiempo, la renovación del Consejo de Administración ha permanecido bloqueada por la inacción del PSOE, pero también del PP, lo que impidió la entrada durante la pasada legislatura de los vocales propuestos por Ciudadanos y Podemos. Es decir, la situación de interinidad de este canal se ha prolongado durante más de un lustro, en el que la audiencia ha caído de forma importante. El primer mes de 2013, fue del 11,1%, mientras que el pasado diciembre alcanzó el 9,2%.
3/5 del Parlamento andaluz
La ley que rige el funcionamiento de la radio-televisión pública andaluza, aprobada en 2007 -y que quiso cambiar Ciudadanos hace unos meses-, obliga a que los miembros del Consejo sean elegidos por una mayoría de 3/5 del Parlamento andaluz. Es decir, por 65 diputados. Entre PP, Ciudadanos y Vox acumulan 59, mientras que PSOE y Podemos, 50.
Esto implica que la renovación de este órgano deberá estar acompañada por un pacto entre bloques que no parece fácil a pocos meses de las elecciones municipales, explican fuentes parlamentarias, que recuerdan la airada reacción a la que se enfrentó Ciudadanos por haber alcanzado un principio de acuerdo con los partidos independentistas para renovar la cúpula de TV3 y Catalunya Ràdio.
La situación de interinidad de esta televisión se ha prolongado durante más de un lustro, en el que la audiencia ha caído de forma importante. El primer mes de 2013, fue del 11,1%, mientras que el pasado diciembre alcanzó el 9,2%.
Otro de los escenarios que podrían llegar a plantearse -añaden estas fuentes- sería una modificación de la Ley de la RTVA que permitiera nombrar a los consejeros por mayoría absoluta parlamentaria, la cual reúnen PP, Ciudadanos y Vox. Sin embargo, la medida implicaría que el PP y la formación naranja incurrieran en una contradicción, toda vez que hace 1 año y 3 meses apoyaron la reforma de la normativa para elegir al Consejo de Administración de RTVE, que garantizó que ningún gobierno pudiera tomar el mando de la televisión pública con su mayoría absoluta.
Pocos meses después de que prosperara esa reforma legal, el Tribunal Constitucional tumbó el Real Decreto que aprobó en 2012 el Ejecutivo de Mariano Rajoy, por el que el presidente y el Consejo de Administración de RTVE podrían ser elegidos a partir de ese momento por mayoría absoluta, en lugar de cualificada. Por tanto, un tribunal ya se ha pronunciado en contra de una decisión de estas características.
Las medidas de Vox
Sea como fuere, el debate sobre el futuro de Canal Sur sigue vivo. Los sindicatos de la cadena lo iniciaron unas semanas antes de las elecciones autonómicas de diciembre con una serie de movilizaciones en las que reclamaban una financiación estable para este servicio público, que en los últimos años se ha enfrentado a una reducción presupuestaria del 35% y a la disminución del 15% de su plantilla.
Esta semana, Vox propuso una reducción del 50% del presupuesto dedicado a este canal -de 162,7 millones de euros en 2018- y el cierre de 3 de sus 4 canales. En el acuerdo de investidura alcanzado por el PP y Ciudadanos, se habla de la creación de un grupo de expertos para estudiar las formas de redimensionar el canal y optimizar sus recursos. Es decir, parece que la puerta del cambio se ha abierto para este canal, aunque las grandes decisiones necesitarán de consensos muy complejos, toda vez que los bloques de izquierdas y derechas se encuentran muy distanciados; y de que PP, Ciudadanos y Vox se realizan desde hace un tiempo un marcaje en corto.