Allá donde va es imposible que no se le pregunte por su relación amorosa con Isabel Preysler, tal y como ocurrió en la 71 edición de la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se celebraba en Carolina del Sur, en Estados Unidos.
Cuando los periodistas que se encontraban allí le hicieron la pregunta que ya es de rigor, Mario habló de cómo le ha sentado la repercusión mediática que ha tenido su noviazgo y no dudó en arremeter duramente contra la prensa española: “He vivido la civilización del espectáculo. Me sentí maltratado, y creo que la experiencia que viví metido en todo ese amarillismo es de pésimo gusto. Puedo afirmar que el periodismo como entretenimiento, como diversión, es decir, el periodismo amarillo, ya no es un periodismo marginal, es un periodismo que ha ganado un espacio”.
El escritor no sólo arremetió contra la prensa que se hace eco de las noticias del corazón sino también lo hizo contra la que denomina “prensa seria”: “Hoy en día esos periódicos serios si quieren sobrevivir hacen cada vez más concesiones a lo que es el periodismo amarillo. Ya no existe límite entre el periodismo serio y amarillo”.