Renault ha ratificado con los sindicatos este miércoles el acuerdo de competitividad, en el que se prevé un aumento del 6,5 % del tiempo de trabajo y la congelación salarial este año. El llamado "contrato para una nueva dinámica de crecimiento y de desarrollo social" fue firmado por el presidente director general de Renault, Carlos Ghosn, y las organizaciones sindicales CFDT, CFE-CGC y Fuerza Obrera (FO).
Según había propuesto la empresa en las últimas rondas de negociaciones, los operarios de la plantilla gala tendrán que pasar a 1.603 horas de trabajo anuales, lo que supone un incremento del 6,5% respecto a la situación actual, que comenzará a aplicarse entre julio y septiembre.
Los sueldos estarán congelados en 2013, mientras que durante los dos años siguientes se evaluará la evolución en función de la situación de la empresa y del entorno económico, añadió la compañía en su comunicado.
El dispositivo para la reducción de la plantilla en 7.500 personas hasta 2016, por otra parte, se hará efectivo mediante la no sustitución de jubilaciones, para lo cual se amplía la posibilidad de retirarse a los que tengan 58 años (e incluso 57 si empezaron a trabajar muy jóvenes o tienen algún tipo de minusvalía).
Más producción y ningún cierre de fábricas
A cambio, Renault se ha comprometido a no cerrar ninguna factoría al menos hasta 2016, a no poner en marcha planes sociales y a incrementar la producción de vehículos en el país, donde el año pasado fabricó cerca de 530.000.
La marca del rombo, según sus previsiones, quiere aumentar esa cifra a un mínimo de 710.000 anuales, lo que significaría añadir unos 110.000 anuales gracias a los vehículos de la nueva gama de Renault y 80.000 más de alguno de los grupos asociados.
Gracias a este acuerdo, que ha sido negociado durante cerca de nueve meses, la compañía considera que se encuentra en condiciones de reforzar su base francesa y de desarrollarse a nivel internacional, para poder hacer frente a un mercado automovilístico europeo "en mutación".
"Hemos conseguido superar el desafío de un acuerdo a la vez respetuoso con las reglas de negociación sociales, justo para los empleados y garante de un crecimiento sostenible de la empresa", destacó hoy Ghosn en un comunicado. En éste, consideró también que la firma de este pacto supone igualmente "una excelente noticia para Renault y toda la filial automovilística en Francia", como prueba de que un proceso que se ha efectuado, a su juicio, "con responsabilidad" puede abrir "horizontes prometedores".