Moda o funcionalidad, el concepto SUV se impone en el mercado español al igual que lo hace en el europeo. No hay ya marca que no cuente con un modelo de estas características, aunque los hay que se acercan más que otros al concepto de todo terreno del cual derivan. Los hay que sólo por su diseño se posicionan en el segmento SUV, pero los hay también que aportan muchas cualidades off-road para distinguirse.
En estos últimos encontramos al XV de Subaru, un modelo completamente renovado pero que enfatiza aun más sus cualidades off-road sin descuidar su comportamiento en carretera. El CX-5, por su parte, representa a los SUV más refinados sobre el asfalto, pero dotado de tracción total y de una altura al suelo propia de un verdadero SUV permite cierta libertad lejos de la carretera.
Mazda CX-5 2.0 SKYACTIV-G
Los cambios introducidos en el CX-5 respecto al anterior modelo tanto en el chasis como en la suspensión o los motores, además de un diseño más “afilado”, han permitido al SUV de Mazda mejorar mucho tanto en presencia como en eficacia rodando sobre el asfalto. Sus 4,55 metros de longitud y 1,84 de anchura le confieren unas proporciones muy notables con una imagen sólida y elegante, incluso algo deportiva.
Por dentro cambia ligeramente el diseño de la consola y, sobre todo, mejora la insonorización con un parabrisas más grueso, nuevas juntas en las puertas que sellan mejor y más material aislante. Todo para transmitir una sensación de calidad más elevada, algo que se aprecia en marcha con un rodar sin duda de lo mejor del segmento. El espacio para los pasajeros sigue siendo uno de sus puntos fuertes, con una buena amplitud en las plazas traseras y un volumen del maletero de casi 487 litros y formas muy aprovechables. Además, para un mayor confort, en las plazas traseras se puede variar la inclinación del respaldo en dos posiciones y una variación de 4º entre ellas y cuenta con dos salidas de aire colocadas al final de la consola.
Los sistemas de seguridad y asistencia también han sido mejorados, con un programador de velocidad activo que ahora tiene función de detención y arranque automático. El sistema de reconocimiento de señales de tráfico reconoce las señales de limitación de velocidad y las muestra al conductor a través del sistema de proyección de información (head-up display), destacando en esta última la novedad que supone proyectarla directamente en el parabrisas.
En marcha
El CX-5 destaca sobre todo por el confort general que proporciona, un SUV fácil de conducir por el buen tacto que transmite a sus mandos. No es un modelo especialmente dinámico, pero se mueve en curva con eficacia, sobre todo con las llantas y neumáticos de perfil más bajo, que le dejan más asentado en curva. La suspensión trabaja de manera muy equilibrada, sin rebotes molestos y absorbiendo los baches de la carretera con eficacia. En curvas muy cerradas y lentas requiere un cierto tiempo para sentir el apoyo y la carrocería inclina de manera evidente, pero en condiciones normales, sin forzar la situación, el CX-5 se desenvuelve con soltura. Circulando a velocidad elevada no requiere bajar el ritmo ante la llegada de curvas de amplio radio, sintiendo en todo momento que mantenemos la trazada con precisión.
El motor de gasolina de 160 CV asociado al cambio automático garantiza sobre todo una conducción muy agradable. No es la mejor combinación si buscas rápidas aceleraciones y una conducción tirando a deportiva, pero a cambio a la hora de viajar o en el día a día se disfruta de una notable suavidad. Empuja de forma progresiva desde muy bajas vueltas, y una vez alcanzada una velocidad ya por encima de los 120 km/h se siente más ágil y no se siente ya tan perezoso a la hora de ganar velocidad como desde parado.
Eso sí, cuando buscas cierto dinamismo, requiere usar el cambio y bajar de marcha para que el motor cobre algo de vida por encima de las 3.500 vueltas. Lógicamente, El diésel gasta menos que el de gasolina pero a ritmo sostenido a la hora de viajar las diferencias no son tan amplias como cabría esperar. Si conducimos de manera especialmente suave, el consumo está ligeramente por encima de los 7 l/100 km, una cifra muy buena para un SUV de gasolina de 160 CV. Eso sí, si conducimos de manera más viva y estirando el motor entre marchas, se muestra más sensible, y rápidamente se acerca a los 10 litros.
¿Y en campo? Pues con una altura libre al suelo de unos 20 centímetros y la tracción total, la motricidad que aporta permite adentrarse más allá de donde podíamos pensar. Requiere moverse con cuidado y a ritmo lento, pero seremos capaces de adentrarnos donde una berlina no podría hacerlo.
