Mediaset acometerá en los próximos meses un proceso de agrupación de sus sociedades en Europa en el que estará involucrada su filial española. La familia Berlusconi pretende que esta reorganización fortalezca sus negocios audiovisuales en Europa y les sitúe en una mejor posición de cara al "posible proceso de consolidación" europea del sector de la televisión. Según ha comunicado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), sus previsiones pasan por conservar "la totalidad de medios humanos y materiales" de su negocio en España y respetar "los derechos y obligaciones laborales".
Es decir, en principio el grupo no prevé que la agrupación de los activos que completará en las próximas semanas provoque ajuste laboral alguno. Así se lo ha comunicado al supervisor de los mercados y así se ha comunicado en, al menos, una parte de su plantilla, según han explicado fuentes internas.
El grupo contaba a finales de 2018 en España con un total de 1.046 empleados, de los que 13 tenían la condición de altos directivos, 65 de directivo, 65 de jefe de departamento, 596 de técnico, 138 de administrativo, 18 de operario, 141 de periodista y 10 de personal coyuntural.
El plan de sus responsables es crear un holding, denominado Mediaforeurope (MFE) y con sede en Países Bajos, desde donde se tomen las decisiones estructurales del grupo. La sociedad seguirá cotizando en Madrid y en Milán; y mantendrá un filial en España, denominada Grupo Audiovisual Mediaset España Comunicación S.A. Entre otras cosas, para explotar las licencias audiovisuales que tiene Mediaset en régimen de concesión.
Según reconoce Mediaset en la documentación que ha puesto en manos del regulador de los mercados, la transferencia de las licencias necesitará de la autorización de la Secretaría de Estado para el Avance Digital, dependiente del Ministerio de Economía y Empresa.
Proceso de fusión
En el Consejo de Administración de la sociedad matriz estará conformado por 14 miembros, de los que tan sólo tres procederán de la filial española, como son Paolo Vasile, su consejero delegado, Borja Prado (expresidente de Endesa y Mediobanca) y Consuelo Crespo Bofill.
El proceso de creación de MFE implicará la segregación de los activos de Mediaset España, en favor del Grupo Audiovisual Mediaset. El precio que se pagará a los accionistas de la filial española que ejerzan su derecho de separación será de 6,54 euros, es decir, algo inferior al de 6,77 euros al que cotizaban los títulos al cierre de la sesión de este jueves.
Una vez finalice el proceso, la nueva sociedad neerlandesa desde la que se comandará el grupo de los Berlusconi repartirá un dividendo bruto de 100 millones de euros. Asimismo, también prevé iniciar un plan posterior de recompra de acciones, según la documentación que obra en poder de la CNMV.
Cabe recordar que Berlusconi cuenta con el 50,2% de las participaciones de su filial española, frente al 4,87% y el 1,98% que disponen los otros dos accionistas significativos, los fondos de inversión Blackrock e Invesco.
Durante el pasado ejercicio, la compañía registró un beneficio de 200 millones de euros, si bien sus accionistas tuvieron que hacer frente a una fuerte caída en bolsa que rebajó el 44% el valor de las participaciones. El valor de la filial española de Mediaset es actualmente de 2.263 millones de euros.