La etapa de Antonio Caño al frente del diario El País se acerca a su fin. El Grupo Prisa ultima la sustitución del director del periódico más leído de España tras cuatro años en el cargo, en los que se ha acusado a este diario de alejarse de su nicho ideológico tradicional, que ha sido el de la centro-izquierda. Fuentes internas de Prisa confirman que su relevo se anunciará en los próximos días –salvo giro inesperado de los acontecimientos- y que se acelerará como consecuencia del triunfo de la moción de censura del PSOE.
En la decisión, ha pesado el cambio de rumbo que los nuevos gestores de la editora de El País, As y Cinco Días quieren dar al rotativo generalista, que desde la llegada de Antonio Caño a la dirección ha sido acusado de abandonar a su tradicional lector progresista para emprender un viaje ideológico hacia posiciones cercanas a Ciudadanos; e incluso próximas a Moncloa en algunos momentos clave del Gobierno de Mariano Rajoy.
Vozpópuli contó el pasado marzo que, tras la salida de Juan Luis Cebrián de la presidencia de Prisa, el PSOE recibió el mensaje de que El País debe ser un periódico en el que la socialdemocracia española se sienta representada. Más cercano al PSOE que al PP y, por supuesto, que a Podemos.
Desde Prisa, trasladaron en Ferraz que ni el principal diario generalista debe aproximarse a Mariano Rajoy, ni la Cadena SER a Pablo Iglesias. Lo contrario, sería un error, explican fuentes cercanas al Consejo de Administración.
Contactadas por este periódico, fuentes oficiales de Prisa han declinado hacer comentarios al respecto de la situación de Caño.
La situación de Antonio Caño
Este periodista renovó su compromiso como director de El País hace algo más de un año, pocos meses después de cumplir su tercer aniversario en el puesto. Pero, desde entonces, se ha producido una profunda renovación en la cúpula del grupo que ha comprometido su continuidad. El ascenso de Pedro Sánchez a presidente del Gobierno precipitará los acontecimientos y, de hecho, su marcha –adelantada por El Español- podría hacerse oficial en los próximos días.
La cabecera generalista de Prisa ha sido especialmente expeditiva con el nuevo presidente del Gobierno desde que iniciara su batalla contra Susana Díaz por el control del PSOE. En la hemeroteca figuran editoriales como el que publicó El País el 1 de octubre de 2016, titulado ‘Salvar al PSOE’, en el que se calificaba a Sánchez de “insensato sin escrúpulos” y se le acusaba de “no ser un dirigente cabal”.
Los términos en los que el artículo se refería a Sánchez motivaron la reacción de la ‘Defensora del lector’ de El País, que reprodujo en un artículo algunas de las múltiples quejas recibidas por el tono empleado por el diario para referirse a Sánchez, que bordeaba el insulto. El propio Caño se disculpó ante los 500 suscriptores que solicitaron la baja del periódico en los días posteriores a la publicación del editorial. “No descarto que nosotros (…) hayamos sido presa de la misma efervescencia que denunciamos y combatimos. Si ha sido así, lo lamento profundamente”, expuso, a través de una carta.
El País calificó a Sánchez de "insensato sin escrúpulos" y le acusó de no ser un dirigente cabal
Otras fuentes del diario inciden en que el cese de Antonio Caño no sólo se explica en cuestiones editoriales, sino también en los propios resultados del periódico. En este contexto, nadie se espera que se produzca una remontada del negocio del papel, que entre enero de 2014 y marzo de 2018 ha caído en 111.414 ejemplares en difusión y en 85.423 en ventas. Sin embargo, según datos de ComScore, ha perdido el liderato en el digital en favor de Elmundo.es.
Estos informantes recuerdan que Cebrián le propuso para director de El País en 2014 para tratar de mejorar la relación entre la plantilla y los responsables del rotativo, que estaba muy dañada tras el Expediente de Regulación de Empleo de 2012, que supuso el despido de 129 trabajadores.
En estos cuatro años, la tirantez con sus periodistas ha sido manifiesta, como se demuestra en el comunicado difundido en 2015 por el Comité de Redacción, en el que se lamentaba “la pérdida de calidad informativa” del diario y se reclamaba el establecimiento de “una línea editorial clara y congruente”. La tensión fue especialmente evidente cuando Antonio Caño –en palabras de sus trabajadores- prohibió la realización de una encuesta sobre el rumbo de la cabecera en la que, entre otras cosas, los periodistas tenían pensado dar su opinión sobre su gestión.
Su relevo al frente de El País se enmarcaría dentro de la renovación que ha tenido lugar en el Alto Mando del grupo durante los últimos tiempos, tras la salida de Cebrián, que ha motivado, entre otras, la vuelta de Daniel Gavela a la jefatura de Prisa Radio -y la salida de Vicente Jiménez- o el nombramiento de Augusto Delkáder como director editorial.