Las necesidades de liquidez obligan al grupo Prisa a vender. En el último mes y medio, el conglomerado mediático ha logrado 918 millones en tres operaciones de venta: primero fue una parte de Santillana, por 72 millones, luego se desprendió de un porcentaje de Mediaset, por lo que se embolsó 121 millones, y, finalmente, llega la esperadísima operación de venta de Digital Plus a Telefónica, por 725 millones más. Así, el holding de medios presidido por Juan Luis Cebrián toma aire desde el punto de vista financiero. La deuda de la compañía supera los 3.200 millones de euros. De hecho, el plan de refinanciación de la deuda obliga al grupo editor a desprenderse de activos para devolver el dinero a los bancos y fondos buitre que han contribuido.
Acuciado por esa deuda astronómica creada en los últimos años, Cebrián está troceando Prisa a velocidad de crucero. Pese a una generación de caja positiva, Prisa tiene que afrontar los pagos a sus acreedores. Una situación en línea con los peores años del viejo imperio creado por Jesús de Polanco. No puede olvidarse que en 2010 el fondo buitre estadounidense Liberty salvó al grupo de la quiebra inyectando 650 millones de euros. En 2012 tres grandes bancos (La Caixa, Santander y HSBC) y la propia Telefónica tuvieron que volver a salvar de la quema al holding a cambio de entrar en su accionariado. Fruto de estos números tan negativos, a finales del año pasado el conglomerado de medios se vio obligado a suscribir un plan de refinanciación con dieciséis fondos buitre y nueve bancos. Para colmo, las cuentas de 2013 arrojan unas pérdidas de 649 millones.
En un mes y medio el grupo mediático que parecía invencible ha perdido buena parte de sus sellos editoriales, ha tenido que abandonar el negocio de la televisión en abierto y, por último, ha dejado de controlar la principal plataforma de la televisión de pago
Así las cosas, ahora la operación de vender Digital Plus por 725 millones, solo pendiente de que Competencia la apruebe, se antoja clave para cambiar por completo el panorama del grupo editor. Claro que la evidente mejoría de la situación financiera conllevará una igualmente evidente pérdida de activos y, por ende, de poder empresarial y simbólico. Sobre todo si también se tienen en cuenta las mencionadas ventas de una parte de Santillana y una parte de Mediaset. En el último mes y medio el grupo mediático que parecía invencible ha perdido buena parte de sus sellos editoriales, ha tenido que abandonar el negocio de la televisión en abierto y, por último, ha dejado de controlar la principal plataforma de la televisión de pago.
¿Más ventas y/o recompra de bonos?
La lógica apunta a que la desintegración de Prisa va a continuar. El citado plan de refinanciación firmado con fondos buitre y entindades bancarias estipula que Prisa debe deshacerse de "tres activos no estratégicos" en un plazo de tres años. Los activos susceptibles de ser enajenados son, como adelantó Vozpópuli mucho antes, el 56% de Digital Plus/Sogecable, la participación del 17,3% en Mediaset y la participación en la portuguesa Media Capital. Visto lo visto, en poco tiempo el conglomerado habrá cumplido con esa parte de su acuerdo. En todo caso, la suma de las operaciones de venta narradas abre la vía a que, como adelantó Vozpópuli, Prisa impida la entrada en su accionariado de determinadas entidades bancarias.
Cebrián espera que la compañía "encuentre una saneada posición que garantice su continuidad y crecimiento"
La pasada semana, durante la junta de accionistas, el propio Cebrián dijo: "Tras las operaciones realizadas y con los proyectos en curso, que incluyen como todos saben importantes desinversiones y amortización acelerada de deuda, Prisa se encontrará en una saneada posición que garantice su continuidad y crecimiento". Igualmente, se refirió a la operación de venta de parte de su paquete en Mediaset y a la venta de buena parte de los sellos editoriales de Santillana, que parecía hasta hace poco la joya intocable del grupo. Y pronosticó, de cara a ese futuro "saneado", una apuesta todavía más relevante por asentarse y crecer en el mercado latinoamericano.