Este no está siendo el mejor año para Mariah Carey: la cantante, que vivió el apogeo de su fama hace ya más de 20 años, ha contado fracaso tras fracaso tanto en lo personal como en lo profesional: primero fue su ruptura con Nick Cannon, y después la constatación de que nada es ya como lo era hace dos décadas: las nuevas generaciones vienen pisando mucho más fuerte que ella y su espectáculo fijo en Las Vegas, con el que pensaba recuperar a sus admiradores (o al menos lograr que los que aún le quedan no la abandonen por completo) se ha saldado con un rotundo fracaso.
Sin embargo, parece que la de Nueva York ha conseguido solucionar, al menos, uno de esos problemas. Su corazón vuelve a estar ocupado, y no por cualquiera: Carey ha sido fotografiada este semana surcando las aguas de la bahía de Nápoles, en concreto en la costa de Capri, en compañía de James Packer, un multimillonario australiano (el cuarto hombre más rico del país, de acuerdo con Forbes) con una fortuna estimada en más de 4.000 millones de euros. El mismo viernes, las imágenes de sus paseos por la pequeña isla mediterránea servían como confirmación del romance entre la cantante y el multimillonario.
Parte de la fortuna de Packer tiene origen familiar: es el heredero del fallecido empresario de medios Kerry Packer, quien le legó una compañía valorada en 5.000 millones de dólares. Sin embargo, también ha sabido encontrar su propio camino en el mundo de los negocios y así, en 2012 (siete años después del fallecimiento de su padre), Packer vendió la compañía Consolidated Media Holdings a News Corp, la empresa del magnate Rupert Murdoch, pudiendo por fin centrarse en el siempre lucrativo sector del juego y los casinos a través de la compañía Melco Crown Entertainment.
Packer, de 47 años, también sabe lo que es un divorcio y además por duplicado: ha estado casado en dos ocasiones y tiene tres hijos. Sus apariciones son constantes en la prensa australiana del corazón y sin ir más lejos, los rumores sobre una relación suya con su compatriota Miranda Kerr fueron constantes a lo largo del año 2014, aunque ninguno de los dos llegó a confirmar que hubiera un romance. Precisamente, algunas de sus escapadas conjuntas también tuvieron como destino el yate The Arctic P, propiedad de Packer, el mismo en el que se ha dejado ver ahora con Carey. Después de varios meses cortejando insistentemente a la artista, la nueva pareja continuará ahora su ruta mediterránea recorriendo la Costa Azul, de acuerdo con TMZ.