En total, la Policía Nacional ha desarticulado una red de ocho talleres acusados de manipular los motores diésel de numerosos vehículos, eliminando los filtros de partículas reduciendo así el coste que supone su sustitución, cercano a los 1.200 euros.
Se trata de un elemento imprescindible para reducir los niveles de emisiones y obligatorio en todos los motores diésel fabricados a partir de 2011 para cumplir con la normativa europea anticontaminante Euro5. Los talleres ahora descubiertos cobraban entre 100 y 200 euros por la eliminación de los filtros de partículas en los coches, modificando después el software de los motores diesel para poder superar los controles de las inspecciones de la ITV.
La fiscalía coordinadora de Medio Ambiente y Urbanismo que ha dirigido estas detenciones advierte de que estas prácticas provocan un grave perjuicio medioambiental al emitirse por el tubo de escape gases nocivos. Los filtros de partículas son dispositivos que van situados en los tubos de escape encargados de retener las partículas de residuos sólidos generadas por los motores diesel, y con el paso de los años y los kilómetros necesitan ser sustituidos, lo que implica un coste bastante elevado.
Durante la investigación se ha comprobado que los detenidos utilizaban equipos informáticos de diagnosis fraudulentos y ocultaban mediante reprogramación de los vehículos cualquier tipo de error que pudiera dar un aumento de emisiones nocivas del coche. La operación continúa abierta, ya que los investigadores han obtenido datos de más de 80 talleres en diferentes puntos de España. Algunos centros estaban especializados en la manipulación exclusivamente electrónica de la centralita de los vehículos y remitían posteriormente a sus clientes a otros talleres para que les realizaran la retirada del filtro.