"Usted sabe que la reforma laboral del Gobierno no ha tenido nada que ver con la decisión del Gobierno francés (controla Renault con un 15,7%) de seguir invirtiendo en España". Así de claro se dirigió, cara a cara, uno de los representantes de UGT al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al término de su visita a la fábrica de Renault en Palencia del pasado miércoles, con motivo de la adjucación a las fábricas españolas de Renault de un plan industrial importante. En su discurso, Rajoy ensalzó que esta decisión Renault (controlada por el gobierno galo con un 15,7% del capital) era el resultado y prueba del buen camino de su reciente reforma laboral.
Este mensaje levantó la indignación, la ira, el cabreo entre las fuerzas sindicales allí presentes. UGT y CCOO, que han estado negociando durante tres intensas semanas un nuevo acuerdo social con la empresa para competir en mejores condiciones que otros centros europeos en la adjudicación de más producción, no acaban de entender las palabras del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. "Las fábricas de Renault en España tienen más carga de trabajo e inversión gracias a la reforma laboral y a la apuesta del Gobierno por el sector de la automoción", decía Rajoy.
Este mal sabor de boca con el que se quedó UGT se extendió al resto de las fuerzas sindicales. "La nueva reforma laboral dinamita el diálogo social y la negociación colectiva, negociación gracias a la cual los sindicatos y Renault lograron llegar a un acuerdo hace diez días que ha permitido que la multinacional francesa se decantara por España", decían este jueves UGT y CCOO.
"Rajoy ha venido a hacerse la foto a la fábrica. Y con sus declaraciones desprecia el esfuerzo de los trabajadores y meses de trabajo sindical. Ha pretendido adjudicarse el mérito de una decisión que ha sido posible gracias al esfuerzo de los trabajadores y a meses de negociación sindical.
"Pese a la reforma laboral del Gobierno, que pretende eliminar el diálogo social, la industria es uno de los sectores que ha conseguido mantener, de momento, una cultura de negociación entre trabajadores y empresas que ha permitido que este sector sea el que cuente con más empleo estable y con unas condiciones laborales dignas. Durante años, esta cultura negociadora ha permitido firmar convenios colectivos beneficiosos para ambas partes".
Las críticas de los sindicatos también se extienden al ministro de Industria, José Manuel Soria, también presente en la fábrica de Palencia. A éste le reprochan que desde que el Gobierno accedió al poder hace un año, llevan exigiendo políticas de inversión industrial y fomento de empleo, y que hasta ahora el presupuesto del Ministerio para 2013 ha sufrido un recorte del 21,3%.
Apoyos institucionales, claves
Junto a los ajustes laborales conseguidos para lograr mano de obra más barata, una de las claves es sin duda el apoyo institucional y facilidades que recibe Renault. Tanto el Gobierno central como el autonómico enviaron una serie de acuerdos de intenciones por escrito, en una carta enviada el 20 de septiembre.
Por parte del Ejecutivo autonómico, tiene pendiente reunirse con la empresa para fijar su ayuda. Para el anterior plan industrial de Renault, la Junta de Castilla y León aprobó 600.000 euros para políticas de competitividad.
