"Inusitadamente oscuro". Así es, según las televisiones privadas, el plan del Ministerio de Industria sobre el 'dividendo digital' y la Televisión Digital Terrestre (TDT). La Unión de Televisiones Comerciales en Abierto (Uteca), patronal que aglutina a Atresmedia, Mediaset, Unidad Editorial y Vocento, ha emitido este jueves un duro comunicado en que reprueba los planes presentados por el departamento de José Manuel Soria. Frente a la propuesta gubernamental, adelantada por Vozpópuli, los José Manuel Lara, Paolo Vasile y compañía censuran que la secretaría de Estado de Telecomunicaciones no les haya consultado. Denuncian que el Gobierno les discrimina respecto a a Televisión Española (TVE). Y concluyen que esta hoja de ruta es demasiado vaga.
Industria ha reunido hoy a los miembros del Consejo Asesor de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (Catsi) para informarles de sus planes, como adelantó este diario. Y al conocer los pormenores del proyecto del Gobierno, las televisiones han reaccionado con un manifiesto enviado este jueves a los medios. El texto no tiene desperdicio y evidencia, una vez más, el combate que desde hace meses mantienen los grandes empresarios de los medios frente al titular de Industria. A juicio de las principales empresas del sector, el plan de Soria adolece de graves defectos.
La patronal denuncia que el proyecto es limitado, se pone sobre la mesa "sin que previamente exista un marco legal estable" y puede consolidar "un error mayúsculo"
Para empezar, en Uteca consideran que "el proyecto de Real Decreto se limita a establecer instrumentos de actuaciones, sin que previamente exista un marco legal estable sobre el que llevarlas a cabo, ya que no está aclarada de forma definitiva la situación de los actuales 15 canales nacionales de TDT". "El proyecto parece intentar consolidar lo que consideramos un error mayúsculo de la reciente pérdida de canales, anticipando nuevas adjudicaciones injustificadas sin precisar sus condiciones", aseveran. Y recuerdan que ahora mismo el Tribunal Supremo estudia eliminar otros ocho canales de TDT.
"Sin ninguna consulta"
En segundo lugar, los empresarios hacen hincapié en que el borrador propuesto "se ha realizado de manera unilateral" por parte de la Secretaría de Estado que dirige Víctor Calvo-Sotelo. El texto que marca el futuro del sector se ha elaborado, según denuncian, "sin ninguna previa consulta o participación de UTECA o sus asociados, y asignando múltiples concretos sin conocerse el racional subyacente y sin haberse posibilitado que las televisiones hicieran una propuesta de consenso entre ellas a la búsqueda de reducir molestias a los ciudadanos en las labores de resintonización". También censuran que esta propuesta "continúa, una vez más, tratando de forma discriminatoria a las televisiones privadas frente a TVE, a la que destina un ancho de banda mucho mayor que a las privadas".
Las televisiones privadas ven paradójico que Industria diga apostar por la alta definición y después escatime la asignación de espectro
Lara, Vasile y compañía consideran una "paradoja" que el Ministerio manifieste su compromiso con la alta definición y, al mismo tiempo, "escatime la asignación de espectro a las televisiones privadas, condicionando la apuesta de estas por la alta definición al dejar limitado el número de los canales en alta definición que ya se pueden ofrecer". Una crítica que esconde, como casi siempre en esta polémica, la pelea que mantienen las televisiones con las principales empresas de telecomunicaciones. Estas son las más beneficiadas del plan del 'dividendo digital', al decir de las empresas de televisión.
El plan de Industria incluye la convocatoria de un concurso de licencias. Y es este punto el que más irrita a las televisiones. Los empresarios tachan de "inusitadamente oscuro" el plan gubernamental. Y lo hacen porque respecto a la subasta de canales, el Ejecutivo "señala que se otorgarán mediante concursos, pero sin ofrecer ningún dato sobre los términos y condiciones de dichos concursos ni calendarios ni plazos de las licitaciones". La batalla, por tanto, continúa.