La huelga de examinadores de tráfico está causando un perjuicio importante a las autoescuelas, que cifran en unos 20 millones de euros las pérdidas económicas y en 150.000 los alumnos que no han podido examinarse desde que comenzaron los paros. Son cifras que el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), José Miguel Báez, ha ofrecido en declaraciones a Efe, en las que ha instado al Gobierno y a los examinadores a que flexibilicen posturas para parar la huelga, que se mantiene desde mediados de junio y será indefinida a partir del 4 de septiembre.
Báez ha querido hacer hincapié en cómo está afectando la huelga a los españoles "de a pie", porque, como ha resaltado, muchos de ellos no se sacan el carné para "sacar el coche a pasear" sino para trabajar, desde un repartidor de pizzas hasta un comercial, por ejemplo. Más de 6.000 personas se quedan cada día de huelga sin examen, ha precisado Báez, quien ha calculado que unos 150.000 españoles no han podido hacer el test teórico o el práctico.
Asimismo, ha llamado la atención sobre el número de horas que se han perdido para llegar hasta el centro de exámenes, muchas de ellas de trabajo al tener que pedir permiso para acudir a las pruebas. Para el presidente de la CNAE, los paros (hasta ahora los lunes, martes y miércoles de todas las semanas) están "arruinando" a las autoescuelas, con coches parados y alumnos que han desistido de dar clases prácticas ante la posibilidad de no poder examinarse.
La huelga era "evitable", según Báez, para quien el Gobierno no ha sabido gestionar el pacto que en 2015 acordó con los examinadores. Así, se ha preguntado por qué lo firmó si no podía ejecutarlo y ha asegurado que la administración central ha tenido "tiempo de sobra" para arreglar el conflicto.
Aunque no apoyan las huelgas, las autoescuelas entienden la postura de los examinadores pero les piden "flexibilidad" y al Gobierno que les ofrezca algo "asumible" de sus reivindicaciones. También, que ambas partes se sienten a negociar de cara al futuro.