VERSIÓN: 2.0 SKYACTIV-G Zenith
PRECIO: 33.730 euros
DATOS TÉCNICOS · Motor: 4 cil. en línea Cilindrada: 1.998 cm3 Potencia máx.: 160 CV a 6.000 rpm Par máximo: 208 Nm a 4.000 rpm Tracción: Total permanente Caja de cambios: Automática de 6 vel. Dimensiones: 4,55 / 1,84 / 1,67 m Peso: 1.500 kg Depósito de combustible: 58 litros Capacidad del maletero: 477 l.
PRESTACIONES · Vel. máxima: 188 km/h Acel. 0 a 100 km/h.: 10,5 seg Consumo en recorrido de pruebas: 7,7 l/100 km Autonomía en carretera: 753 km.
Subaru XV 2.0i CVT
Aunque por fuera parece el mismo XV de siempre, el nuevo modelo estrenado este mismo año toma como punto de partida una nueva plataforma, la misma sobre la que se ha desarrollado el Impreza, una plataforma que aporta sobre todo una mayor rigidez que se traslada de entrada en una mejora notable de la calidad de rodadura y en un confort de marcha en general superior al del anterior XV. Y ello si mermar uno de sus puntos fuertes, su eficacia en campo, superior sin duda a la media del segmento. Y es que Subaru habla de una reducción del 50% del balanceo de la carrocería en curva que, combinado con la nueva dirección, proporciona una conducción más precisa.
La carrocería ha crecido hasta los 4,46 metros, es ligeramente más ancha, 1,80 metros, y mantiene una amplia distancia libre al suelo de más de 22 centímetros. El maletero, eso sí, no es especialmente grande en su volumen y se queda en 385 litros. El interior ofrece espacio suficiente para cuatro adultos, con buen espacio para las piernas de cara a largos viajes. Delante, el puesto de conducción es cómodo por el diseño del asiento y por tener todos los mandos muy a mano. Requiere, eso sí, hacerse a la mucha información disponible -sobre tres pantallas diferentes- y a los numerosos mandos para acceder a ella, con muchos botones dispuestos en el propio volante para facilitarlo.
En marcha
Si en el CX-5 hay opción de diésel o gasolina, en este nuevo XV Subaru lo apuesta todo a la gasolina. Un motor, bóxer por supuesto, asociado a un cambio automático muy renovado que logran una combinación que destaca sobre todo por su suavidad más que por un alto nivel de dinamismo. Es un motor atmosférico que sube de vueltas con facilidad y estira hasta el final con eficacia, aunque sensible a la hora de los consumos a la forma de conducir. Moderado a velocidad más o menos constante, sin cambios bruscos a la hora de pisar el acelerador, manteniendo 120 ó 130 km/h de marcador se sitúa en poco más de 7 litros, pero si exigimos cambios de ritmo constantes y un ritmo algo superior se puede ir por encima de los 9 litros.
En cualquier caso, es una conducción muy agradable por la suavidad que transmite en todo momento, acompañada además de un bastidor más eficaz aun que el anterior XV. Rápido de dirección y preciso en sus movimientos, se mueve entre curvas con mucha soltura y más agilidad de la esperada, manteniendo altos ritmos sin esfuerzo. Si forzamos mucho, la tracción total ayuda mucho por la motricidad que aporta en plena aceleración, ayudando mucho a salir de la curva manteniendo todo bajo control.
¿Y en campo? Pues sin duda, el XV es quizás el SUV con mayores aptitudes en este terreno. Más altura libre al suelo que la media, su sistema de tracción total con modo X-Mode mejora la capacidad de agarre sobre superficies con poca adherencia, ya sea nieve o barro. Se activa mediante un botón y actúa modificando el funcionamiento del control de tracción, el acelerador y la caja de cambios. Funciona solo por debajo de 20 km/h y activa al tiempo el control de velocidad en descensos. Sin duda, uno de los SUV más completos si piensas salirte con frecuencia del asfalto.
VERSIÓN: 2.0i CVT Executive Plus
PRECIO: 28.200 euros
DATOS TÉCNICOS · Motor: 4 cil. en línea Cilindrada: 1.995 cm3 Potencia máx.: 156 CV a 6.000 rpm Par máximo: 196 Nm a 4.000 rpm Tracción: Total permanente Caja de cambios: Automática de 7 vel. Dimensiones: 4,46 / 1,80 / 1,59 m Peso: 1.514 kg Depósito de combustible: 63 litros Capacidad del maletero: 385 l.
PRESTACIONES · Vel. máxima: 194 km/h Acel. 0 a 100 km/h.: 10,4 seg Consumo en recorrido de pruebas: 7,9 l/100 km Autonomía en carretera: 797 km.