Cristina Pedroche ha vuelto a derrochar amor y simpatía, esta vez en la presentación de la nueva campaña de los helados Kalise. Pero sobre todo amor, ya que la presentadora está viviendo una etapa muy bonita junto a su pareja, el cocinero David Muñoz. Ambos están “enamorados hasta las trancas”, como ella ha señalado, y es por eso que la idea de una boda les ronda la cabeza desde hace tiempo: “Yo ya me hubiera casado hace meses. Nunca he conocido a una persona así y le quiero atar por todos lados, por eso me quiero casar cuanto antes”.
Parece que es algo que tienen más que hablado, porque ella lo tiene muy claro: “Sería una boda íntima, con su familia y la mía, para hacer la unión de familias y que sólo seamos una. Será por lo civil, firmar y se acabó, y luego ya la fiesta, nosotros por nuestra cuenta. Algo tranquilo porque a mí no me gustan los grandes eventos”. También ha expresado que le encantaría de tener un hijo que se parezca a su pareja: “Yo quiero que me salga un hijo como él, así con la crestita, sus zapatillas pequeñitas y sus vaqueros”.
La primera vez que Cristina supo de David fue en una entrevista con Risto en junio del año pasado: “Me pareció muy interesante”. Todo quedó ahí ya que, según sus palabras, “nunca me había gustado la cocina, ni la gastronomía. Creía que cuando la gente le decía que le iban a dar la cuarta estrella y bromeaban, yo no sabía por qué se reían, pensaba que era como los hoteles, que hay cinco estrellas”.
Cuando Pedroche conoció a David ya pensó en pedirle matrimonio
Fue meses después, al encontrarse cara a cara, cuando surgió el flechazo de manera inminente: “Le conocí en persona diciembre del año pasado y ya sabía que iba a ser para mí sin haberle dado un beso ni nada. Yo me dije ‘es pa' mí pa todo’. David tiene una energía que te arrebata todo. Cuando entré en ese sitio había un montón de gente pero para mí estábamos solos y pensé ‘yo le quiero decir que se case conmigo, pero el primer día no es plan, le diré primero que soy Cristina y que qué tal, por fin nos conocemos’. Él ya me seguía en Twitter y yo lo sabía pero me hice la tonta y cuando nos íbamos le pregunté ‘ay, ¿tienes Twitter?’. Me respondió que sí y que me seguía, a lo que le contesté ‘ah, vale, pues luego te sigo yo’. Después quedamos parar correr todos los que estábamos allí ese día. Así que el deporte nos unió y nos va a llevar al altar e iremos corriendo", dice entre risas.
Tenía tan claro que el cocinero era el hombre de su vida que para ella ya era su ‘novio’ cuando todavía no habían comenzado a salir: “Yo incluso ya se lo decía a mi madre, que tenía novio, y me decía ‘anda, anda, déjate de tonterías’. Y le contesté ‘bueno, pues cuando lo sepas de verdad no me digas que no te lo conté’. Algo que también me pasó con mis amigos, yo les decía ‘es mi novio’ y se reían. Aunque les decía que era verdad, no se lo creían”. Por la parte de David, el sentimiento fue él mismo según cuenta la presentadora: “Le gusté mucho, es que esas cosas se notan”. También bromea contando cuál fue su pensamiento cuando el chef entró en su casa: "Éste ya se queda aquí para siempre, voy a echar el pestillo para que no salga’”.
Pedroche: "Mi madre está enamorada de él. David es para amarle"
La aparición de la presentadora en la vida de David le rompió todos los esquemas: “Él estaba muy centrado en su trabajo, lo había dejado con la otra chica y no le apetecía echarse una novia, pero de repente aparecí y le cambié todos los planes”. Aunque llevan sólo seis meses juntos, su relación está siendo muy intensa e incluso ya están integrados en las familias de cada uno: “Al principio mi madre pensó ‘a ver cómo es este chico, que encima impone porque viene del mundo de la gastronomía, a éste nunca le voy a cocinar ni nada’. Pero ahora mi madre está enamorada de él. El otro día le dice ‘he ganado un hijo contigo’ y mi padre le dijo ‘que sepas que ésta es tu casa’. Creía que se me caían las lágrimas pero es que David es para amarle. Sólo quiero que nadie más le conozca, que nadie me lo quite, que es mío”.
Las lágrimas de la presentadora eran porque se cumple un año de la muerte de su abuela
A pesar de que hace unos días vimos a Cristina llorar en lo que parecía una discusión de pareja, ella lo niega: “Estoy muy sensible. Ahora va a hacer ahora un año que murió mi abuela [el 26 de julio] y no lo paso bien. Yo intento estar muy bien, pero es como dice David ‘tu profesión es más difícil que la mía, porque tú tienes que estar arriba tanto psicológicamente como físicamente todo el rato. Él puede estar con la cara enfadada que no pasa nada, pero yo no, tengo que estar súper graciosa, divertida, amable con todo el mundo”. La presentadora señala que nunca discuten porque son muy parecidos, o si lo hacen es cuestión de minutos y por tonterías como cuando llega un poco más tarde del restaurante porque David tiene más trabajo. Algo que antes nunca aguantaba o hubiera soportado: “Eso con otra pareja o con otro chico le hubiera dicho 'vete a tomar por … y te vas a tu casa a dormir pero aquí ya no vengas'”.
Cristina confiesa que uno de los peores momentos fue cuando estuvo grabando Pekín Express. Lo pasó “muy mal porque estaba en otro país trabajando muchas horas, muy agobiada, e internet no funcionaba bien”. Ahora que está en Madrid puede ponerle solución: “Me paso muchas horas en la puerta de Diverxo esperando que salga a darme un beso”.
Con tanto trabajo por la parte de los dos, no es de extrañar que estén deseosos de irse juntos de vacaciones: “Él está viendo cómo se gestiona su trabajo. Pekín termina como a mediados de julio y espero tener vacaciones en agosto y que nos podamos escapar a un sitio paradisiaco en el que no pueda llegar nada de prensa. En septiembre está la posibilidad de volver a Zapeando o hacer otras cosas que estamos viendo”. Respecto al programa Pekín Express se ha mostrado muy satisfecha con los resultados obtenidos: “Estoy muy feliz porque no me esperaba una mejor acogida y ver tanto cariño. Tenemos dos millones de espectadores que son fieles a pesar de las publis, de que dura mucho y de que empieza tarde. Además, somos número uno en redes sociales”.
Una vez más Cristina Pedroche ha demostrado su saber estar y su amabilidad con los medios -ya que ella también trabajó como reportera- y tiene muy claro una cosa que debería hacer todo el mundo: “Nosotros vivimos de nuestro trabajo pero es que éste depende de cómo se cuente y de lo que vea la gente. De nada vale que yo haga un programa increíble si luego el público no lo ve o si luego la prensa habla mal de esto. Nos tenemos que querer todos”.