Motor

Alfa Romeo Stelvio y Cupra Ateca: SUV deportivos con 200 CV... ¿mejor en diésel o gasolina?

Pocos SUV del segmento compacto proponen tanta deportividad como el Stelvio o el Ateca de Cupra, dos modelos que lo hacen además con motores muy diferentes.

  • Ateca y Stelvio proponen mucha deportividad en su conducción en estas versiones que rondan los 200 CV.

Aunque los SUV suelen ser catalogados de modelos sobre todo prácticos y confortables, surgen de vez en cuando propuestas con un carácter más deportivo diseñadas para disfrutar de la conducción. Y si llegan de marcas como Alfa Romeo o Cupra, cuyo ADN es la deportividad, el resultado sin duda resulta de lo más convincente por el tacto de conducción que ofrecen.

Alfa Romeo Stelvio 2.2 Diesel

DESTACABLE: tacto de conducción. MEJORABLE: capacidad maletero.

Es todavía un auténtico Alfa Romeo, un Stelvio que no comparte aun nada con la nueva generación de modelos desarrollados ya bajo el paraguas de Stellantis como sí lo es el Tonale. Por ello, mantiene el carácter y el tacto de conducción que se espera de un Alfa Romeo, algo que se ha perdido en gran parte con el más pequeño Tonale.

En su última puesta al día concentra los cambios, casi todos estéticos, en una parte delantera en la que es nueva la parrilla, con un entramado diferente, y los faros, que reproducen el diseño interior de tres módulos del Tonale además de contar con tecnología de iluminación matricial con alumbrado selectivo.

Por dentro, se moderniza un tanto con un cuadro de instrumentos ahora digital con una pantalla de 12,3 pulgadas con tres diseños gráficos distintos para ofrecer la información, llamados Evolved (futurista), Relax (con los datos más básicos) y Heritage, esta última reproduce el diseño de relojes de los modelos clásicos de la marca.

Al ponerte a sus mandos, con un asiento envolvente y un volante de tacto muy agradable y achatado en su parte inferior, ya se intuye que es un SUV de carácter más deportivo de lo habitual, algo que se confirma a los pocos kilómetros de iniciar la marcha y afrontar las primeras curvas.

Y es que es de los pocos SUV que invita a disfrutar de la conducción en carreteras viradas, en las que la precisión y rapidez de la dirección permite moverte de curva en curva con enorme agilidad, como si de un turismo deportivo se tratara. Porque a pesar de su mayor altura, no hay apenas balanceo de la carrocería, la firme suspensión mantiene la trazada con precisión y la tracción total garantiza máxima motricidad en plena aceleración a la salida de la curva.

Todo ello con una muy buena capacidad de frenada y un motor diésel que, con sus 210 CV y una curva de par muy llena desde bajo régimen asegura un nivel de prestaciones suficientes para moverte con mucha viveza entre curvas. Y a pesar de ser diésel, el sonido queda bien enmascarado.

También ayuda a disfrutar de este diésel ya cada vez menos habitual una caja de cambios automática de 8 relaciones que funciona con rapidez, gestionando de forma muy eficiente la respuesta del motor y asegurando en todo momento una respuesta muy viva.

Sin duda, de los mejores SUV para disfrutar al volante, algo que a la hora de viajar en familia, aunque sin el confort de otros modelos más orientados a ello, tampoco interfiere como para tacharlo de incómodo. Es amplio en su interior y en las plazas traseras dos adultos viajan sin problemas de espacio, con una plaza central que resulta algo estrecha y, sobre todo, limita su confort por el túnel que hay en el piso. El maletero no es especialmente amplio, pero sí muestra formas muy aprovechables.

A la hora de cubrir largas distancias, además de un más que razonable confort por lo que a las suspensiones se refiere, encuentras un motor diésel que encaja a la perfección para ello. Junto a su llena respuesta en todo momento para ganar velocidad con facilidad cuando haga falta, muestra a ritmos tranquilos y sostenidos unos consumos muy ajustados que, a velocidades de marcador de 130-140 km/h apenas superan los 6,5 l/100 km de media.

