El próximo 1 de enero, se reducirá el espectro radioeléctrico que actualmente está destinado a la Televisión Digital Terrestre (TDT). Esto significa que la banda de 800 Mhz se destinará a los servicios de internet de banda ancha reclamados por las empresas de telecomunicaciones. Se calcula que un millón de edificios en España han tenido que adaptar sus receptores para recibir todos los canales en buenas condiciones y, para financiar esta labor, el Gobierno ha establecido un plan de ayudas que asciende a 280 millones de euros. Pues bien, el próximo año se aprobará en la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) la liberación de la banda de 700 Mhz (694 a 790 Mhz), lo que volverá a afectar a diversas televisiones y a provocar otro revuelo alrededor de este cuestionado sistema audiovisual. La gran pregunta es: ¿cuánto le costará a los ciudadanos?
Fuentes del sector de las telecomunicaciones consultadas por Vozpópuli dan por seguro que este segundo Dividendo Digital obligará a muchos hogares a adaptar sus antenas para recibir todos los canales; y se preguntan si también se otorgarán ayudas públicas para su financiación, como ha ocurrido con el primero. En este sentido, lamentan que ningún poder público español haya actuado en función de una realidad que desde hace varios años está clara, como es que el protagonismo de los canales de televisión es menguante dentro del espectro radioeléctrico, por lo que es lógico que cada vez se les conceda un menor espacio.
Este segundo Dividendo Digital obligará a muchos hogares a adaptar sus antenas para recibir todos los canales
De aprobarse esta resolución en la UIT, se aproximaría otra tormenta al convulso entorno de la TDT en España, pues es casi un hecho que la UE asumiría un segundo Dividendo Digital. Es más, en 2013, la Comisión Europea encargó un informe a un grupo de expertos, en el que se recomienda que antes de 2020 se destine la banda de 700 Mhz a las empresas de telecomunicaciones. También se emplaza a acotar el espacio dedicado a la televisión a las bandas de 470 a 694 Mhz antes de 2030.
Una transición nada sencilla para España
Cabe recordar que España agotará el plazo concedido por la UE para adaptar la TDT a las exigencias del primer Dividendo Digital. Este proceso finalizará el 1 de enero de 2015, sobre la bocina, y tras un arduo recorrido que ha estado salpicado por reclamaciones ante los tribunales y retrasos en las decisiones gubernamentales.
Hace unos días, la patronal de los instaladores de telecomunicaciones (FECOTEL) criticaba duramente al Gobierno por el escaso margen que ha concedido a los ciudadanos y las empresas en esta última fase de cambio, que culminará con la llegada del nuevo año. Esta colectividad calcula que 3 de cada 10 hogares no tendrían listos sus receptores en esa fecha por la escasez de piezas que existe en el mercado y por la elevada demanda a la que se enfrentan las empresas responsables de implantarlas.
Se calcula que 3 de cada 10 hogares no tendrían listos sus receptores el 1 de enero de 2015
A partir del 1 de enero, los televidentes sufrirán otro problema, también denunciado en su día por FECOTEL, como es el de las interferencias entre la TDT y los servicios de banda ancha de 4G. El Ministerio de Industria efectuó hace unas semanas una prueba piloto en la provincia de Zamora, para determinar si efectivamente existen estas injerencias. En los ensayos, constató “afectaciones” en los canales cercanos a la banda 791-801 Mhz.
Desde FECOTEL, inciden desde hace meses en que los problemas serán mayores y en que, en algunas zonas, podrían causar desde los típicos problemas de señal durante la visualización de los canales, hasta impedir navegar por internet mientras se sintoniza la TDT. ¿Cómo solucionar este hecho? Empresas del sector audiovisual consultadas por este medio afirman que costeando unos filtros cuyo precio oscila entre los 20 y los 60 euros. Es decir, es muy posible que los españoles, muy pronto, tengan que acometer una nueva inversión en su antena.