Más de 100 investigadores, ingenieros y científicos del Centro de Innovación y Desarrollo de Palo Alto (California) de Ford integran el plan de la compañía para alcanzar un nivel superior en conectividad, movilidad, vehículos autónomos, experiencia de usuario, datos y analíticas. Un proyecto que permitirá que los los Ford Fusion Híbridos totalmente autónomos lleguen a las calles de California el año que viene, tras entrar la marca americana a formar parte de manera oficial del Programa de Pruebas de Vehículo Autónomo de California para llevar a cabo tests con vehículos autónomos en carreteras públicas. Estas pruebas suponen una avance más en el programa de vehículos autónomos que Ford lleva desarrollando desde hace una década y un elemento clave en Ford Smart Mobility.
El ochenta por ciento del equipo de Ford en Palo Alto proviene del sector tecnológico. El 20 por ciento restante está compuesto por empleados de Ford llegados de Estados Unidos, China, Alemania y Australia que aportan sus conocimientos en ingeniería y diseño del automóvil. Y es que el equipo de Palo Alto ha crecido de manera significativa este año, utilizando la investigación y la innovación para explorar y desarrollar soluciones futuras de movilidad. Ford ha ampliado sus instalaciones en Silicon Valley, pasando de una oficina de 15 personas a un centro de investigación y desarrollo de más de 100 personas, con un programa de investigaciones en laboratorio que incluyen la prueba virtual de vehículos autónomos, un estudio que permite la interacción virtual entre un vehículo autónomo y los peatones, replicando situaciones de la vida real que hacen posible entender mejor y desarrollar respuestas a algunas de las cosas inesperadas que pueden ocurrir en la carretera.
Los sensores de los vehículos autónomos detectan y localizan objetos a la vista del vehículo, fusionando información para ofrecer una vista de 360 grados de los alrededores del vehículo, incluidas señales de tráfico, otros vehículos e incluso peatones. Los sensores de las cámaras actúan como ojos del vehículo, permitiendo al coche “ver” y sentir a los peatones.