Raquel Welch, de ascendencia boliviana, nació en Chicago el 5 de septiembre de 1940 y sigue siendo una de las actrices veteranas más bellas del panorama internacional. Además conserva una estupenda silueta que le permite poder llevar el vestido más ajustado y que le siente como un guante. A sus 75 años, la actriz sostiene que nunca ha pasado por el quirófano aunque algunos medios publicaron que antes de comenzar su carrera en Hollywood se sometió a una rinoplastia. Entonces, ¿cuál es su secreto de la eterna juventud? Según declaró en una de sus últimas entrevistas se trata de una combinación de yoga, entrenamiento con pesas, una dieta equilibrada y un buen maquillaje.
Desde pequeña asistió a clases de teatro y ballet y durante su adolescencia ganó varios concursos de belleza, entre ellos Miss Fotogénica y Miss Curvas. Su primera aparición en el cine fue de la mano de Elvis Presley en 1964 en Roustabout aunque una de sus interpretaciones que pasarán a la historia es en la película Hace un millón de años, una producción de aventuras rodada en las Islas Canarias, en la que apareció vestida con un escueto bikini de piel que revelaba su escultural cuerpo, lo que le granjeó el sobrenombre de El Cuerpo. Con este filme pasó a convertirse en un icono sexual de los años 60 y 70. Desde entonces sus curvas y su mirada la encumbraron a la fama y fueron más considerados que su talento interpretativo.
Actuó al lado de grandes actores de Hollywood como James Stewart, en Bandolero, y Frank Sinatra, en Lady in Cement. Siempre estuvo esperando a que llegara el papel de su vida y trató de desprenderse de esa imagen de mito sexual pero no lo consiguió. Las revistas tampoco contribuían a ello ya que siempre resaltaban de ella sus voluptuosas curvas. En 1966, la estadounidense Life la coronó como "la mujer más fotografiada del año" aunque en 1973, por su interpretación en Los tres mosqueteros, obtuvo un Globo de Oro. Éste fue el único premio importante que ganó como actriz.
Raquel Welch: “Equiparamos la felicidad a la cantidad de orgasmos que podemos alcanzar”
El editor de Playboy, Hugh Hefner, señaló hace unos años que la encontraba "mágicamente atractiva" y la situó en el tercer puesto de la lista de las "100 estrellas más sexys" del siglo. Aunque la revista estadounidense le ofreció participar en una de sus ediciones, ella rechazó la oferta de un millón de dólares por posar desnuda en las páginas centrales, tal y como indicó la misma publicación. Prueba de que su belleza perdura con el transcurso de los años es la película Una rubia muy legal, del año 2001, donde se la ve al lado de Reese Witherspoon y no le tiene nada que envidiar. Con 45 años de edad, en 1985, participó en el anuncio de Freixenet, en el que lucía un ajustado traje con transparencias y cantaba el clásico de las Pointer Sisters I'm So Excited.
A pesar de haber sido un icono sexual, en 2012 hizo unas declaraciones a la revista masculina Men's Health en las que se lamentaba de que el mundo estaba obsesionado con el sexo: “Nuestra cultura ha llegado a un punto en el que todos somos literalmente adictos al sexo y equiparamos la felicidad de la vida según la cantidad de orgasmos que podemos alcanzar sin importar el amor”.
La actriz estuvo casada cuatro veces
En el terreno amoroso su vida ha sido muy ajetreada. Se casó hasta en cuatro ocasiones. Su primer marido fue James Welch, del que tomó su apellido ya que su nombre verdadero es Jo Raquel Tejada. Contrajo matrimonio en 1959, con 19 años. Tuvieron dos hijos, Damon, que en la actualidad tiene 53 años, y Tahnee, de 51; y se divorció en 1965. Dos años más tarde se casó con su mánager Patrick Curtis del que se divorció en 1972. El tercer matrimonio de Raquel fue con Andre Weinfeld en 1980 y le duró diez años. Richard Palmer fue su cuarto marido, se casaron en 1990 cuando ella tenía ya 50 años y en 2011 se terminaron separando.
En la actualidad sigue haciendo papeles para televisión de forma esporádica como en Seinfeld, o CSI: Miami, pero su carrera está centrada como empresaria en el mundo de la belleza. Raquel fue de las primeras estrellas en sumarse a la moda del yoga en los años 80, y ahora cuenta con su propia línea de cosméticos y una colección de pelucas y extensiones.