El sector de la prensa continúa su particular espiral descendente. El diario El País, el más vendido de España, ha sido imprimido este domingo por última vez en las plantas rotativas del Grupo Prisa. La compañía editora ha decidido externalizar el servicio -se lo ha encargado a Vocento- y reducir el gasto que realizaba en este concepto, ante la dramática caída de ingresos que ha padecido durante los últimos años.
La decisión supondrá el cierre de Pressprint S.L., encargada hasta ahora de la impresión de los periódicos de Prisa. De hecho, sobre la empresa pende un Expediente de Regulación de Empleo que conllevará el despido de sus 80 empleados, según han precisado fuentes internas. Estas salidas se unirán a las 115 que se efectuaron en los dos últimos EREs, presentados en 2012 y 2015.
El director de El País, Antonio Caño, ha asegurado este domingo que la decisión está justificada por la crisis de la prensa en papel, que ha provocado que deje de “tener sentido” que cada periódico tenga su propia planta de impresión. “Era evidente desde hace tiempo que la transformación digital iba a exigir un cambio del modelo industrial de producción de los periódicos”.
En este sentido, ha añadido: “Es preciso buscar otras fórmulas que se ajusten mejor a la dimensión que hoy tienen las ediciones de papel, incluso para intentar prolongar la vida del papel. Y es preciso destinar esfuerzos y recursos a donde realmente están los lectores y el futuro, en las nuevas plataformas tecnológicas”.
Las ediciones en papel de los periódicos de Prisa (El País, As y Cinco Días) se imprimirán a partir de ahora en las rotativas del Grupo Vocento (Rotomadrid), de donde también está previsto que salgan los ejemplares que Godó (La Vanguardia, Mundo Deportivo) y La Voz de Galicia distribuye en la Comunidad de Madrid. Evidentemente, Vocento tratará de equilibrar sus cuentas -también maltrechas- a través de este servicio.
Cabe destacar que el negocio de prensa de Prisa cerró los nueve primeros meses del año con una caída del 9,6% de sus ingresos de explotación y con un descenso del 9,2% de su facturación por publicidad y del 13,5% por circulación. Esta tendencia ha sido habitual durante la última década y ha provocado que el negocio se encuentre en una situación muy complicada.