En pleno 'boom' de los motores diésel, Volkswagen comenzó a desarrollar en 2005 una nueva familia de motores TDI que debían estar preparados para entrar en el mercado tres años más tarde. Tras estallar ahora el escándalo del fraude de las emisiones en EEUU, los ingenieros de Volkswagen reconocen ahora que después de iniciar en 2005 el desarrollo, en 2008 no habían podido lograr ajustar las emisiones a los valores requeridos para las homologaciones, optando entonces por desarrollar el software que corregía los niveles de emisiones al ser sometidos los motores a los test de emisiones. La imposibilidad de lograr los resultados vía desarrollo tecnológico lo enmascararon a través de un programa informático.
Los ingenieros, según el diario alemán Bild, que trabajan en el desarrollo de motores en la central del consorcio en Wolfsburgo (norte de Alemania), han explicado que entonces el motor EA189 que estaban desarrollando desde 2005 estaba a punto de empezar a ser producido en serie y, en 2008, al no lograr los objetivos, recurrieron al software para evitar que un proyecto que era de gran importancia para la compañía tuviera que ser paralizado.
El motor empezó a producirse en serie y no sólo para el mercado estadounidense sino para el mundial. Según el diario, las investigaciones llevadas a cabo hasta la fecha no han dado indicio alguno de que el expresidente de Volkswagen Martin Winterkorn -que tuvo que dimitir por el escándalo- estuviera al tanto de las manipulaciones. Sí señala, sin embargo, que uno de los más directos colaboradores del entonces presidente, Ulrich Hackenberg, estaba al tanto de todo el proceso de desarrollo del fraude.