Más ventas, más producción.... China está cumpliendo las expectativas de crecimiento en el sector del automóvil, donde todos los gigantes europeos están intentando compensar el desplome de las ventas de sus mercados locales.
Las ventas de automóviles en China aumentaron un 12,34% interanual durante el primer semestre, con 10,78 millones de unidades entre enero y junio pasados, en cifras de la agrupación oficial del sector en el país, la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China (CAAM).
Según informó hoy la agencia oficial Xinhua, este crecimiento está también 9,41 puntos porcentuales por encima del que se registraba en este mismo momento de 2012.
La producción de automóviles, igualmente, aumentó un 12,83% en la primera mitad del año, con 10,75 millones de unidades fabricadas (diez veces más que en España), 8,75 puntos porcentuales por encima del crecimiento que se registraba en junio del año pasado.
De estos 10,78 millones de ventas entre enero y junio, un 8,67 millones de unidades fueron vehículos de pasajeros (turismos, monovolúmenes y todoterrenos), un 13,81%o más interanual, y 2,11 millones fueron vehículos comerciales (furgonetas, camionetas y camiones), un 6,68 por ciento más interanual.
Las ventas van así camino de superar, como se esperaba, los 20 millones de unidades este año, después de alcanzar 19,31 millones el año pasado (un 4,33% más que en 2011), también según cifras de la CAAM.
Limitar las ventas para luchar contra la contaminación
Con todo, el subsecretario general de la asociación, Shi Jianhua, avisó de que ocho grandes ciudades chinas se sumarán previsiblemente en los próximos meses a Shanghái, Pekín y Cantón en su puesta en marcha de medidas para limitar las ventas de vehículos y reducir así sus importantes problemas de contaminación y de tráfico.
Urbes con millones de habitantes como Tianjin, Shenzhen, Hangzhou, Chengdu, Shijiazhuang, Chongqing, Qingdao y Wuhan se sumarán a estas medidas, lo que la CAAM prevé que reducirá las ventas en cerca de un 25 por ciento en esas zonas, es decir, en unas 400.000 unidades anuales, el 2 por ciento del mercado chino actual.
Entre este tipo de medidas se encuentra la subasta de matrículas, como se hace en Shanghái, donde legalizar el vehículo es tan caro que muchos conductores ahorran primero para comprar la matrícula antes de elegir siquiera su futuro automóvil, o su adjudicación mediante un sistema de lotería, como ocurre en Pekín desde 2011.
Sólo en la capital china esta medida redujo las ventas en toda la municipalidad en unas 520.000 unidades al año, recordó Shi. Esto ha encarecido también los precios medios de los automóviles en un 88% desde entonces, advirtió.
La CAAM se opone a estas medidas con el argumento de que se contradicen con los esfuerzos del Gobierno para fomentar el consumo interno, y de que estas medidas no han sido eficaces en la reducción de los problemas de tráfico y contaminación en las grandes ciudades, explicó por su parte su secretario general, Dong Yang.
La asociación propone mejorar, en su lugar, las redes de transporte público, y acelerar la salida de las carreteras chinas de los vehículos más antiguos, cuyos motores son mucho más contaminantes.
Con todo, la CAAM mantiene por ahora su previsión de que las ventas de automóviles aumenten un 7% durante este año, según recoge hoy el diario "Shanghai Daily".
Entretanto, la tradicional caída veraniega de las ventas parece encaminada a agravar en los próximos meses el exceso de vehículos de los concesionarios chinos en su inventario, un problema recurrente en los últimos años.
El índice de alerta de los inventarios de vehículos del gigante asiático, que mide cada mes la Asociación de Concesionarios de China, mostró que los almacenes del país oriental aumentaron su ocupación en 4,82 puntos porcentuales, hasta un 56,14%.
