Por segunda vez en poco tiempo, el Gobierno vuelve a enfrascarse en un conflicto con los periodistas que siguen diariamente su actividad. En la rueda de prensa del jueves en Moncloa, en la que Rajoy compareció junto al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, se produjo el cambio de criterio que ha levantado el escándalo. En la última década, la tradición era que ante las visitas internacionales se permitieran dos preguntas de periodistas españoles y dos de periodistas extranjeros. Todas ellas se consensuaban por los propios redactores, que decidían de forma libre qué preguntar a los líderes políticos.
Ya en julio, saltó la polémica por primera vez al evitar el presidente ser preguntado por 'El Mundo' sobre Bárcenas, obteniendo la ayuda para tener una pregunta acorde del diario monárquico 'ABC'.
Desde este jueves (y la intención del Gobierno es que el cambio continúe lo que les queda de legislatura), el mecanismo será, sin embargo, diferente. El periodista que tenga una pregunta por hacer deberá apuntarse en una lista y será Moncloa (especialmente la secretaria de Estado de Comunicación de Rajoy, Carmen Martínez Castro) quien decida qué preguntas hacer y qué preguntas no, realizando así un filtrado que facilita la respuesta del presidente. Así ocurrió este jueves donde, a una pregunta de ABC sobre el simposio en Barcelona 'España contra Cataluña', el presidente del Gobierno directamente leyó la respuesta.
En la rueda de prensa de este viernes en el Consejo de Ministros, los periodistas sí que tenían libre elección frente a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, y han aprovechado para bombardear a la vallisoletana con varias preguntas relativas a este hecho. Soraya se ha lavado las manos, ha negado que haya intención de "coartar la libertad de expresión" y ha dicho que "podemos hablar de lo que opinamos unos y otros, pero son ruedas particulares con las preguntas restringidas. Como quedan años de Gobierno y líderes que tienen que venir, dejemos que el sistema funcione y luego ya veremos". También ha querido la vicepresidenta quitarse de en medio en la polémica.
De igual modo, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha negado haber asesorado al Gobierno para este cambio de criterio con las preguntas. En un comunicado incendiario, la APM ha dicho que "no ha asesorado, como sostiene 'ABC', sobre dicho asunto. La APM siempre ha rechazado, y seguirá rechazando, todo intento de Moncloa, y de cualquier otra institución, de imponer restricciones a la tarea de los periodistas. Moncloa ha establecido de forma unilateral un nuevo sistema de trabajo para las ruedas de prensa del presidente del Gobierno que obliga a los periodistas a inscribirse previamente y luego es la Secretaría de Estado de Comunicación la que selecciona a los que pueden preguntar", ha dicho la asociación, que rechaza la imposición "e insta a la Secretaría de Estado de Comunicación a que promueva un formato de las ruedas de prensa que respete los derechos constitucionales de libertad de expresión y de información".