Los portugueses tienen una palabra que no tiene traducción en otros idiomas, saudade, que significa algo así como nostalgia por aquello que se sabe que no volverá. Los españoles también tienen la suya: conseguidor, el tipo que un día aparece de la nada y le dice a un empresario que él tiene contactos y que puede conseguirle favores a cambio de una ‘mordida’, otra palabra que seguramente no tenga traducción excepto en algún dialecto siciliano. El último gran caso de corrupción española es el Caso Mediador, una trama para destinar fondos europeos a empresas y que implica a un general de la guardia civil y a un ex diputado del PSOE.
La trama tiene todos los elementos clásicos de la corrupción española. Los implicados usaban un lenguaje encriptado, se referían a las mordidas como bolígrafos o bocadillos de calamares y menú a la lista de prostitutas. Los protagonistas también tienen nombres en clave, ‘chocho volador’ era la amante del general. La trama también tiene su clímax cuando el ex diputado se va a celebrar a un ‘puticlub' que han aprobado una ley para condenar la prostitución, un guion que podía haber firmado Santiago Segura para Torrente. Tito Berni, el ex diputado, ha negado todo, hasta las fotos con mujeres medio desnudas. Según su versión, el mediador lo llevaba a hoteles, llamaba a la puerta y cuando abría le empujaba una mujer en bragas y le sacaba unas fotos, pero a él no le parecía extraña esa conducta.
El mediador/conseguidor se fue de la lengua cuando le amenazaron con denunciarle por no conseguir lo acordado y ha entregado a la policía cientos de gigabytes en los que aparece por ejemplo el sobrino de Tito Berni mirando de cerca unas rayas de cocaína para comprobar que eran droga y avisar a la policía. El Caso Mediador es la última prueba de que la corrupción en España es como los hongos de la serie The Last of Us, ha echado raíces. Tito Berni debería aprender de Urdangarín, que también tuvo sus problemas con la justicia y ahora se gana la vida dignamente con una pensión de 25.000€ que le pasa la Infanta Cristina.
En Twitter se ha hablado esta semana de Tito Berni, de Urdangarín, de los outfits de Pedro Pascal o Ana Rosa y del Barça de Xavi, que ha sabido renunciar a sus principios y ahora practica el catenaccio, juega con 6 defensas a ganar con el 1% de posesión y Kessie en punta.
Y hemos asistiendo a la emergencia del Patica, el primer influencer que cae bien a todo el mundo. Un caso a estudiar.