FICHA TÉCNICA

VERSIÓN Stelvio 2.2 Diésel Super Q4; MOTOR Diésel, 4 cilindros, turbo; CILINDRADA 2.143 cm3; POTENCIA MÁXIMA 210 CV a 3.750 rpm; PAR MÁXIMO 470 Nm a 1.750 rpm; CAMBIO Automático de 8 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 215 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 6,6 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 6,7 l/100 km; AUTONOMÍA 800 km; DIMENSIONES 4.687 / 1.903 / 1.693 mm; NEUMÁTICOS 235/60 R 18; PESO 1.825 kg; MALETERO 525 l; PRECIO 58.200 €

Cupra Ateca 2.0 TSi

DESTACABLE: comportamiento y respuesta motor. MEJORABLE: xxxxx.

El primer modelo de Cupra amplía su oferta con una interesante versión de gasolina de 190 CV que mantiene como en el más potente el cambio automático DSG de 7 velocidades y la tracción total 4Drive. No es una versión de altísimas prestaciones, pero resulta suficiente para disfrutar de una conducción ágil y deportiva, sobre todo por la puesta a punto del chasis.

A cambio, respecto al Ateca de 300 CV, ofrece una conducción algo más suave de cara a cubrir largos desplazamientos, con un chasis que ofreciendo una altísima eficacia en curva mantiene un mejor equilibrio que el Stelvio con el confort de marcha.

No se trata de un SUV de carácter extremadamente deportivo, pero al igual que en el Stelvio al ponerte a sus mandos el diseño de los asientos tipo bacquet que te recogen y envuelven deja ya constancia de su carácter. Basta comenzar a rodar para sentir que el volante se mueve sin esfuerzo, menor que en el Stelvio, pero transmitiendo mucha información de lo que hacen las ruedas en el contacto con el asfalto.

Por ello, en ciudad es algo más cómodo que el Stelvio entre calles y tráfico, pero en carretera mantiene un tacto muy preciso transmitiendo mucha confianza desde el primer instante. La carrocería apenas se mueve en apoyo en curvas y sientes que mantiene la trazada con total precisión incluso forzando mucho el ritmo de entrada.

Quizás no resulte tan ágil y rápido de reacciones como en SUV italiano, pero permite mantener en carreteras viradas un ritmo similar por la facilidad de sus reacciones. Da la sensación de ser más fácil de llevar que aquél, aunque se echa en falta un tacto del freno algo más potente.

El motor ofrece una respuesta suave y progresiva a bajo régimen y muestra su mejor cara en forma de una aceleración intensa cuando supera las 3.000 revoluciones, aunque no llega a abrumar por lo constante de su entrega hasta las  6.000 vueltas.

El cambio automático de doble embrague y siete relaciones resulta algo más rápido que el del Stelvio, seleccionando marchas con suavidad sobre todo en carretera y a partir de la tercera velocidad, y ya sea en modo automático o manual con las levas sacan con facilidad todo el partido a los 190 CV con un sonido algo más cautivador que el del motor diésel del Stelvio. Y si de viajar se trata, lo hace con algo más de confort por parte de las suspensiones y con un motor que permite mantener ritmos alegres en todo tipo de vías, con unos consumos, eso sí, más elevados como es lógico. No es fácil bajar de los 8 l/100 km de media en carretera incluso a ritmos tranquilos buscando mantener la aguja sobre los 130 km/h en el marcador

FICHA TÉCNICA

VERSIÓN Ateca 2.0 TSi 190 4Drive; MOTOR Gasolina, 4 cilindros, turbo; CILINDRADA 1.984 cm3; POTENCIA MÁXIMA 190 CV a 4.200 rpm; PAR MÁXIMO 320 Nm a 1.500 rpm; CAMBIO Automático de 7 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 212 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 7,2 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 8,4 l/100 km; AUTONOMÍA 650 km; DIMENSIONES 4.381 / 1.841 / 1.611 mm; NEUMÁTICOS 245/40 R 19; PESO 1.580 kg; MALETERO 485 l; PRECIO 44.360 €

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