Por fin, ha terminado la batalla en la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA). Han ganado los empleados y han perdido los directivos. Así de sencillo. El consejo del ente, obviamente controlado por la Generalitat, ha decidido dar marcha atrás y no externalizar la gestión de la publicidad de los medios públicos catalanes: TV3 y Catalunya Radio. Esta victoria de la plantilla supone, de rebote, un duro revés para el Grupo Godó. Y es que el editor de La Vanguardia era el gran favorito para hacerse con la gestión de estos servicios. Un negocio que podría alcanzar los 16 millones de euros al año.
Por sorpresa, este lunes por la tarde el consejo de gobierno de la CCMA anunciaba su cambio de rumbo. El presidente de la corporación, Brauli Duart, y el resto de directivos -casi todos ellos afines a CiU- se rendían así a las críticas y presiones recibidas en los últimos meses. Especialmente significativas han sido las posturas de la plantilla, con sus protestas, y de ERC, formación contraria a cualquier recorte en los medios de comunicación públicos de Cataluña. Es evidente que la decisión ha escocido en el grupo dirigido por Javier Godó y, en menor medida, en el grupo Zeta, también necesitado de las ayudas gubernamentales para superar su difícil situación. Eso sí, a ambos grupos mediáticos todavía les queda otra posibilidad de rescate por parte de la Generalitat, a través de varias licencias de radio en juego.
Comunicado
En un comunicado recogido por medios catalanes, la CCMA aseguraba que se paralizaba la externalización para "impulsar un nuevo modelo de gestión de la publicidad que potencie las sinergias entre TV3 y Catalunya Ràdio". Para justificarse, los directivos decían que el proceso de externalización se inició en junio de 2013, "en un escenario de bajada del mercado publicitario y de grave disminución de los ingresos por publicidad en la CCMA, que llegaron a reducirse en un 60 por ciento en los últimos años". Y, ahora, "las razones que condujeron a la necesidad de encontrar nuevas fórmulas en la gestión comercial han cambiado".
Los directivos no reconocen su evidente derrota y justifican la decisión por el aumento de ingresos de la corporación y por la desaparición de canales de TDT
Su tesis es que "hay una evolución positiva de los ingresos publicitarios de la CCMA el último trimestre del 2013 y el primer trimestre de 2014 que confirma los indicios de recuperación". Asimismo, recuerdan que ha habido una reducción de la oferta de canales debido al apagón de la TDT. Estos factores, sumados a la derogación por parte del Parlament de la disposición adicional segunda de la Ley de la Corporación que establecía la reducción progresiva de los ingresos publicitarios en la radio hasta su desaparición, "son dos variables que el Consejo de Gobierno ha analizado y ha hecho replantear la conveniencia de mantener la licitación de los servicios de comercialización en los términos en los que está publicada". Para los gestores del ente público, "la realidad actual permite potenciar las sinergias que se puedan conseguir con la comercialización conjunta de la publicidad en Televisió de Catalunya, Catalunya Ràdio y los medios digitales de la CCMA sin ningún condicionante".
Dos rectificaciones
Aparte de justificaciones más o menos literarias con las que los directivos no reconocen su derrota, este cambio de opinión de la dirección de la CCMA se suma a su reciente decisión de congelar los anunciados recortes salariales en el ente público. En las dos ocasiones ha sucedido algo similar. Primero la dirección de TV3 y Catalunya Radio, con la anuencia de la Generalitat, anunció una serie de medidas de austeridad. Y después, merced a la presión de los empleados, con huelgas incluidas, y la de varias formaciones políticas, con especial virulencia por parte de ERC, los altos cargos han cedido y rectificado unas posturas que parecían inamovibles.
Meses atrás la plantilla celebró un referéndum en que el 96% se mostró en contra de la gestión del presidente de la CCMA, Brauli Duart, ahora desautorizado
La externalización del departamento comercial de TV3 está en el inicio del terremoto interno que ahora se vive en los medios públicos. Cuando CiU, PP y PSC unieron sus votos en el Parlamento de Cataluña para aprobar este cambio, los empleados de la CCMA no lo recibieron de buen grado. De hecho, montaron un referéndum sobre la figura de su presidente, Brauli Duart. Y el resultado fue aplastante, con un 96% de la plantilla en contra del hombre colocado en el puesto por CiU. Después, cuando la corporación decidió acabar con el convenio colectivo de la plantilla, los problemas se han ido agravando, con huelgas y trifulcas incluidas.
Una vez conocida la decisión de la CCMA de no externalizar la publicidad, Comisiones Obreras emitió un comunicado para celebrar lo sucedido. "Las presiones políticas de los partidos de la oposición y de muchos sectores de los partidos afines al gobierno catalán y la insistente campaña llevada a cabo por los trabajadores de TV3, han sido determinantes para revertir una nefasta decisión estratégica de Brauli Duart, a quien se le deben pedir responsabilidades".